Ramón Blanco
Constructor de Instrumentos Musicales de Cuerdas
Constructor de Instrumentos Musicales de Cuerdas
El cuatro de concierto. $u origen.
Al Cuatro Venezolano se le ha hecho, a través
del tiempo, varias modificaciones con respecto a la cantidad de cuerdas,
de acuerdo a la clase de música que se ha querido ejecutar: joropo,
golpe, etc., pero siempre había mantenido el mismo número de trastes:
inicialmente 12 y 14.
Con la inquietud de conseguir mayores posibilidades
para su ejecución, el Dr. Rafael Casanova, en 1974, siendo todavía un
estudiante de medicina, pero ya notable ejecutante del Cuatro, me
preguntó si sería posible añadirle tres trastes más al instrumento, pero
fuera de la caja armónica.
Cuando perfeccionaba su ejecución con el Maestro Fredy
Reyna, éste le había comentado acerca de esos trastes encima de la caja
armónica; pero no había pasado de un comentario. La pregunta del
entonces estudiante de medicina, Rafael Casanova, fue de si también el
Cuatro podría mantener su tamaño promedio -sabemos que hay varios, pero
con una mínima diferencia en su tamaño y forma (figura)-. El único
cambio consistió en hacer unos centímetros más largo el diapasón.
Cuatro Venezolano
Era muy importante la posición del puente encima de la
tapa. Al ser más larga la distancia entre éste y la cejilla, escogí una
que, al mismo tiempo, sirviera para el calibre de las cuerdas
tradicionales y para otras que él quería utilizar. Rafael usaba, tanto
la afinación tradicional (La, Re, Fa#, Si) como la "octavada" del
profesor Reyna (Sol, Do, Mi, La) y la "octavada" de él mismo (Re, Sol,
Si, Mi). Pospuse ese encargo por un tiempo, pues tenía otros trabajos
que realizar.
El primero de Septiembre de 1975, le entregué el Cuatro
al Dr. Casanova para su, o no, aprobación. Al día siguiente regresó a
mi taller, para decirme que estaba completamente satisfecho. Lo había
probado y mostrado a varias personas; entre ellas a su amigo y colega el
Dr. Ivan González, quien inmediatamente me encargó otro instrumento. A
partir de esa fecha se fue popularizando este modelo hasta el presente y
ha servido para que nuevos estudiantes llegaran a ser unos
extraordinarios ejecutantes, que no hubieran podido desarrollar tales
facultades, sin esos "simples tres trastes adicionales"
Siempre queda la posibilidad de seguir buscando más
"novedades", pero una vez más, esos tres trastes adicionales, sirvieron
para que el Cuatro, en manos de verdaderos virtuosos, pudiera ser
acompañado por una orquesta sinfónica; y haberse salido de la
interpretación de solamente la música tradicional. Igualmente ésta, con
el "novedoso" instrumento, ha encontrado a la vez, nuevas variantes y
formas de expresión.
Este es el origen del Cuatro de Concierto que, por mi parte, cuando me encargaban uno, lo nombraba -y lo nombro- "Modelo Casanova".
HISTORIA DEL CUATRO VENEZOLANO
Sobre el cuatro se han dicho muchas cosas pero no todo el mundo está en condiciones de hablar sobre él. Por su importancia para la identidad popular, seria deseable un conocimiento mas amplio.
El cuatro llega a España en manos de los sapientes árabes. Sin que los estudiosos lo hayan sobresacado en sus estudios mas serios, debemos por ahora apegarnos a la historia de la guitarra actual como una manera de encontrar elementos para la del cuatro. El origen de aquella se expresa en dos teorías: que nace en el Próximo Oriente o que deriva de la Fidícula, un pariente cercano de la Rota Gálica que nace, a su vez, de la Lira Griega. Su nombre fue Qitara, árabe, trascripción libre de Kithara, vocablo griego. Para el s. XII podían distinguirse dos tipos de guitarras: la morisca, familia de mandolas y laúdes y la latina.
Esta produjo la vihuela, de posición social aristocrática, dotada de seis cuerdas, y la guitarra, con cuatro cuerdas, de tamaño menor y usada por el pueblo, y cuyo nombre y uso fue el que prevaleció a comienzos del s. XVII. En su desarrollo, la vihuela se tocaba indistintamente con pajuela (v. de péndola o peñona) y con los dedos (v. de mano). El perfeccionamiento de esta técnica punteada, favoreció el juego polifónico. En España, una de las madres de nuestra cultura, la guitarra de cuatro ordenes se impuso en el siglo XVI resplandeciendo en extensión y uso en el siglo XVII. Antes, sin embargo, el Maestro de Capilla de los Reyes Católicos, Salinas, añadiría al instrumento una quinta cuerda y a comienzos del Siglo XVII Vicente Espinel agregó la sexta, llamada bordón o espinela. En el s. XVIII se la consideró instrumento plebeyo y se la apartó de la música aristocrática. Resurgirá a principios del XIX pero con cambios sensibles: el Hermano Basilio, monje cisterciense del Convento de Madrid, y que fuera maestro de la reina Maria Luisa, esposa de Carlos IV, elevó a siete el numero de cuerdas haciendo revivir la antigua técnica del punteado que había sido sustituida por lo que se llamó el "rasgueado populachero". Algunos datos sobre la afinación indican que a comienzos del s. XVII existía una guitarra con cuatro cuerdas afinadas en DO,FA,LA,RE o en FA, SI, RE, SOL. Antonio Lauro apunta una antigua afinación en LA, RE, FA#, SI y otra en SOL, DO, MI, LA. Las cuatro formas son del tipo ascendente, en tanto que la actual LA, RE, FA#, SI Octava baja, es de carácter descendente. Esta afinación, que se conoce popularmente con el nombre CAM-BUR-PIN-TON, es la mas extendida en Venezuela.
Autores como Hernán Gamboa acallan voces agoreras sobre la falta de creatividad de nuestro pueblo y no conforme con difundir el cuatro como se conociera, lo han elevado a las alturas de la orquesta, a la magnificencia de su "rasgapunteo" y uno dice: Gracias, gracias por su labor, gracias les dan los niños, y gracias decimos quienes trabajamos por la cultura popular porque con su labor enriquecen la noble argumentación que fortalece y dignifica a Venezuela en su pueblo.
RAFAEL STRAUSS K. ... Antropólogo
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