! UNET A NO$OTR@$ INVIERTE $EGURO CON GARANTIA Y $EGURIDAD ¡

sábado, 30 de abril de 2016

EL GURI (REPRE$A) MA$ QUE ELEKTRIXIDAD ! VENEZUELA TODAY ¡ => LA REPRE$A MA$ GRANDE DEL MUNDO DE ORO Y DIAMANTE A GRANEL... TRAIDA POR LO$ $EDIMENTO$ DE LA$ COTA$ $UPERIORE$ ¡ LA VERDAD O$ $ERA REVELADA ¡ ... PA K MA$$$ ¡

ImagenEsta es la zona y totalmente deforestada desde Brasil, Guyana y Venezuela, esto trae como consecuencia el arrastre de sedimentos y la perdida de garantía de agua dentro del embalse.

Así que también tenemos problema de retirada de las lluvias que se van a presentar en los próximos años.
ImagenSABIAS QUE VENEZUELA TIENE:
1- La reserva de PETRÓLEO certificada más grande del mundo 30 veces superior a la misma Arabia Saudita
2- La segunda reserva de GAS más grande del mundo
3- Se posicionó como segundo país con las reservas de AGUA DULCE más grandes del globo terráqueo
4- este año 2016 se reveló el hallazgo de lo que podría convertirse en La reserva de ORO más grande de la tierra
5-Tiene la reserva de COLTÁN más grande del planeta tierra, mejor conocido como Oro azul o mineral de la muerte cuyo valor podría superar el valor del oro por ser indispensable para el desarrollo de la tecnología y nano tecnología presente y futura.
TODA E$TA RIQUE$A E$ DE TOD@$ L@$ VENEZOLAN@$ NO DE UN GRUPITO O UN REYE$ITO... POR E$TO Y MUCHO MA$....

OPERACION CAURA EN MINA DE FARINERO

 

La fiebre del oro arrasa la selva

Una red entretejida por mineros, militares, políticos y civiles alimenta la extracción ilegal de oro y causa graves daños ambientales en el estado Bolívar, la región donde convergen las fronteras de Venezuela y Brasil. Este trabajo, publicado en el suplemento Siete Días del diario El Nacional en mayo de 2010, acaba de obtener el tercer lugar en el II Concurso Nacional de Reportajes de Investigación Periodística del Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela.
FOTO: RAÚL ROMERO.
“Aunque nacimos sobre oro y diamantes, no podemos mandar a nuestros hijos a las universidades”. Julio Abreu suelta la frase mirando fijamente el río Caura. Está sentado bajo un bohío que sirve de merendero a los pescadores y visitantes del puerto de Maripa, en el estado Bolívar, adonde llegó en 1999 proveniente de la Gran Sabana. Hace unos meses (en mayo de 2010), el lugar también era la puerta de entrada y salida de los mineros que querían probar fortuna en el Alto Caura. Un plan militar de desalojo de la minería ilegal ha frenado, por los momentos, el tránsito de personas, víveres y combustible de contrabando que distinguían al amplio terraplén.
Abreu es pemón del sur de Bolívar. Ha sido minero, comerciante y agricultor. A los cincuenta y cuatro años de edad se lamenta de que “la bulla” -el nombre que recibe la inmigración súbita a una mina recién descubierta- haya sido acallada por los militares. “¿Cómo hago ahora si no puedo ir a la mina? Al principio, vivíamos tranquilos, porque la naturaleza era nuestro mundo. Con la llegada de la civilización, su educación y servicios de salud, nos vimos en la necesidad de trabajar en la minería”.
Abreu es una de las quince mil personas que viven alrededor de una economía basada en la minería ilegal en la última cuenca hidrográfica virgen del país. Su valor radica en que en su territorio –cinco por ciento del país- se encuentra diecisiete por ciento de la flora nacional y treinta y dos por ciento de las especies animales registradas.
“Hasta hace poco la cuenca del río Caura era considerada como una de las pocas del mundo con una superficie tan extensa (4.587.000 hectáreas) que aún estaba en condiciones relativamente prístinas”, dice Luis Jiménez, biólogo director de Phynatura, una organización no gubernamental que realiza estudios en el Caura.
 La cualidad se ha ido perdiendo, dice, debido a la reciente intervención minera ilegal en las márgenes del río, así como en las cabeceras del Yuruaní, un afluente del Caura.
“Con la finalidad de extraer oro aluvional, talan y deforestan el bosque en dimensiones mayores a tres hectáreas por cada corte. Utilizan motobombas que cortan la tierra a presión y lavan completamente los suelos”. Es un daño que contribuye al calentamiento global y al cambio del régimen de precipitaciones que sustentan la represa del Guri, donde se genera casi setenta por ciento de la electricidad de Venezuela.
Además, los trabajadores utilizan mercurio para separar el oro del material arenoso que viene con la extracción. El metal -llamado azogue por los mineros- y los combustibles de las curiaras también contaminan las aguas del río. Todo esto ocurre a pesar de que la zona cuenta con cinco figuras legales de protección ambiental, la primera de ellas declarada en 1968 y la última en 1991.
Infeliz coincidencia. Especialistas del Caura y habitantes de Maripa, el pueblo más grande cercano al río, coinciden en que “la bulla” en la zona se inició en 2006, cuando un grupo de indígenas ye’kwana regó la voz de que había oro cochano en el río Yuruaní. Antes de eso la minería era actividad complementaria de los campesinos de la zona durante el invierno, señala Alejandro Lanz, director del Centro de Investigaciones Ecológicas de Venezuela. “Iban un mes a buscar oro y regresaban a sus labores”.
Los indígenas ye’kwana y sanema también “lavaban arena”, indica Jiménez. “Pero lo hacían como quien recurre a una caja de ahorros: en casos extremos. Por ejemplo, cuando necesitaban comprar un motor para una curiara”.
“Era muy fácil. En un ratico podía recogerse medio kilo porque el río todavía botaba oro cochano”, dice un ye’kwana que pidió mantener su nombre en reserva. La forma sinuosa de los caños del Caura permite la formación de remolinos de agua. Los lugareños sólo tenían que hacer pozos en las márgenes del río y esperar un rato, para después pescar en el fondo el metal precioso.
Pronto irrumpió la codicia entre los indígenas más transculturizados, afirma Jiménez. Muchos pensaron que sería un fenómeno localizado, como Nalúa Silva, antropóloga de la Universidad Nacional Experimental de Guayana, pero dos hechos registrados en el mismo año complicaron la situación.
“La bulla” coincidió con el desalojo de mineros de La Paragua en 2006. “Era previsible que hubiera un movimiento poblacional hacia el Caura, y así lo alertamos al Ministerio del Ambiente”. Pero no hubo correctivos y lo que nunca había ocurrido, sucedió. “Los mineros que habían sido evacuados del Caroní y La Paragua se mudaron al Caura”. Llegaron entre tres mil y cuatro mil personas”, cuenta Silva.
Ese mismo año, a esta situación se sumó la llegada de guyaneses y brasileños. La actividad de estos últimos fue ilegalizada por el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, quien entregó títulos de propiedad colectiva a los indígenas de una zona del Roraima, departamento fronterizo con el estado Bolívar.
Otro elemento que fomentó “la bulla” fue el precio del oro, que subía aceleradamente. Entre 2005 y 2010 aumentó de 444 dólares a 1.249 dólares la onza. “Aquí llegué a hacer sesenta ‘gramas’ (gramos) en un mes”, expresa Jonny García, de veintinueve años de edad, en el muelle de Maripa. “Fueron como doce mil bolívares, pero se me fueron rápido”.
“Todo esto confluyó y se produjo una invasión masiva al Caura”, agrega Silva. No hay datos oficiales, pero Carlos Villegas, médico del ambulatorio de Maripa, calcula que cerca de cinco mil mineros estaban en la zona antes del actual desalojo.
En 2008, después de que las vetas que se encontraban en las márgenes del río habían sido explotadas, los mineros se adentraron en el bosque. “Cuando limpiaron todos los pozos, metieron máquinas”, recuerda un lugareño del Alto Caura, que no quiso identificarse. Los “cortes” o espacios de trabajo de la mina alcanzan los mil metros cuadrados de extensión y hasta tres metros de profundidad. No son tan extensos como al oeste y sur de Bolívar, “pero podrían llegar a serlo si no paramos la situación”, alerta Silva.
El Caura no daba diamantes, como sí la cuenca del Caroní y la zona del río Cuchivero. “Quien encuentra uno, se lo lleva y más nunca regresa a la mina, porque valen muchísimo”, indicó Luis Gómez, vecino de Maripa, quien ha trabajado en varias minas del estado.
Red de corrupción. En los pueblos cercanos al Caura, los vecinos, que prefieren no identificarse por miedo a las amenazas, aseguran que los militares apostados en la zona -adscritos a la Guardia Nacional y el Ejército- les quitaban cincuenta gramos de oro semanales a cada “compañía”, nombre que recibe el grupo de cinco personas dueñas de los motores e implementos que operan en una mina. “Al que no pagaba, lo sacaban”.
Se escuchan apellidos y apodos de tenientes, capitanes y generales como los actores de una red de extorsión que se desenvuelve sin cortapisas entre El Playón (puesto militar al margen del Caura), Caicara del Orinoco y Ciudad Bolívar.
La memoria es clave para los militares transgresores, que tienen un lema para “las vacunas”: “Si no te olvidas de mí, yo me olvido de ti”. Otra consigna común es “todo lo que flota paga”. Quien la acata puede movilizar dragas, combustible, motores, mangueras, víveres, herramientas y balsas a lo largo de los ríos Caura y Yuruaní sin mayor dificultad.
También hay señalamientos contra políticos locales, militares retirados y empresarios que alimentan la economía de la extracción ilegal a través de la compra de negocios de víveres, talleres mecánicos o ferreterías que dan servicio a los dueños de los campamentos mineros.
Muchos compran oro a los mineros (a doscientos bolívares el gramo) y lo revenden en Ciudad Bolívar y Puerto Ordaz (hasta en doscientos sesenta bolívares el gramo).
Otra fuente de corrupción es el tráfico de combustible (diesel y gasolina), que está regulado por ser el estado Bolívar una zona fronteriza. Sólo pueden comprar quienes tienen un permiso gubernamental que establece un cupo.
Muchas pequeñas empresas -agropecuarias o comerciales- y cooperativas -como las Zamoranas- venden su cupo (que varía entre diez mil y treinta mil litros al mes) a las “compañías” mineras o a individuos que trafican hacia las minas. Un tambor de gasolina de doscientos litros, que cuesta treinta bolívares en la estación de servicio, lo venden entre doscientos cincuenta y mil bolívares. Algunos pescadores artesanales, como Ramón Mejía, compran un tambor cada tres días a trescientos bolívares. “Este es el problema más grave para nosotros. Si no pagamos ese precio, no podemos trabajar”, dice. Y solicitar un cupo, agrega, es muy engorroso. Una parada en alguna estación de servicio cercana al Caura permite observar a militares custodiando el llenado de tambores de gasolina y transportándolos en vehículos no oficiales.  
Selva asediada. A casi cuatrocientos kilómetros al sureste del Alto Caura, cerca del río Icabarú y de la frontera con Brasil, se encuentra el campamento minero de Fariñeros. O lo que queda de él. A inicios de mayo de 2010 el Ejército destruyó las casuchas de madera en las que habitaban cerca de mil quinientas personas, entre ellas familias con infantes y recién nacidos. Para los ecologistas y científicos expertos en la Amazonia, Fariñeros es un espejo de lo que pudiera ocurrir en el Caura si la minería no se detiene a tiempo.
 La devastación se extiende a través de nueve hectáreas. La mina, ya abandonada, tiene una profundidad de al menos treinta metros. Los accidentes son usuales, así como las muertes por paludismo y leishmaniasis. “Por allá atrás hay un cementerio”, indica Rogelio Sucre, indígena pemón de veinticinco años de edad, que vive cerca del lugar y lamenta la salida de los mineros: “Podíamos comprarle de todo”. Fueron desalojados por los militares y sus implementos de trabajo retenidos y destruidos, como lo ordena la Ley de Penal del Ambiente.
A media hora en helicóptero está la comunidad de indígenas pemones de Parkupí. Cerca de ciento cincuenta mineros desplazados de las minas se encuentran varados a la espera de transporte, pues el plan militar no preveía evacuación. Eduardo Monteiro, de treinta años de edad, tiene paludismo, algo que para él no es nuevo. Ha padecido la enfermedad veintidós veces. Tenía tres días esperando por una curiara para trasladarse a Santa Elena: “No quieren pasar porque le temen a los militares”.
“Volví a la mina porque la necesidad llama”, afirma. Tiene dos hijos de ocho y cinco años de edad y es técnico medio en zootecnia. Trabajó en Trujillo como piscicultor y en el Ministerio Indígena en Santa Elena. También fue integrante de un consejo comunal. “Ahora no sé qué voy a hacer. Hay mucha política y poca ejecución”.
Moraes Dos Santos, de treinta y nueve años de edad y oriundo de Marañón (Brasil) pide que lo devuelvan a su país. No tiene documentos de identificación y tiene miedo del operativo. “En Brasil nos prohibieron las minas. Por eso vine para acá”. Tenía un año trabajando en Bolívar. “Aquí no estamos construyendo patrimonio. Sólo lográbamos lo justo para sobrevivir”.
Las mujeres también defienden el trabajo en la mina. Unas cocinaban, otras lavaban, algunas excavaban. También había trabajadoras sexuales. Julia González, oriunda de Cali, de nacionalidad venezolana y de cuarenta y cuatro años de edad, defiende a sus compañeros. “Mi familia son los mineros. Nunca me han dejado morir. La vida aquí es dura. Se dice que hacemos mucho dinero, pero no. Deberían ver cómo es de duro trabajar en un corte. Sabemos que lo que hacemos con el ambiente es ilegal. Pero no somos delincuentes”.
Los soldados que participaron en la operación de desalojo no opinan lo mismo: “No tienen conciencia del ambiente. Son unos depredadores y se gastan el dinero en alcohol y sexo”.
Los pequeños mineros son los únicos con rostro, nombre y apellido. Los financistas, que montaron y dirigieron el campamento, así como quienes permitieron el ecocidio desde la institucionalidad, brillan como el oro en Guayana. Pero por su ausencia.

***
La hora de wiyu
La zona del Caura vive un choque cultural. A diferencia de otros grupos indígenas de Bolívar, los ye’kwana rechazan la minería ilegal. La razón es que wiyu, la serpiente acuática, está vigilante.
El sistema de creencias de esta etnia se basa en que todos los accidentes geográficos tienen un espíritu guardián. El del río Caura es wiyu, la gran serpiente dueña de todas las riquezas, desde los diamantes hasta las lajas. Si un ye’kwana le quita algún elemento al río o al bosque, debe llegar a un acuerdo con el espíritu de las aguas. Si no, wiyu reacciona enviando enfermedades y muerte, como le ha sucedido a los indígenas que comercian y trabajan en las minas.
“Esa es la gran pugna que se da con ‘la bulla’ minera”, indica Nalúa Silva, antropóloga de la Universidad Nacional Experimental de Guayana que ha estudiado las comunidades de la región durante veinte años. “Hay pequeños grupos de indígenas que al ver a los ‘criollos’ en labores de minería y comercio sin que aparentemente les suceda nada, se rebelan contra los líderes ancianos. Comienzan entonces a cuestionar sus creencias y dejan de temerle a wiyu“.
Los indígenas, con el tiempo, han pasado a integrar la cadena del fenómeno minero, ajeno a las culturas autóctonas de Guayana. “El oro que los españoles venían buscando en la época de la conquista era el de los muisca en Colombia. Los hallazgos arqueológicos que se encuentran en Guayana son la cerámica y las hachas de piedra”, dice Silva.
Ahora ellos son los baquianos de la zona, los que hacen el transporte de los víveres y personal de la minas, y edifican los churuatas. “En todas las sociedades existen transgresores, incluso en las indígenas”, afirma Silva. Pero la mayoría de los habitantes originarios –casi seis mil personas– se mantienen al margen y atribuyen a ese ser espiritual que llaman wiyu la irrupción de enfermedades como el paludismo, la leishmaniasis, esta última desconocida entre ellos hasta hace poco.
La estructura organizativa de los ye’kwana, expresa Silva, es más fuerte que la de los sanema y los hoti (subgrupo de los yanomami), que también habitan en la región. Y por esta razón han podido asumir una posición más combativa frente al problema. De hecho, desde 1993 los indígenas integran el movimiento Kuyujani, que hoy reúne a cincuenta y tres comunidades.
Originalmente, el Kuyujani nació “como un programa de largo plazo que tenía como propósito tratar con el mundo exterior”, señala Nelly Arvelo-Jiménez, antropóloga del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, en su texto “Kuyujani originario”, publicado por el Banco Mundial.
Arturo Rodríguez, integrante del Kuyujani en Maripa, indicó que celebraron una asamblea con las comunidades para abordar dos puntos básicos. “El primero, propiciar la reflexión entre los indígenas que participaron con los mineros. Y el segundo, mantener la posición de rechazo a la minería en la zona”.
Silva considera que las consecuencias de la explotación son graves. En primer lugar, señala, se debilitan los sistemas de autoridad tradicionales. “En el momento que entran los mineros, los jefes y chamanes son desplazados. Esto genera anarquía, anomia y desintegración social”.
De inmediato, las nuevas actividades rompen con el patrón de asentamiento de bajo impacto, como el conuco, la artesanía y el turismo ecológico. “Entonces los indígenas dejan de autoabastecerse y se hacen dependientes desde el punto de vista económico: lo compran todo”.
“Una situación dolorosa que estamos comenzando a observar es la prostitución entre las niñas y jóvenes indígenas, algo que no ocurría antes”, afirma Silva. También se ha registrado maltrato a los sanema, que tienen una organización social menos centralizada que los ye’kwana. “Es un sistema de patronaje casi esclavista por parte de quienes dirigen la minería. Eso atenta contra los derechos humanos”.
Desde el punto de vista legal hay una vulneración del capítulo VIII de la Constitución, que establece que los indígenas tienen derecho a que se le reconozcan sus tierras ancestrales, su forma de vida y su ambiente.
“Con la minería ilegal también se nos vulneran los derechos ambientales a todos los venezolanos. Tenemos la obligación de conservar los bosques y las aguas para las generaciones futuras, que padecerán aún más los efectos del calentamiento global que vemos hoy en día”.
Alerta sanitaria
El estado Bolívar encabeza la lista de las regiones del país con epidemia de paludismo. La enfermedad que Arnoldo Gabaldón erradicó a través de una campaña nacional de educación y fumigación durante los años cuarenta y cincuenta, aumenta de manera exponencial en la zona, entre otros aspectos por la movilización de la población a las minas.
Hasta el tres de abril se habían registrado 12.717 casos en el país, noventa y dos por ciento de ellos en Bolívar. La situación coloca al estado en una situación de alerta, señala Ricardo Alcalá, contralor de salud regional.
Carlos Villegas, médico del ambulatorio de Maripa, atiende a diez mil habitantes de la zona del Caura. “Con los mineros calculamos que la población llegó a quince mil. Aquí llegan los trabajadores de la minería con leishmaniasis que no se han curado. También deshidratados y con paludismo”.
Al otro extremo del estado, Pedro Clauteaux, médico destacado en Parkupí, en la frontera con Brasil, refiere la misma situación. Tuvo que atender a los mineros enfermos desalojados del campamento Fariñeros.
“En un día diagnostiqué dieciséis casos de paludismo, entre ellos un bebé de cinco meses y un niño de cinco años de edad. Hay individuos que les ha dado más de veinte veces y vuelven a la mina”. Reclama que en estas comunidades indígenas no hay medicamentos suficientes ni médicos itinerantes. La epidemia ha llegado a tal punto que se ha encontrado que la población ha desarrollado resistencia a los medicamentos tradicionales. Desde el 2009 el Ministerio de Salud entró en vigor un nuevo tratamiento.
EPÍLOGO
 La bulla continúa

Desde que se publicó el texto en mayo de 2010, varias de las fuentes que viven en la zona y que fueron consultadas para la elaboración del reportaje han sido amenazadas e incluso agredidas físicamente por grupos interesados en el negocio del oro. El efecto directo es que el trabajo de alerta ambiental que venían desarrollando algunas instituciones ha bajado su perfil. A la par, se han reportado más hechos de violencia relacionados con la actividad, y siguen explotando bullas en distintos lugares que suponen que la connivencia entre distintos actores –militares, políticos y económicos- continúa.  Así las cosas, Guayana sigue siendo un desafío para el periodismo venezolano.
Fabiola Zerpa es una periodista venezolana de amplia trayectoria en medios impresos. Desde hace unos años se especializa en periodismo de investigación y reportajes especiales, con énfasis en temas ambientales y economía, para el diario El Nacional.

miércoles, 27 de abril de 2016

VENEZUELA UNIDA TODAY: Firmantes del revocatorio: “Estamos cansados de la situación del país”


plaza_brion_colas_revocatorio_27abr2016 Lydnel Reyes / imagen cortesía @WillyMcKey / 27 abr 2016.- La oposición inició este miércoles la recolección de firmas para activar la solicitud de referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro. Cientos de personas hacían cola desde tempranas horas en la Plaza Brión de Chacaíto para firmar la planilla.


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Conversamos con los firmantes quienes nos dijeron que están cansados de la situación económica del país: “Vamos a irmar sin miedo para salir de el gobierno”.
“Necesitamos un cambio en el país. No tenemos alimentos. No tenemos medicinas y ya estamos cansados de esta situación. Queremos sacar a este gobierno porque estamos peor que en el Caracazo y necesitamos un gobierno que de soluciones”, señaló uno de los firmantes.
Por otra parte, una señora que hacia la cola para firmar nos dijo: “Estoy firmando porque este es un desgobierno, aquí no están gobernando. No hacen nada para mejorar la situación económica que estamos pasando. El revocatorio es la esperanza porque si ganamos la Asamblea también podemos lograrlo porque somos mayoría y hay chavistas que también están firmando a favor de que salga este gobierno”, señaló una de las firmantes.
Otros aseguraron que el revocatorio debe ser activado este mismo año.
“El revocatorio debe ser activado este mismo año, porque el año que viene ya no tiene sentido”, señaló un joven que terminaba de firmar.
A su vez, otro ciudadano manifestó: “estoy firmando por que quiero un cambio para mi país y me canse de hacer cola y de la inseguridad”.
Funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana y de la Policía Nacional Bolivariana se encontraban desplegados alrededor del centro de recolección de firmas en la Plaza Brión de Chacaíto.

TAVOLARA: El reino má$ pequeño del mundo

 



El reino más pequeño encontrado en una isla en el Mediterráneo, es conocido como Tavolar


Se encuentra al sur de la Costa Smeralda de Cerdeña. Esta isla se eleva desde el mar azul como una 
esculpida montaña.
En la isla no hay hoteles, ni carreteras y solo tiene una parte habitable de arena blanca. Antonio Bertoleoni, conocido como Tonino es un expescador y dueño del único restaurante de Tavolara. Tonino ha tenido esta mini-monarquia a su mando desde hace más de 20 años.El Reino de Tavolara celebró su 180 aniversaril, le precede a Italia por 25 años. La historia de esta monarquía tan pequeña, data de 1807, cuando el tatarabuelo de Tonino, Giuseppe Beroleoni, fue el primer colono en llegar a la isla deshabitada.
El inmigrante de Génova contrajo matrimonio con dos hermanas y buscaba un lugar en donde pudiera escapar de los cargos por bigamia. Pero no estaban solos en la isla, resulta que Giuseppe y sus esposas compartían la isla con una especie rara de cabra salvaje, con los dientes teñidos de amarillo dorado, así por el liquen y algas que comían.



El reino más pequeño del mundo Tavolara -2
Una especie rara de cabra salvaje habita Tavolara.
Esta noticia, sobre cabras de dientes dorados fue escuchada por el rey de Cerdeña, Carlos Alberto, quien quiso viajar a Tavolara para cazarlas en el año 1836. El hijo de Giuseppe, Paolo fue el encargado de liderar las excursiones.Cuando el rey llegó a la isla, empezó a nombrarse por su cargo real; así que Paolo hizo lo mismo, y afirmó que él era el rey de Tavolara. Tonino afirma que después de matar a varias cabras y devorarse un festín por tres días en casa de Paolo, el rey de Cerdeña al estar tan complacido le dijo a Paolo: “¡realmente eres el Rey de Tavolara!”
Ya fuera una broma o no, pasado un tiempo, Carlos Alberto envió un pergamino a Paolo en donde certificaba el estatus de la isla como monarquía, y aunque no era parte de esta monarquía oficialmente, con el pergamino bastaba.



El reino más pequeño del mundo Tavolara -3
A las costas de Tavolara llegó Paolo con sus dos esposas…
Luego, Paolo decidió crear el escudo de armas Bertoleoni, y lo pintó en la pared de su casa, el escudo comprendía un árbol genealógico real y construyó un cementerio en la isla para él y sus descendientes.
Al morir insistió en ser enterrado con una corona de cemento sobre su lápida, siendo un símbolo de la nobleza que nunca usó en su vida. Años después esta noticia se  propagó por el mundo, acerca de la monarquía más pequeña y ahora la isla tiene un montón de aliados políticos.

COMO NEUTRALIZAR AL HAARP ?.. TENEMOS LA SOLUCION... Ultima publicacion de este blog sobre este tema hasta nuevo aviso de acuerdo se dearrollen los acontecimientos...

 INFORMACION

HAARP ALERTA ECUADOR, VENEZUELA, BRA$IL, BOLIVIA, ARGENTINA: Ataque de Arma climática HAARP de EEUU contra Ecuador, Venezuela, Bolivia, Bra$il ...


Ataque de Arma climática HAARP de EEUU contra Venezuela, Bolivia, Bra$il, Ecuador ...

Fabriz’ zio Txavarria Velazquez –  CENIC (cenic.jimdo.com)

Chile-Santiago-(AGPROG).- La estación de HAARP (High Frequency Active Auroral Research Program) , en español, Programa de Investigación haarp18de Aurora Activa de Alta Frecuencia, ubicada en Gakona al sur este de Fairbanks, Alaska EEUU, estaría involucrada en la irradiación de microonda de alta potencia sobre amplias regiones de Sudamérica y el mundo, dentro de un programa de la CIA y el Departamento de Estado denominado BRIOCHE  (pan to$tado) utilizando armamento climático, con el único afán de De$e$tabilizar lo$ regímene$ de lo$ paí$e$ no acorde$ con lo$ intere$e$ de EEUU , afectándolos con la provocación de lluvia$ e inundacione$, $equia$ o terremoto$ con el con$iguiente de$astre económico. Y esto según lo muestran ultimas fotografías de la actividad de Inducción Magnética de sus antenas , curiosamente todas en su más alta potencia, y sus replicas de arreglos de antenas en Sudamérica estarían también activadas funcionando a su máxima capacidad plena . Según el NLR Naval Laboratory Research – Laboratorio de Investigación de la Naval del Pentágono,   Haarp podría generar masas de nubes de 1 a varias horas de duración , según se requiera en cualquier zona del globo y con la consecuente generación de tormentas de acuerdo al tipo de carga generada y la ionización.

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HAARP 12Funcionamiento.-

La instalación HAARP se basa en experimentos de ondas de radio y electromagnetismo de niveles prohibidos, y ya anteriormente la UE Unión Europea y su Comisión de Asuntos Exteriores, Seguridad y Política de Defensa, ordeno a EEUU parar este tipo de armamento climático y su uso indiscriminado, sin respuesta aun del Pentágono o del Departamento de Estado , quienes se ven libres de utilizarlo  y perfeccionarlo sin leyes que los rijan.

haarp

hperu jicamarcaHAARP-3

Las antenas funcionan enviando una descarga electromagnética de alta potencia con dirección a la ionósfera; hacen que ésta se caliente a niveles exagerados y sirva como espejo para luego dirigir el rebote hacia su blanco u objetivo militar o zona geográfica provocando un pulso magnético y de radio que puede cambiar el entorno.

Gakona, Alaska, son 360 antenas, donde cada una puede generar 10 mil watts, 3.6 millones de watts en conjunto. Comparándola con la estación AM más grande de Estados Unidos, ésta transmite a 50 mil watts. El sistema se diseñó pensando en el escudo antimisiles y para comunicación con submarinos atómicos a gran profundidad dentro del ¨programa IDE Iniciativa de defensa Estratégica¨ , pero luego se irían dando distintos tipos de aplicaciones, entre las que se encuentran el control climático global, provocando intensas lluvias en áreas o regiones determinadas, sequías, moviendo nubes o incrementando tornados, la búsqueda de reservas de minerales preciosos y petróleo, activar fallas tectónicas e incluso se podría influir en la mente de la población por control mental mediante la emisión de frecuencias bajas ELF , tornándola agresiva o dócil ( esta otra característica de HAARP que se está ensayando ).
Arreglos de Antenas en otras partes del Globo.-

Es de aclarar que HAARP no trabaja solo, aunque puede hacerlo y utiliza en varias ocasiones estaciones HAARP distribuidas por todo el globo , varias están en regiones de Sudamérica para efectos de control climático como el de Jicamarca en Perú , otras arreglos de antenas están situados en el Sur de Colombia, Sur y Norte de Chile e islas del Pacifico. Otras se encuentran distribuidas por la OTAN en Europa , Asia y África.  Lo último que se conoce es que también se han logrado armar los arreglos de antenas sobre plataformas marítimas con otro tipo de tecnología de antenas.

Inusual activación de HAARP  este 2014 a su plena capacidad.-

El sitio oficial del proyecto HAARP en los reportes de su magnetómetro de inducción, extrañamente muestra intensa actividad durante los días 12,18 y 20 de enero del 2014 coincidentemente días picos de lluvias sobre amplias zonas de Sudamérica como Bolivia, Ecuador, Venezuela y Brasil. Inexplicablemente días posteriores el sitio oficial de donde extrajimos la información sobre la actividad HAARP queda fuera de servicio y deja de mostrar la información de su gran actividad sobre América , Que nos está ocultando el Departamento de Estado de EEUU ? . Es hora que la  OEA , ONASUR , CELAC , se pronuncien públicamente sobre estos ataques a la Ionosfera sobre Sudamérica , y su manipulación sin el previo consentimiento de las naciones afectadas.  Qué investigación lo suficientemente respaldada tiene que realizar EEUU  sobre la Ionosfera de Sudamérica y sobre cielos ajenos ? .

Actividad Intensa se HAARP sobre SUDAMERICA: haarp20
La dirección del sitio oficial de HAARP:  www.haarp.alaska.edu, actualmente está sin servicio sin la mayor explicación al mundo. Como también el sitio de su magnetómetro de Inducción: http://www.haarp.alaska.edu/data/scmag/images/latest-Bx.gif

Nuevas armas contra los países  por el control de los recursos.-

“Los Estados Unidos están creando nuevas armas integrales de carácter geofísico que puede influir en la tropósfera con ondas de radio de baja frecuencia. La importancia de este salto cualitativo es comparable a la transición de las armas blancas a las armas de fuego, o de las armas convencionales a las armas nucleares. Este nuevo tipo de armas difiere de las de cualquier otro tipo conocido en que la tropósfera y sus componentes se convierten en objetos sobre los cuales se puede influir para causar el mal”.

Reclamo de la UE Unión Europea  en contra de HAARP .-

A continuación el reclamo forma de la UE  en contra de este tipo de armamento en :  http://cenic.jimdo.com/armas/la-eu-y-haarp/

Postura de la UE, donde  cataloga a HAARP  de ARMA de nueva tecnología:

Considera que el HAARP (Programa de Investigación de Alta Frecuencia Auroral Activa) es un asunto de interés y preocupación mundial debido a sus considerables repercusiones sobre el medio ambiente y exige que los aspectos jurídicos, ecológicos y éticos sean investigados por un órgano internacional independiente antes de continuar la investigación y los ensayos militares; lamenta que el Gobierno de los Estados Unidos se haya negado reiteradamente a enviar a un representante que preste declaración, ante la audiencia pública o cualquier reunión posterior que celebre su comisión competente, sobre los riesgos medioambientales y para la población del Programa de Investigación de Alta Frecuencia Auroral Activa (HAARP) que se está financiando en la actualidad en Alaska y otros lugares del globo.
Conclusión.-

 Es de prioridad urgente que los gobiernos de Sudamérica y del planeta entero se movilicen y  se pronuncien ante este tipo de pruebas y experimentos en la Ionosfera de nuestras regiones  por  potencias que no tienen el permiso ni la autorización en su manipulación, ni la autoridad moral de hacerlas.  A la vez debería prohibirse en la región cualquier tipo de instalación o desarrollo de armas  que intenten la manipulación del clima con fines militares o geopolíticos por medio de geotecnologias y  geoingenieria.

REF. FUENTES.



Fuente: Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI). En 1988 los gastos militares globales se elevaban a un billón 66 mil millones de dólares. En 1997, según los cálculos del SIPRI, este importe se había reducido a 704 mil millones de dólares.

(10) () El 5 de febrero de 1998 la Subcomisión de Seguridad y Desarme del Parlamento organizó una audiencia pública sobre el Programa de Investigación de Alta Frecuencia Auroral Activa y las denominadas armas no letales. Este capítulo se basa en dicha audiencia.

El Programa Militar HAARP

Establecido en 1992, el programa militar HAARP, basado en Gokona, Alaska, utiliza una serie de antenas de alta potencia que transmiten a través de ondas de radio de alta frecuencia cantidades masivas de energía a la ionósfera. Este invento o arma de destrucción masiva está constituido por un sistema de poderosas antenas capaces de crear “modificaciones locales controladas de la ionósfera”. Tienen en Gokona, Alaska con estaciones en Groenlandia y Noruega, trasmisores de 360 antenas de 22 mts de alto que pueden emitir poderosas ondas de alta y baja frecuencia con cargas electromagnéticas hacia la ionósfera, esta capa de la atmósfera actúa como un espejo, devolviéndolas a la superficie terrestre convertidas en ondas más bajas del espectro electromagnético. Las ondas de baja frecuencia proyectadas de éste modo por el sistema HAARP sobre una zona determinada permiten modificar artificialmente las condiciones climáticas. La potencia necesaria para ésta emisión de energía es de 100 mil millones de vatios. Manejado conjuntamente por la Fuerza Aérea y la Marina de Guerra de los EU, ésta arma de destrucción masiva HAARP opera como un gigantesco calefactor que puede causar importantes alteraciones en la ionósfera, creando no solo agujeros, sino largas incisiones en la capa protectora que impide la radiación letal que bombardea el planeta continuamente, desde el espacio exterior.
Su principal objetivo militar es inducir modificaciones ionosféricas a fin de alterar modelos climáticos y desestabilizar comunicaciones y radar.
Según un informe de la Duma Estatal rusa : “ EU planifica realizar experimentos en gran escala, bajo el Programa HAARP y crear armas capaces de romper las líneas de comunicaciones por radio y equipos instalados sobre naves espaciales y cohetes, provocar serios accidentes en las redes eléctricas y en oleo y gasoductos y tener un impacto negativo en la salud mental de regiones enteras.
Un análisis de declaraciones provenientes de la Fuerza Aerea de los EU, dice: la manipulación encubierta de modelos climáticos, comunicaciones y sistemas de energía eléctrica como un arma de guerra global, capacita a los EU, para desestabilizar y dominar regiones enteras.
Hay certeza de que muchos de los problemas que se están presentando con el clima en el mundo son causados por los gringos manejados por el sionismo o a órdenes del sionismo y su arma secreta el HAARP.
Ahora en el siglo XXI el sionismo, está empleando ésta arma secreta de destrucción masiva, por intermedio de su instrumento de guerra el Pentágono para atacar y perjudicar a países que consideran enemigos como Venezuela, Cuba, Ecuador, Iran, Corea del Norte, Nicaragua, etc.
Esto es lo que los gringos y su Pentágono llaman la “guerra preventiva”, contra los países que considera el “eje del mal” que son los países que se oponen a la manipulación y a la feroz explotación sionista a través de sus trasnacionales.
El arma fundamental de ésta guerra preventiva es la manipulación climática criminal con fines militares, repetimos, para ir destruyendo la soberanía alimentaria de esos países. Corea del Norte desde 1990 ha estado sufriendo de grandes sequias, alternadas con grandes inundaciones que han destruido prácticamente su sistema agrícola. Las temperaturas llegaron a 40° en los campos de arroz y las lluvias pasaron de 20 mm que normalmente caían en el mes de octubre a 400 mm en tan solo 12 horas !!, lo que trajo como consecuencias catastróficas inundaciones, derrumbes y la pérdida de más de 50.000 de arroz, destruidas por el diluvio. Esta guerra inclemente contra Corea del Norte, desconocida por el mundo , pero real ha dejado más de dos millones de muertos de hambre , especialmente niños.
En Irak Irán y Siria devastadoras sequías ocurrieron en 1999. En Afganistán en los cuatro años anteriores a la invasión sionista anglo sajona israelí de 2001, destruyeron la economía campesina, provocando el hambre en su población por problemas climáticos de inundaciones y sequías alternadas.
En Cuba en 2003 una sequía devastó la parte occidental en el 2004 en junio el país sufrió la peor sequía de su historia. Una sequía severa envuelve a Cuba oriental, ha corroído 40% de las tierras fértiles y miles de cabezas de ganado han muerto por hambre y hay más de 4millones de personas que cuentan cada gota del agua que consumen, la sequía es la peor en 40 años. En el año 2008 tres huracanes fueron dirigidos contra la isla causando inconmensurables daños materiales.
Hay una extrema inestabilidad del clima mundial, que se lo atribuyen al calentamiento global, pero nosotros tenemos la certeza absoluta que los gringos manejados por el sionismo judío y su arma de guerra el HAARP son la causa principal de la devastación climática por todas partes en los últimos años. Huracanes y tormentas tropicales han desvastado el Caribe, Asia Central y Medio Oriente y hay catastróficas sequías en Africa Occidental que está frente a la mayor invasión de langostas de la última década.
Otra de las armas de guerra de destrucción masiva, que están aplicando y experimentando los EU, y sus instrumentos de guerra como el Pentágono, como títeres del sionismo judío internacional, son las epidemias o pandemias, manipulando nuevos virus y nuevas cepas virales y regándolas por el mundo entero, como por ej con las pandemias de gripe aviar, y gripe porcina.

lunes, 25 de abril de 2016

INDIA YE$TERDAY: Bhopal, una noche que dura ya 30 año$

 

Una madre acude a su hijo, víctima de la segunda tragedia del Bhopal: la contaminación del agua.  

Los muertos fueron 25.000. Los afectados, innumerables... Tres decadas después, las nuevas generaciones siguen sufriendo las consecuencias del desastre químico

Una madre acude a su hijo, víctima de la segunda tragedia del Bhopal: la contaminación del agua.
Sweetie no tiene más de cinco años pero es la líder del grupo. Vital y alegre, sonríe, juega y se divierte. Esta mañana toca baile y la clase se sienta en círculo esperando el turno para moverse. Sweetie es una de las primeras y, cuando empieza la música, intuye el ritmo e improvisa una danza. Sweetie es sorda... porque ha nacido en un barrio de Bhopal.
En esta ciudad de la India, la noche del 2 al 3 de diciembre de 1984, tuvo lugar la catástrofe industrial más grande de la historia. En la planta de la empresa norteamericana Union Carbide un escape de gas tóxico provocó una nube letal que en pocas horas mató miles de personas que vivían en los alrededores. Y los que no murieron por la inhalación del gas sufrieron lesiones permanentes: ceguera, dificultades respiratorias, parálisis, trastornos neurológicos, alteraciones hormonales... Se calcula que el número de víctimas mortales de la tragedia, en aquellas primeras horas y en los años posteriores, es de más de 25.000. Union Carbide sólo estimó 3.800.
Durante aquella noche la gente caía ahogada, con hemorragias internas o convulsiones. Y los pocos que consiguieron llegar a un hospital no tuvieron mucha más suerte: los médicos no sabían como tratar a los afectados porque la empresa nunca había comunicado que productos se almacenaban realmente en la fábrica. Todavía hoy, 30 años después de la tragedia, estos datos son una incógnita ya que, absurdamente, se consideran "secreto de empresa".
El gas estaba formado en su mayoría por MIC, abreviatura de isocianato de metilo, un compuesto químico extremadamente tóxico. La compañía lo usaba para producir pesticidas pero la demanda nunca había cumplido las expectativas y por lo tanto los depósitos almacenaban muchas más toneladas de las permitidas. Union Carbide había reducido el presupuesto destinado al mantenimiento de la planta, descuidando en consecuencia las medidas de seguridad. Tanto que al momento del accidente no funcionaba ninguno de los seis sistemas de control creados para evitar un escape de gas a la atmósfera. Ni uno.
La señora Chanda Vi está sentada en el suelo del porche de su casa. Vestida con un sari ligero, escucha trabajar a su familia. Sus ojos están velados debido al gas. Tiene suerte ya que los parientes la cuidan. Ha perdido la vista, los dientes y también la movilidad en una mano... pero está viva.
El número de víctimas mortales
de la tragedia, en las primeras horas
y en los años posteriores,
es de más de 25.000
Los horrores de aquella noche son difíciles de describir. Muchos supervivientes explican historias de pánico, desesperación y muerte donde todo el mundo corría para escapar de aquello que no se podía ver ni tocar, que no tenía nombre, origen o forma. El aire quemaba la piel, los ojos, los pulmones... La nube se dirigió hacia el sur de la fábrica, afectando a una de las zonas más pobres de la ciudad, llena de barracas y por lo tanto con mucha densidad de población.
Cuando salió el sol el espectáculo era desolador: cuerpos amontonados uno encima de otro, familias enteras sin vida, casas llenas de cadáveres y gente sufriendo todavía los efectos de la nube tóxica. Bhopal se despertó dentro de una pesadilla y la India tuvo que afrontar la realidad.
Mientras los médicos luchaban impotentes para salvar o recuperar el máximo de vidas posibles, en los despachos y oficinas empezaba otra guerra: encontrar el culpable. Union Carbide intentó defenderse con una improbable excusa de sabotaje pero las investigaciones pronto revelaron que había sido la dejadez de la misma compañía la que había desencadenado el incidente.
Se solicitó entonces a su máximo responsable, Warren Anderson, presentarse ante una corte india. Cuando el dirigente llegó al país fue confinado en un hotel en espera de juicio pero, con el beneplácito de las autoridades, se le permitió coger de nuevo un avión y desaparecer del mapa. Murió recientemente después de una vida de lujo en los Estados Unidos, protegido por su patria y convenientemente olvidado por los gobiernos de la India, no obstante las irrefutables pruebas criminales en contra de Union Carbide. Pruebas tan evidentes que, en 1989, la empresa aceptó indemnizar a las víctimas con 470 millones de dólares a condición de que las leyes del subcontinente se olvidaran del asunto. Esa cifra resultó insignificante porque el Estado asiático se quedó una parte del pago y con el resto apenas se han podido cubrir los gastos médicos de una pequeña parte de los enfermos.

"Queremos justicia"

Miembros de varias asociaciones de las víctimas del desastre de Bhopal en la marcha para el 30 aniversario de la tragedia. AP
EFE, Nueva Delhi
Las víctimas del mayor desastre industrial de la historia recordaron este miércoles en Bhopal, en el treinta aniversario de la tragedia, que las secuelas del escape de gas siguen dejando miles de afectados tres décadas después y que aún esperan justicia. “Queremos justicia”, clamaban con pancartas en inglés y en hindi las miles de personas que han asistido hoy a la concentración convocada por las asociaciones de víctimas. Para luchar contra el olvido, se ha inaugurado, junto a la fábrica abandonada, un museo con los testimonios de los supervivientes.
La activista Rachna Dhingra ha explicado a Efe que las cinco asociaciones de víctimas han publicado una lista de reivindicaciones dirigida al primer ministro indio, Narendra Modi, que incluyen que Union Carbide aumente las indemnizaciones y limpie las 350 toneladas de residuos que quedan en la fábrica tres décadas después. El Gobierno indio anunció hace dos semanas que revisará el incremento de las indemnizaciones a los afectados y hará un nuevo recuento de las víctimas. Las autoridades indias exigen a Dow Chemical, propietaria en la actualidad de Union Carbide, otros 1.200 millones de dólares, mientras que las víctimas piden 8.100 millones.
Union Carbide y el Gobierno del país asiático, que asumió la representación de las víctimas, cerraron en 1989 un acuerdo extrajudicial por el que la empresa pagó 470 millones de dólares. El 93% de las alrededor de 500.000 personas que recibieron compensaciones obtuvieron 25.000 rupias (327 euros al cambio actual).
La entrada a la fábrica abandonada está cubierta de vegetación. Un militar duerme a la sombra de un árbol. El guardián controla el permiso, obligatorio para visitar el solar. Justo en este momento llega un taxi con tres turistas norteamericanos, sorprendidos de la burocracia local. Pero al cabo de pocos minutos acceden al recinto y uno de ellos, con la satisfacción que da la prepotencia, presume de que también se puede entrar sin documento: 500 rupias, poco menos de 7 euros, es el precio del soborno. La historia se repite: quienes pisan siguen pensando que todo les está permitido... y los débiles lo aceptan.
En la calle el señor Partap Singh hace compañía a su nieta. Su nombre significa tigre pero ahora ya no tiene la energía de antes. Sus pupilas son opacas. El bastón le ayuda a andar y su hija le ayuda en todo el resto. El mundo se habría olvidado de él y de lo qué sucedió en Bhopal si no fuese por algunos incondicionales...
Satinath Sarangi es alto, lleva un pañuelo en la cabeza y se saca los zapatos antes de entrar a su despacho, una sala con dos mesas llenas de papel de donde intenta sobresalir un ordenador. Cuando explica algo coge una hoja y escribe o dibuja las palabras para que los hechos sean más comprensibles. Todos lo conocen como Sathyu y, ademas de ser un ferviente defensor de la causa, es el coordinador de la clínica Sambhavna, dedicada exclusivamente al tratamiento de personas tocadas por la tragedia de 1984 y por todas las otras que Union Carbide no ha querido nunca reconocer. Porque la historia no se limita a un solo día.
En el lejano 1969 la compañía norteamericana empezó a verter productos químicos directamente en el terreno. Posteriormente, hasta 1984, llenó un depósito en un solar situado a norte de la planta pero ya en 1982 este depósito empezó a tener pérdidas. Sustancias peligrosas se esparcieron por el subsuelo, llegando a los pozos y a las faldas acuíferas y contaminando así la única agua disponible para los barrios pobres de la zona. En 1989, cinco años después del desastre, Union Carbide realizó un estudio sobre los niveles de toxicidad del terreno y el resultado fue tan nefasto que nunca lo publicaron. Sólo a través de escuchas salió a la luz esta información.
Desde el 1999 al 2013 se han conducido muchos estudios independientes sobre el agua contaminada y los datos son aterradores: el nivel de mercurio ha llegado hasta 6 millones de veces por encima de lo que se esperaba; el nivel de tricloroetileno, un compuesto que afecta al desarrollo de los fetos, estaba más de 50 veces por encima del límite de seguridad; se han encontrado productos químicos ligados a la formación de cáncer, daños cerebrales y malformaciones infantiles; se ha detectado la presencia de MIC y de otras sustancias altamente tóxicas en la leche materna de las mujeres... Todo ello ha provocado que el código genético de estas personas esté comprometido y por tanto lo están también los nuevos nacimientos. La única solución es evitar la descendencia, eliminar a toda una generación.
Union Carbide no ha admitido nunca su responsabilidad en esta parte de la tragedia y continúa negando la evidencia. La compañía es ahora propiedad de la multinacional Dow Chemical, que adquirió todos sus derechos y deberes, pero ellos tampoco se han dignado ni siquiera de limpiar la factoría, llena todavía de productos tóxicos que continúan envenenando el terreno.
Gracias al esfuerzo de Sathyu y de personas como él se ha conseguido que, desde agosto de 2014, en los barrios afectados por la contaminación del subsuelo haya depósitos de agua potable... pero desgraciadamente el suministro no siempre está garantizado y entonces los habitantes tienen que recorrer de nuevo a los pozos adulterados, cada vez más numerosos porque las corrientes del subsuelo extienden inexorablemente las toxinas.
El nivel de mercurio ha llegado hasta 6 millones de veces por encima
de lo que se esperaba
Mientras el reconocido activista explica estos acontecimientos un occidental (no quiere revelar su nombre), contento, entra en la habitación. Su historia es muy curiosa: antes era abogado de Union Carbide pero después de sufrir un transplante de corazón dejó la empresa incriminada y ahora es un profesor de antropología que apoya a las organizaciones humanitarias.
En Sambhavna trabajan más de 60 personas, de las cuales aproximadamente la mitad son supervivientes de aquella fatídica noche. Los métodos que utilizan son innovadores, y no tan sólo para la India: los tratamientos consisten en una mezcla de fármacos y de medicinas naturales, muchas de ellas provenientes del huerto de la misma clínica. También se usan hierbas para curar los trastornos más comunes y un grupo de voluntarios recorre los barrios para enseñar cómo cultivar plantas beneficiosas para la salud. En Sambhavna se intenta curar pero sobretodo educar para prevenir.
La clínica fue fundada en 1996 gracias a The Bhopal Medical Appeal, una organización inglesa sin ánimo de lucro que administra un fondo de donaciones. También ayudan a otra fundación, el Chingari Rehabilitation Center, que se ocupa de las víctimas más indefensas, los niños. Como Kartik, que está condenado a una silla de ruedas pero sonríe. Puede mover la cabeza y los brazos. Habla con dificultad y escribe su nombre con esfuerzo. No puede jugar con sus compañeros pero observa todo lo que sucede a su alrededor. Y sonríe.
Las señoras Shukla y Bee, supervivientes de aquel 3 de diciembre, han hecho campaña a favor de los afectados por la tragedia. Esta dedicación les valió el Goldman Environmental Award y, con el dinero del premio, en 2005 crearon el Chingari. Una de las principales funciones del centro es ayudar a las familias cuyos hijos han nacido con incapacidades, mentales o físicas, debido al envenenamiento causado por la fábrica de pesticidas.
Aproximadamente 200 inscritos visitan el centro de rehabilitación cada día, donde reciben tratamientos de fisioterapia, estimulación del lenguaje, socialización y motricidad. Algunos no pueden andar, otros son incapaces de entender. Y las fundadoras todavía visitan el lugar y ayudan a los educadores dando de comer o beber a quienes no tiene movilidad.
Ninguno de estos niños y niñas había nacido en 1984 cuando el gas de la Union Carbide mató o envenenó a sus parientes. Ninguno de ellos ha escogido nacer en un barrio con aguas tóxicas. Ninguno de ellos sabe porque no puede ser como los otros. Ninguno de ellos entiende porque casi todo el mundo los ignora. Ninguno de ellos es culpable pero sufre las peores consecuencias, en muchos casos para siempre...
Sweetie ha acabado de bailar. Se sienta al lado del jardín y conversa con sus amigas mediante el lenguaje de signos, a pesar de que lleva dos audífonos en las orejas. Mira el mundo con la ilusión de la niñez, con la esperanza y la alegría de la inocencia, con la serenidad de quien no suplica nada pero merece justicia. Sweetie observa el mundo con una mirada limpia, como tendría que ser el alma de los hombres, y con unos ojos de color tan claro que parecen infinitos. Un color como tendrían que ser el agua y el aire de Bhopal: transparentes y puros.

Desastre de Bhopal

Planta de Union Carbide en Bhopal tras el desastre.
El desastre de Bhopal, ocurrido el 3 de diciembre de 1984 en la región de Bhopal (India), se originó al producirse una fuga de isocianato de metilo en una fábrica de pesticidas propiedad de un 51% de la compañía estadounidense Union Carbide (parte de cuyos activos fueron posteriormente adquiridos por Dow Chemical) y del restante 49%, del gobierno de la India.

Índice

Investigaciones

Existen diferentes teorías que se desprenden de las investigaciones realizadas por la misma empresa y por la justicia. Una de ellas dice que el accidente se produjo al no tomarse las debidas precauciones durante las tareas de limpieza y mantenimiento de la planta, lo que hizo que el agua a presión utilizada, cristales de cloruro sódico, restos metálicos y otras impurezas que la misma arrastraba, entrasen en contacto con el gas almacenado, iniciando una reacción exotérmica que provocó la apertura por sobrepresión de las válvulas de seguridad de los tanques y con ello la liberación a la atmósfera del gas tóxico; con el agravante de que el sistema de refrigeración de los tanques y el catalizador de gases previo a la salida a la atmósfera, se habían desactivado por ahorro de costes.
Monumento en memoria de las víctimas, y murales alusivos al desastre, cerca de la planta en Bhopal.
Al entrar en contacto con la atmósfera, el compuesto liberado comenzó a descomponerse en varios gases muy tóxicos (fosgeno, metilamina, sosa caustica y especialmente ácido cianhídrico, también conocido como ácido prúsico o cianuro de hidrógeno) que formaron una nube letal que, al ser más densos los gases que la formaban que el aire atmosférico, recorrió a ras de suelo toda la ciudad. Miles de personas y seres vivos murieron de forma casi inmediata asfixiadas por la nube tóxica y otras muchas fallecieron en accidentes al intentar huir de ella durante la desesperada y caótica evacuación de la ciudad.

Efectos

Se estima que 6.000 a 8.000 personas murieron en la primera semana tras el escape tóxico y al menos otras 12.000 fallecieron posteriormente como consecuencia directa de la catástrofe, que afectó a más de 600.000 personas, 150.000 de las cuales sufrieron graves secuelas. Además, perecieron también miles de cabezas de ganado y animales domésticos y todo el entorno del lugar del accidente quedó seriamente contaminado por sustancias tóxicas y metales pesados que tardarán muchos años en desaparecer. La planta química fue abandonada tras el accidente. Union Carbide llegó a un acuerdo con el estado Hindú y pagó 470 millones de dólares por los daños causados los cuales fueron insuficientes porque el Estado asiático se quedó una parte y lo que quedaba apenas se ha podido cubrir gastos médicos de unos pocos de los enfermos.1

Juicio

Protesta en demanda de indemnizaciones en 2010.
El 7 de junio de 2010, el tribunal indio que juzgaba este desastre condenó a ocho directivos de la empresa a dos años de prisión y a abonar 500.000 rupias (10.600 dólares / 8.900 euros) a la delegación de la empresa en India.2
En recuerdo de esta tragedia, se celebra en todo el mundo cada 3 de diciembre el Día Mundial del No Uso de Plaguicidas.[cita requerida]

Referencias


Daramsala, el refugio del Dalai Lama en el Himalaya Indio

Daramsala, el refugio del Dalai Lama en el Himalaya Indio Francisco López-Seivane De todos es sabido que el  Dalai Lama , hasta hace p...