La historia cuenta que el granjero Ho Khanh caminaba por la zona del parque nacional, lo había hecho muchas veces, por lo que no ponía atención a sus alrededores. De repente, cuenta que vio como frente a él se abrió repentinamente la tierra, para luego asomarse y encontrar la cueva, quedando obviamente asombrado por sus dimensiones. Dijo que era todo maravilloso porque nunca en su vida había visto algo así. Todo esto sucedido en 1991.
Aunque ese día la información solo se la dijo a los lugareños, quienes no pudieron obviamente explorarla por falta de herramientas. Los años pasaron y la cueva seguía inexplorada, pues fue hasta el 2009 que se exploró por primera vez. A continuación las imágenes.
Por lo general las cuevas encontradas en otros sitios tienen estatuas o pinturas prehistóricas, signo de que alguna civilización estuvo o vivió por esos rumbos. Pero en este caso, esta cueva no tiene nada de eso, algo que dice que ha estado oculta millones de años. Increíble, ¿no?
Como habrás podido ver, la cueva tiene un gran precipicio, y eso fue lo que al principio dificultó a muchos aventureros a explorarla. Además, cuando se va descendiendo, el aire proveniente de adentro dificulta su descenso.
Unos de los primeros exploradores fueron Howards y Deb Limbert, quienes al recorrer la zona se encontraron con selvas a las que llamaron “Jardín de Adam”, estalagmitas de 70 metros, miles de perlas formadas de sales de calcio, y una gran muralla al final de unos 60 metros que impidió su avance.
Catalogaron al sitio como un mundo totalmente nuevo, siendo para ellos algo impresionante y agradable, y creemos que lo es.
No hay comentarios:
Publicar un comentario