*Crisis social humanitaria generada por la violencia de Occidente
*Oleadas de africanos cruzan el Mediterráneo, apostando la vida
*Gobiernos europeos enfrentan el mayor problema desde la II GM
Saldo del capitalismo, del imperialismo y
la globalización (la primera globalización tiene un saldo de exterminio
colonial), de sus métodos violentos por las guerras, por dictadores a
sueldo e invasiones promovidas desde el ombligo occidental, la
persecución de la población de países enteros deriva en crímenes o en
sobrevivientes expulsados. Es la parte de la población que deambula en
busca de asilo para seguir con vida, sin importar someterse a leyes,
formas de vida, laboral y cultural distintas. El principal motor es la
violencia para el robo de la tierra, los recursos, las riquezas y el
sometimiento de pueblos enteros.
De la mano de las guerras, está también
la agresión económica contra poblaciones de otros países. Producto de
economías deficientes, carencia de compromisos de los estados, gobiernos
sin responsabilidad social y serviles de las políticas neoliberales
hablando de las últimas décadas, impuestas desde los centros de dominio o
del poder mundial que derivan en desestructuración de aquellos países
en donde se aplican, se trata de los migrantes que buscan empleo y se
alquilan como mano de obra barata, en otros “mercados” para los cuales
ingresar ilegalmente sin los papeles de la “diplomacia” y la “migración”
es apostar la vida.
De expulsados e inmigrantes están hartos
los países del mundo occidental, no obstante ser la cosecha de sus
políticas pendencieras, el principal generador de las dos dinámicas
expuestas: por las guerras y las políticas económicas liberales. Es el
caso de los Estados Unidos de América, país que se auto flagela por la
inmigración del “sur” del continente (Centroamérica, pero principalmente
México). En tiempos recientes especialmente la Unión Europea, que está
padeciendo el drama del flujo migratorio procedente de Oriente Medio y
norte de África, ya víctimas de los conflictos violentos recientes, o
del ancestral retraso económico inducido por el “viejo” continente y por
“América”, los EUA en los tiempos de las “plantaciones del sur” la
esclavitud y las eternas invasiones militares al Continente negro.
No es solamente Grecia situación
político económica de lado quien está padeciendo el drama humano
recientemente. Aun y cuando es la puerta de entrada del Mediterráneo.
Muchos países lo están viviendo de una manera u otra, con saldos
catastróficos, como los 50 cadáveres encontrados en un camión en
Austria. Pero están también Italia, Hungría país que construye un muro
de alambre y púas en la frontera con Serbia; Macedonia, Francia,
Alemania, Reino Unido, etcétera.
No son unos pocos, se trata, según
ACNUR, de la mayor crisis de inmigración y humanitaria del siglo XXI, la
peor desde la Segunda Guerra Mundial. Los datos son reveladores: 300
000 personas han cruzado el Mediterráneo, tan solo en lo que va del año
2015, y las autoridades europeas son incapaces de enfrentar el dilema.
Los inmigrantes “en las fronteras de la UE en julio; más de 107,000”
(datos de la agencia de refugiados de las Naciones Unidas). Y han
muerto, más de 2,500 este mismo año. Pero la catástrofe no termina ahí.
Vemos por países solicitantes de asilo, tan solo entre 2014-2015.
Procedentes de Siria: 199,960; Kosovo: 101,350; Afganistán: 82,350;
Eritrea: 63,445; Serbia: 48,435; Albania: 43,995; Iraq: 42,935;
Pakistán: 35,825; Nigeria: 30,825; Rusia: 28,640.
En “América” los medios occidentales se
encargan de propagar la idea que el problema lo tiene Grecia por los
inmigrantes africanos. Y de ahí se extiende al resto de la UE. Pero es
porque quiere tapar el sol con un dedo, en tanto se pueda para que no se
descubra que la inmigración en realidad es expulsión por las causales
violentas de sus propias acciones, tanto del militarismo gringo como los
propios socios europeos, los amigos de la OTAN.
Así fuera solo el caso de los
inmigrantes procedentes del continente negro, la odisea humano no es
menor, tampoco helena. Mejor dicho es el mayor dilema, según lo cataloga
ACNUR. Lo que sigue es la violencia contra ellos, las víctimas al final
de cuentas, porque en plena crisis los gobiernos no sabrán qué hacer.
Los inmigrantes no la hacen, pero sí la pagan.
Opiniones encontradas comienzan por
generar división: en tanto unos dicen sí a los inmigrantes, otros que
no. El ex canciller alemán Gerhard Schroeder dice “legalizarlos” y
Hungría levanta el “muro”, Macedonia utiliza al ejército y la policía
para detenerlos; grupos de extrema derecha en Alemania protestan por su
presencia, y Ángela Merkel dice que preocupa al país “más que la crisis
griega y la inestabilidad del euro”. Está claro: ni siquiera Alemania
tiene soluciones, como el resto de los gobiernos de la UE, que ya
protestan. Austria y Hungría están considerando la opción de la fuerza
militar. En tanto Brigitte Espuche, de la red euroafricana Migreurop,
dice que es ineficaz y condenable el uso de militares.
El debate ya está frente al problema.
Mientras tanto, a las víctimas les queda el desamparo como refugiados
que huyen de sus países, en medio de la reconquista neocolonialista de
Occidente. Países sin escrúpulos que siembran el terror entre civiles
inocentes, a fin de apoderarse de sus riquezas naturales. Ese es el
origen de los problemas de inmigrantes de ahora, en EUA y la UE.
El problema no es nuevo. Nació con el
capitalismo y la globalización colonial y neocolonial. Incluso ahora.
Recordemos que el origen de la inmigración moderna arreció durante la
década de los 90, con las guerras. Terminada la llamada guerra fría, a
la caída del Muro de Berlín en 1989 y luego de la desaparición de la
Unión Soviética en 1991, de 1989 a la fecha se han generado más de 70
conflictos armados con centenares de miles de muertos y ¡más de 17
millones de refugiados! En su mayoría por la presencia de la armada de
EUA, gringos en acción.
Siguiendo la dinámica de la guerra fría,
en los años 90 siguió el desarrollo de la industria de la guerra, por
métodos más modernos. Los viejos métodos, solo que ahora sin una fuerza
que contrarrestase en el escenario mundial a los halcones de EUA. Solo
la crisis del 2008-09 cambiaría la geopolítica, con el resurgimiento de
Rusia y de China, en la geopolítica y la economía global,
respectivamente. Mas el problema de la violencia iniciada está ya
rindiendo sus frutos. Ahí está la crisis humanitaria generada y
manifiesta en forma de los miles y miles de inmigrantes.
Crisis humanitaria que desnuda las
artimañas de la globalización neoliberal en franca decadencia; esto es,
un síndrome de su descomposición. El uso de los métodos violentos de
aquellos países de Occidente, para la usurpación de la propiedad de
otros, social o lo que les queda a los Estados. Estrategia de aquellos
países imperiales, corporativos, organismos multinacionales, que someten
a gobernantes, organismos, presidentes, generales y militares por la
buena o a la mala.
Crisis humanitaria: esas son las
consecuencias. La crisis económica complica las cosas: como acelerar las
detenciones, o utilizar la violencia. Pero ello arreciaría la crisis
social europea. EUA no se queda atrás, porque apunta hacia lo mismo.
Correo: sgonzalez@reportemexico.com.mx.
Twitter: @sal_briceo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario