"Lo que conocemos es una gota de agua, lo que ignoramos es el océano"".
Esta modesta cruz de piedra se ubica en Hendaya, una región de Francia fronteriza con España, junto a la iglesia de San Vicente. Históricamente esta localidad es conocida por ser el punto donde se entrevistaron Hitler y Franco en 1940.
Esta sencilla pero curiosa cruz, según los expertos, predice que el Apocalipsis será en la fecha próxima del 2016, y constituye por sus decoraciones simbólicas, un singular monumento del milenarismo primitivo. El origen es totalmente desconocido,
nadie sabe con certeza la antigüedad de esta columna, pero se estima la
época de su construcción entre los siglos XVII o XVIII.Desde tiempos de antaño, esta singular construcción cautivó a varias personas, una de ellas, un alquimista llamado Fulcanelli, quien también se ve envuelto en un velo de misterio. Fue un autor desconocido de libros de alquimia, llegándose a pensar que era el nombre bajo el cual se ocultaba un grupo de alquimistas.
Sin duda el libro más conocido fue “Las moradas filosofales”, por ser considerado un libro base para conocer estas ciencias ocultas. Este personaje fue mencionado por Jacques Bergier, quien formó parte de la inteligencia de los aliados, en su libro “El retorno de los brujos”.
Ahí se menciona que Fulcanelli fue perseguido por los servicios aliados, entre las dos Guerras Mundiales, ya que se creía que poseía conocimientos de cómo funcionaba un reactor nuclear. Nunca fue encontrado, por lo que se dice que los servicios de inteligencia, recopilaron todo escrito referente a la alquimia. Debo recordar que según la esposa de Einstein, él frecuentaba libros de alquimia, por lo tanto hasta a los grandes genios, les intrigaba el tema.
Durante uno de sus viajes, Fulcanelli, se encontró con esta cruz, publicando sus estudios de los simbolismos y revelaciones cataclísmicas en su obra “El misterio de las catedrales”. En su penúltimo capítulo nos habla del oscuro artífice y sus imágenes que encierran una ciencia profunda y conocimientos astronómicos.
Este mensaje fatalista se encuentra codificado en el pedestal de la columna y la propia cruz.
En cada una de las cuatro caras del zócalo, existen distintos símbolos:
En el primer frontal aparece la imagen del sol con rostro humano con 16 rayos, rodeado de cuatro estrellas con tres puntas;
En el siguiente, se representa a la luna menguante con rostro humano;
La tercera cara muestra una estrella de ocho puntas, que podría significar la regeneración o Venus;
Y en la última, está grabado un círculo ovalado, dividido perfectamente en cuatro, donde en cada espacio aparece una letra A, representando las cuatro eras de la humanidad: Oro; Plata; Bronce; y la de Hierro, es nuestra actualidad.
En el brazo transversal de la cruz, están esculpidas en relieve y en dos líneas paralelas, la siguiente inscripción:
O C R U X A V E S
P E S U N I C A
Ciertamente se asemeja a una frase típica de su tiempo: “O crux ave spes unica”, que significa “La cruz es la única esperanza”. Pero la inscripción hace una separación notable entre las palabras y Fulcanelli predice que el autor del tallado hizo ésta diferencia a propósito, para darnos a entender otro significado.
Por ejemplo la letra S, se considera el rastro helicoidal del sol llegando al punto culminante en su curva a través del espacio, al producirse la catástrofe cíclica. Además la S, adopta la forma de una serpiente, lo que se atribuye a un simbolismo que representa a la bestia del Apocalipsis: un dragón que vomita, en los días del Juicio Final, fuego y azufre sobre la creación macro cósmica. Gracias al valor simbólico de la letra S, desplazada adrede, comprendemos que la inscripción debía expresarse en lenguaje secreto, a través del latín, lengua de los diplomados.
Esta inscripción también corresponde al anagrama latino “Orcus ave pus e canis”, que significa Señor de los Muertos. La palabra Orcus equivale a Osiris, por lo tanto una posible traducción sería “Destrucción Cíclica, salve desde el Can”, tomando en cuenta que O Crux, se entiende simbólicamente como una destrucción cíclica. Si comenzamos a unir los legados de distintas culturas, nos daremos cuenta que “Sirio”, se ha encontrado en todas las religiones de la antigüedad, en especial por los egipcios, quienes lo asociaban al Dios-Hombre Osiris (Señor de los muertos).
El haber separado la palabra “Pes”, que significa pie, nos da a entender que en la base de la cruz, se descifra la fecha del fin del mundo.
Al reverso de la cruz también existe otra inscripción: INRI (“Iesus Nazarenus Rex Iudeorum”, Jesús de Nazaret, Rey de los Judíos). Sin embargo Fulcanelli le da otro significado “Igne Natura Renovatur Integra”, que significa “La Naturaleza se Renueva íntegramente en el Fuego”, porque es por medio del fuego que será puesto a prueba nuestro mundo.
¿Pero cómo esto lo relacionamos a la fecha del 2012?
Hoy en la actualidad, el trabajo de Fulcanelli fue estudiado por dos especialistas en ciencias esotéricas: Jay Weidner y Vincent Bridge, quienes dedujeron que el fin de los tiempos tendría lugar tal año, ya que los grabados en el pedestal de la cruz podrían significar que cuando el Sol, la Luna y las estrellas se alineen, llegará el fin de los tiempos.
Ellos plantean como esencial: “Su simbología revela una época de destrucción sobre un periodo de veinte años antes de comenzar con el equinoccio de otoño de 2002, cuando la alineación planetaria y solar forme una cruz de ángulos rectos. El punto culminante se sitúa en el solsticio de invierno de 2016″. Estos investigadores plantearon su teoría, en la publicación de “Los misterios de la Gran Cruz de Hendaia”.
Algo singular relacionado a su teoría, es que durante el siglo XXI, se aproxima el tránsito del planeta Venus por delante del sol, visto desde la tierra, lo que significa que estos tres cuerpos se encuentran alineados. Este suceso de Venus, se divide en cuatro tránsitos de un periodo de 243 años, con intervalos entre cada uno de 105,5; 8; 121,5 y 8 años. Se suelen considerar los “pares” de tránsitos que se producen en un intervalo de 8 años. Esto tiene total relación al recordar que en la cruz de Hendaya, el símbolo del sol se encuentra opuesto a la estrella de Venus. Este evento tendrá lugar el próximo 6 de junio de 2016 y se apreciará un disco circular muy negro.
En conclusión la Cruz Cíclica de Hendaya se podría considerar una declaración de la Piedra Filosofal, ya que presenta el éxito de un alquimista desconocido, pero también forma parte de un aviso sobre los acontecimientos mundiales que nos han afectado y pronto afectarán nuestro planeta lo que implica que podríamos estar viviendo los últimos días de nuestro mundo, antes de que la naturaleza se “destruya o renueve” totalmente a través del Apocalipsis.
© Guenevere Aguirre
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