Los hugonotes fueron un colectivo perseguido y aislado por la sociedad francesa durante el siglo XVII. El apodo se lo dieron los católicos franceses a los protestantes calvinistas durante las Guerras de Religión de Francia (1562-1568). Su creencia era la de que la autoridad de Dios estaba por encima de todas las cosas, es decir, la premisa básica del calvinismo. Se trasladaron a las colonias y fueron vitales para el desarrollo de las nuevas naciones, gracias a su mentalidad frente al trabajo.
HUGONOTE: Nombre con que se designan los que en Francia adoptaron las ideas de Juan Calvino. A pesar de ser muchos y de que entre ellos abundaban los ricos, estos protestantes franceses tuvieron que luchar encarnizadamente para que su secta pudiera subsistir.
El origen de la palabra no se ha definido muy claramente. Algunos la suponen derivada del vocablo huguon,
con que se designa en Turena a las personas que transitan de noche por
las calles, puesto que los primeros protestantes franceses solían
celebrar de noche sus reuniones religiosas.
Otros
sostienen que el nombre procede de la pronunciación defectuosa de una
palabra alemana que significa “confederados”. Otros, en fin, afirman que
proviene de que los primeros protestantes citados se reunían en bóvedas
subterráneas cercanas a la puerta Hugon, en las afueras de Tours.
El
primer templo hugonote fue erigido en 1538 en Estrasburgo, que en aquel
entonces no era territorio francés. Los que a él concurrían eran
individuos que habían huido de Francia por la persecución religiosa. El
movimiento cundió rápidamente y en 1559 se celebró en París un concilio
de los dirigentes del mismo.
Esto
alarmó a los católicos franceses, que resolvieron detenerlo. Los
católicos estaban encabezados por la poderosa familia de los Guisa.
Acaudillaban a los hugonotes el príncipe de Conde y el almirante Gaspar
de Coligny. Lanzaron éstos un manifiesto en Orleans el año de 1562 en él
que hacían patente su lealtad al rey, y explicaban que se habían visto
obligados a tomar las armas en defensa de la libertad religiosa. Los
hugonotes fueron derrotados en Jarnac, en 1569. Conde fue muerto.
Con
la desaparición de Conde surgió un nuevo caudillo entre los
protestantes, Enrique, príncipe de Navarra. En 1570 avanzaron sobre
París Coligny y Enrique de Navarra. Obligaron a la Santa Liga Católica a
firmar la paz. Enrique ascendió al trono de Navarra en 1572.
Se
concertó su casamiento con Margarita de Valois, hermana del rey de
Francia Carlos IX Se abrigaba la esperanza de que esto contribuyera
decisivamente a sellar la paz entre católicos y hugonotes. Para
conmemorar el acontecimiento y el recién firmado pacto de paz se
congregaron en París el 23 de agosto de 1572 los jefes hugonotes. Era la
víspera de San Bartolomé.
Un
día antes se había atentado contra la vida de Coligny El frustrado
asesinato había sido instigado por Catalina de Mediéis, madre de Carlos
IX, que temía la venganza de los hugonote; Tanto ella como otros
miembros de la San:: Liga lograron el consentimiento del rey par. la
matanza del 24 de agosto.
Los
partidarios del rey, incitados por Catalina y capitaneados por el duque
de Guisa cazaron y dieron muerte a cuanto hugonote había dentro de los
muros de París. Coligny fue muerto. Enrique de Navarra escapó por haber
pasado la noche en la residencia real. Lo ocurrido dicha noche se llamó
la Matanza de San Bartolomé. Habiéndose desatado la violencia, fue
imposible dominar las chusmas, v durante las semanas que siguieron
fueren muertos miles de protestantes en toda Francia.
En
1589 Enrique III de Francia nombre sucesor suyo a Enrique de Navarra,
que fue coronado con el nombre de Enrique IV., Este se convirtió al
catolicismo en 1593. En 15&i firmó el Edicto de Nantes que aseguraba
par¿ los protestantes la libertad de cultos.
Enrique IV fue asesinado en 1610, y nuevamente se desencadenó la guerra
entre la Liga y los hugonotes. En 1628 las fuerzas del cardenal
Richelieu, que era el primer ministro de Luis XIII, sitiaron a los
hugonotes en el pueblo de La Rochela. La fortaleza cayó y con ello quedó
destruido su poder político.
Sin
embargo, no se les privó de su libertad para practicar su culto hasta
1685, cuando Luis XIV derogó el Edicto de Nantes. Entonces se expatrió
la mayoría de los hugonote Cerca de 400.000 de ellos se establecieron en
Inglaterra y en Prusia. Otros iniciaron nueva colonizaciones en la
América del Norte. Algunos emigraron al sur de África. Varios
permanecieron en Francia, donde sufrieron persecuciones repetidas veces.
En
1787 el rey Luis XIV les concedió ciertos derechos. En 1780 después de
la Revolución Francesa , se publicó un decreto que restituía todos los
derechos y propiedades que los hugonotes habían perdido al revocarse el
Edicto de Nantes.
ANTECEDENTES DE LA ÉPOCA:
El momento de la rebelión
Después
de la presentación de sus 95 tesis en la Abadía Wittenberg, Lutero
intentó congraciarse con el papa enviándole un librito, De la libertad del cristiano,
en el que se resumían sus tesis. El pontífice le respondió
excomulgándole, en diciembre de 1520. Lulero publicó entonces su
manifiesto titulado A la nobleza cristiana de la nación alemana, en el que emplazaba a los príncipes a que lomaran postura respecto al problema religioso.
En
la primavera de 1521, Carlos V convocó en Worms una Dieta del Imperio, y
Lulero fue invitado a comparecer ante ella. El 17 de abril, el
emperador le pidió que se retractase de sus proposiciones. Después de
una noche de reflexión, el clérigo declaró: «No quiero ni puedo
desdecirme de nada, pues es temerario y carente de rectitud actuar
contra la propia conciencia.» Desterrado del Imperio, Lulero huyó, y
Federico de Sajonia le ofreció refugio en el castillo de Wartburg.
La cristiandad dividida
Alemania
entera se vio entonces dividida a causa de las tesis de Lulero. A
partir del verano de 1521, la ciudad de Conslanza se negó a tomar en
consideración el edicto de Worms. En aquellos países germánicos, en los
que el poder imperial no se ejercía más que de manera muy ligera sobre
las ciudades, la ruptura con Roma se podía considerar con frecuencia
como una especie de liberación de la dependencia extranjera. Por otrá
parte, la Iglesia romana era rica. Romper con ella significaba
asegurarse la entrada en posesión de los bienes eclesiásticos. Esas
fueron las razones de que el movimiento pro-luterano se extendiese
rápidamente. En 1524, la ciudad de Nuremberg se pasó a la «Reforma». Más
tarde, el movimiento se enseñoreó de Alsacia y de Suiza. Ello significó
el final de la unidad en torno a Roma.
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