“Esto
no va a durar tanto tiempo”, dijo Leopoldo López a su esposa, Lilian
Tintori, mientras la abrazaba para intentar calmarle el llanto, luego de
que la jueza 28ª de juicio, Susana Barreiros, lo condenó a 13 años, 9
meses, 7 días y 12 horas de prisión, por los delitos de asociación para
delinquir, instigación pública, daños e incendio, tal como lo había
solicitado la Fiscalía, en relación con los hechos de violencia
ocurridos luego de la marcha opositora que se realizó el 12 de febrero
de 2014.
Barreiros
comenzó a leer el fallo a las 9:30 pm y demoró 30 minutos en hacer las
precisiones de rigor. En esencia, ratificó la acusación de la Fiscalía y
aseveró que con su discurso el dirigente motivó la violencia en la
manifestación. Apenas demoró 3 horas en deliberar sobre el resultado
final de las 72 sesiones del debate que se inició el 23 de julio de
2014.
López
continuará encarcelado en la prisión militar de Ramo Verde. Mejor
suerte corrieron los tres estudiantes acusados en la misma causa, pues
aunque también fueron condenados, se les concedió libertad condicional:
presentación quincenal ante el tribunal y prohibición de salida del
país. Christian Holdack a 10 años, 6 meses, 7 días y 12 horas por los
delitos de incendio y daños, instigación pública y agavillamiento;
mientras Demian Martín García y a Ángel de Jesús González a 4 años y 6
meses por el delito de instigación pública.
Juan
Carlos Gutiérrez, abogado defensor de López, calificó de aberración la
sentencia, pues no está vinculada con la verdad de lo que pasó en el
juicio. “Es una mera complacencia. Interpondremos un recurso de
apelación”, señaló a medianoche en la plaza Bolívar de Chacao, donde se
escuchaban cacerolazos, al igual que en los alrededores del Palacio de
Justicia.
Tintori
pidió mantener la calma y anunció que su esposo, junto con dirigentes
de la MUD, dará un mensaje al país hoy. Se trata de una carta a
Venezuela. “Vamos a seguir luchando contra la dictadura. Fuerza y fe”,
pidió Tintori, que estaba acompañada por Jesús Torrealba.
¿Quién tiene miedo?
A las 3:43 pm Leopoldo López volvió al banquillo de los acusados en la
que sería su última intervención en el juicio que se le sigue por los
hechos de violencia del 12 de febrero de 2014. Habló dos horas cuarenta y
tres minutos y, como lo hizo siempre durante el juicio, se mostró
enérgico y desafiante. Hasta el final levantó la voz para exigirle a
Barreiros que sentenciara apegada a la ley y pasara a la historia como
una jueza excepcionalmente honorable, en medio de un Poder Judicial
utilizado artificiosamente para criminalizar a la oposición. “Usted
tiene más miedo de dictar la sentencia que yo de escucharla”, le dijo.
Ella le mantuvo la mirada en todo momento.
Al
dirigente solo se le quebró la voz cuando comentó qué haría si el
inminente fallo fuese absolutorio: “Abrazaría a mis hijos, le pediría
matrimonio a mi esposa otra vez y este sábado, como le prometí,
celebraría en casa el cumpleaños de mi hija, Manuela”. El comentario
motivó el llanto de su esposa, que junto con su madre, Antonieta Mendoza
de López, fueron los únicos familiares a quienes les permitieron estar
presentes. Mendoza, al salir, aseveró: “A mi hijo no le va a quitar las
esposas la jueza sino, como él me dijo, el pueblo venezolano”.
Madre
y esposa se reconfortaron cuando el preso político más emblemático del
país también dijo que si sale en libertad volverá a recorrer todos los
estados en procura de un cambio político; en sus palabras, “de una mejor
Venezuela”. En la casa de la familia se quedó esperando una pancarta
que hicieron ayer en la mañana Manuela y Leopoldo, los hijos del
dirigente, en la que se leía: “Libertad para papi”, en medio de
corazones de colores.
La
férrea restricción del acceso a la sala de audiencia fue convalidada
por las autoridades judiciales, aunque constituye una violación del
debido proceso y el principio de publicidad que debe regir en materia
penal.
López
vestía flux azul, camisa blanca y corbata vinotinto. Solo en esta
sesión y en la anterior usó traje, pues siempre había comparecido ante
el tribunal con ropa deportiva. Lucía más delgado de lo habitual y su
cabello pintaba más canas. Mantiene una barba poblada y ahora usa
lentes. Lo que no ha variado es su cuaderno negro en el que toma notas, y
el ejemplar de la Constitución, que ayer parecía una extensión de su
brazo. Se paseó con comodidad por sus artículos para explicar que cuando
él pidió cambiar las cabezas de los poderes, es porque esos poderes no
cumplían lo que ese contrato social les exige: “La Constitución plantea
las vías para ese cambio y eso fue lo que yo siempre propuse”.
Fiscal vs fiscal.
El acto comenzó con la réplica de los fiscales del Ministerio Público
Franklin Nieves y Narda Sanabria a las conclusiones que habían expuesto
los equipos defensores de López y de los estudiantes Holdack, Martín y
Álvarez en la sesión anterior.
Como
lo hizo en alguna oportunidad, el fiscal Nieves afirmó que el dirigente
de Voluntad Popular era responsable de las 43 muertes ocurridas durante
las manifestaciones contra el gobierno que se llevaron a cabo entre
febrero y mayo del año pasado. López le respondió con los resultados de
las pocas investigaciones adelantadas por el propio Ministerio Público,
que indican que agentes de los cuerpos de seguridad fueron responsables
de las muertes, al menos las de Bassil da Costa y Juan Montoya. En
efecto, los acusados por ambos casos son funcionarios del Sebin y de la
Guardia Nacional Bolivariana.
“El
gobierno, y no mi discurso, fue el causante de la violencia el 12 de
febrero”, insistió el líder opositor, que reconstruyó cronológicamente
los hechos con precisión de las horas de la culminación de la marcha
opositora, de su retiro de Parque Carabobo, de cuando fueron heridos de
muerte Da Costa y Montoya y del ataque a la sede del Ministerio Público.
Su intención era demostrar que el detonante de los hechos de violencia
no fue su discurso, sino los dos primeros asesinatos.
La
Fiscalía aseveró que el 12F López pidió la “cabeza de la bruja”, en
referencia a la fiscal Luisa Ortega Díaz. A la madre de Da Costa, Jeneth
Frías, que estaba en la sesión, López le dijo: “Me excuso Jeneth, pero
la única cabeza por la que fueron ese día fue por la de Bassil”. Justo
en ese momento se escuchó el estallido de un trueno.
La
fiscal Sanabria trató de interrumpirlo, alegando que los homicidios
ocurridos el 12 de febrero no eran objeto del juicio. La jueza Barreiros
le dio la razón a la fiscal, pero López alzó más la voz y terminó su
argumentación sobre su desvinculación con el origen de los delitos por
los cuales se le acusa.
Ayer
Barreiros manifestó la extrema severidad que la ha caracterizado en la
conducción del juicio. Holdack terminó su intervención rezando un Padre
Nuestro y la mayoría del poco público asistente lo siguió en la
oración. La jueza se incomodó y mandó a callar a todos. Cuando los
estudiantes Martín y Álvarez le pidieron permiso para ir al baño, les
dijo que apenas tendrían cinco minutos. Cuando los dos jóvenes se
levantaron de sus asientos, la jueza les reiteró que los cinco minutos
comenzaron a correr. La defensa de López le pidió a Barreiros que le
permitiera al acusado almorzar antes de tomar la palabra, pero la jueza
no accedió. En ocasiones, por la música del chavismo desde la plaza
Diego Ibarra, costaba escuchar a los acusados.
Criminalización de la palabra.
Desde el primer día que se enfrentó a la jueza Barreiros, López le
advirtió que el juicio necesariamente tendría que ser un debate de su
propuesta política pues, precisamente, por exponerla públicamente se le
está juzgando. En ese sentido, apoyándose en libros que con párrafos
completos subrayados, el dirigente recordó los juicios a Sócrates y
Jesucristo: “A ambos se les condenó por la palabra. Sus palabras
incomodaban a los poderosos”.
Sin
embargo, la fiscal Sanabria insistía en que sus críticas a las
autoridades de los poderes públicos estaban fuera de lugar. Solo en ese
momento la jueza Barreiros se manifestó menos severa y permitió que el
dirigente opositor hablara con holgura. Y López repitió: “Este es un
gobierno corrupto, ineficiente, antidemocrático y autoritario”.
A las 6:23 pm concluyó lo que sería el último discurso de López en tribunales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario