Diablos Danzantes de Yare
Con la llegada de los colonizadores españoles al continente
americano empezó el tan conocido mestizaje de culturas, el cual lleva
inmerso aquel sentir religioso y espiritual, en la eterna
búsqueda del Padre del Cielo y La Tierra. Para entonces era
costumbre que los españoles entre sus principales metas al conquistar
territorios extranjeros implantaran la religión católica, su
principal dificultad era toda la variedad de razas producto del
mestizaje y de los intercambios culturales a nivel mundial, las razas en
tiempos de la colonia se podrían dividir en dos grupos:
Razas Puras (Blancos, Indios y Negros) y Mezcla (Zambos, Mestizaje y
Mulatos). Para tener mayor información de lo aquí expuesto se grafica a
continuación el siguiente recuadro.
Y es a raíz de esto, que nace en América ese sentir con toques del
Continente Africano, los cuales contribuyeron en lo que es hoy los
Diablos Danzantes de Corpus Christi, se debe mencionar que
estas últimas dos palabra significa “cuerpo y sangre de Cristo”.
La primera celebración de hábeas Christi en Venezuela tuvo lugar en la Ciudad de Coro en el año 1582, con procesiones dentro de la iglesia que estaba alfombrada, al mejor estilo Español de la época; con hierbas aromáticas y flores. Luego en 1590 se realizaron las fiestas de hábeas Christi en Caracas, a partir de esta data sus características dependieron de las disposiciones de fondos públicos para costear la celebración en la que participaban todos los sectores de la población: Indígenas, europeos, africanos y sus descendientes que constituyeron hermandades y cofradías para dar brillo a los actos de homenaje a sus santos patronos. Estas fueron las únicas formas permitidas de asociación de indígenas y africanos, por lo que en ellas se desarrollaron lazos de solidaridad y amistad, que se verían reflejados en la cultura venezolana.
Los Diablos Danzantes se celebran desde el siglo XVIII, en un
pequeño pueblo del Estado Miranda, llamado San Francisco de Yare, esta
fraternidad es la más vieja y de seguro la mas organizada de
Latinoamérica, lo más bonito de las fiesta es ver a los Diablos
Danzantes bailando por las calles del poblado al son del tambor, para
luego arrodillarse al frente, en la entrada de la iglesia
principal, ubicada en el Casco Central del Pueblo, el templo lleva
como nombre Iglesia San Francisco de Paula, al arrodillarse muestran
respeto a Dios, escenificando la rendición del mal ante los
pies de Cristo, mientras el sacerdote los bendice, culminando esta
celebración cuando la iglesia al final de la tarde hace sonar las
campanas.
La preparación para las celebraciones de los Diablos Danzantes de
Yare comienza un martes, esta ceremonia previa consta de velorios, que
son animados con rezos, decimas, rosarios y cantos de
fulias para que el jueves de Corpus Christi se inicie el ritual como
es costumbre. Primero los capataces y arreadores junto a los
promeseros, danzan la bamba (una especie de baile ceremonial,
mucho más respetuoso que el tambor), estos deben tener las máscaras
hacia abajo, ya que no pueden subir la cara ni mirar al Santísimo
mientras bailan, hasta caer de rodillas, comenzando a orar en
las puertas de la Iglesia de San Francisco de Yare, allí el
sacerdote los bendice y da el permiso para que la danza de inicio a la
ceremonia. Es importante resaltar que aparte de estas
actividades realizadas en San Francisco de Yare, también se
desarrollan de forma simultánea otras diabladas como los Diablos de
Tinaquillos, Diablos de Chuao y Diablos de Naiguatá. Sus
vestimentas son muy similares a la usada por los yarenses.
Los Diablos Danzantes deberán bailar ante 41 altares ubicados en los
alrededores del Casco Central de Yare, mientras los devotos se
agruparan en la Cruz Verde, que se encuentra en el Sector El
Empedrado, donde comienza el recorrido nuevamente, esta vez en
compañía de una medalla sagrada, que a pesar de no representar el
Santísimo Sacramento lleva consigo un valor espiritual
enorme.
La medalla data del año 1911, cuando el Arzobispo de Caracas; Juan
Bautista Castro congrego a todos los sacerdotes de los pueblos del Tuy
en la ciudad capital, el motivo de este llamado era
realizar una condecoración, que coincidió con la celebración del
Corpus Christi, lo que dejaría al pueblo sin párroco, impidiendo el
inicio de actividades, por lo que el Arzobispo motivado por la
gran angustia de la diablada decide pedirle a los promeseros que
reciben la condecoración y venerarla como si fuese el Santísimo, esta
petición aun se mantiene vigente entre los fieles. Para
iniciar el velorio los Diablos recorren las casas del poblado en
busca de alimentos, esta tradición fue iniciada por la señora Margarita
Cádiz, presidenta de la Cruz de Mayo, y la mantuvo vigente
la señora Cayetana Valdez, primera capataz de los Diablos Danzantes
de Yare desde el año 1942, lamentablemente ella murió en el año 2013.
Es importante relatar que antes de entrar a escuchar la misa
oficiada por el Arzobispo de los Teques, los Diablos dan la vuelta a la
iglesia en dos ocasiones.
Al concluir el culto se juramentan los nuevos promeseros, para
trasladar en procesión a la imagen de Jesús Vivo, a la cual los Diablos
Danzantes rinden tributos con sus bailes antes de devolverla
a la Iglesia, y posteriormente dirigirse al Sector El Empedrado para
comer en compañía de los lugareños un platillo venezolano, como lo es
El Mondongo.
Entre los instrumentos utilizados se encuentran las maracas, las
cuales eran utensilios de los chamanes aborígenes y es llevado en la
mano derecha por los promeseros para de esta forma ahuyentar
el mal, impidiendo la intervención en el ritual. El tambor,
encargado de anunciar la salida de los Diablos, además de acompañar la
procesión, también es llamado caja o redoblante, representando
el origen africano. La cruz, usada como protección, simboliza los
cuatro puntos cardinales y la unión de los opuestos; el cielo y la
tierra se reconcilian en la cruz. También se puede observar
como accesorios el Cencerro, una especie de campana pequeña que va
atada a la cintura, dicen que al sonar alejan las malas influencias. El
látigo, símbolo de autoridad de los capataces para
infundir respeto dentro y fuera de la cofradía. Por su parte, el
instrumento denominado cuatro es utilizado en 4 de las cofradías del
Estado Aragua, sirve para marcar el ritmo de la danza, como
instrumento representativo de nuestra música venezolana.
Los Diablos
Danzantes de Corpus Christi forman
parte junto con otras 11 cofradías de Venezuela, de la
Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad que
decreta la Organización de la Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y la Cultura (UNESCO),
en París,
el 6
de diciembre del
año 2012.
Cada
una de estas tradiciones, que hoy son Patrimonio Cultural Inmaterial de
la Humanidad, constituyen una expresión profunda de la venezolanidad
y nos hacen sentir complacidos de nuestra condición de pueblo
multiétnico y pluricultural, perseverante y hermanado en la
diversidad, siendo una de las prácticas culturales de mayor arraigo y
trascendencia. El Corpus Christi se celebra noveno jueves después del
Jueves Santo.
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