1. EL ANTI-REVISIONISMO DEL CHE GUEVARA
2. LAS DISCREPANCIAS EN EL TERRENO ECONÓMICO
3. EL PROBLEMA MILITAR
4. OPINIÓN DEL CHE RESPECTO DE STALIN.
5. SIMPATÍAS DEL CHE RESPECTO DE CHINA.
6. ¡DE UNA VEZ POR TODAS! ¿POR QUÉ FUE EXPULSADO EL CHE DE CUBA?
7. LOS GIRARDI, LOS KOHAN Y OTROS IMPOSTORES CONTRA EL CHE.
1. EL ANTIREVISIONISMO DEL CHE
Con
motivo del treinta y nueve aniversario de la caída en combate de
Ernesto "Che Guevara", se han vuelto a suscitar los problemas relativos a
la filiación ideológico-política del dirigente político y guerrillero
argentino-cubano.
La identificación teórica de su pensamiento
nos demuestra que desde los primeros años de la década de los 60, el
Che mantenía posiciones francamente marxistas-leninistas frente a la
dirigencia cubana que poco a poco se acercaba, no obstante sus
diferencias, a la posición revisionista internacional comandado por la
Unión Soviética de Jruschov y sus sucesores. Sin embargo esta situación
hoy bien definida tuvo un proceso largo y sinuoso por el carácter mismo
de la revolución cubana que surgió de un esfuerzo interno y no, como en
el caso de las llamadas "democracias socialistas" de un decisiva
intervención de las tropas soviéticas después de la Segunda Guerra
Mundial. El Che, de gran admirador de la Unión Soviética y el campo
socialista se fue convirtiendo también poco a poco y de acuerdo a sus
propias experiencias en un agudo crítico del "socialismo real" en una
serie de problemas fundamentales algunos de los cuales pasamos a
estudiarlos.
Una cantidad de trabajos teóricos y
políticos nos muestran un Che Guevara adherido, por ejemplo, a la
concepción marxista de que la contradicción mundial más importante de la
época era aquella que contraponía a los pueblos del mundo en su lucha
contra el Imperialismo y sus aliados y no así, aquella referida al campo
socialista contra el campo imperialista. El solo hecho de sostener este
punto de vista, fue pues una demostración de la ubicación correcta del
Che Guevara a nivel internacional y a propósito de las divergencias
ideológicas en ese tiempo.
Como consecuencia de lo
anterior Che Guevara, demostraba una postura cada vez más claramente
crítica de la conducta de la Unión Soviética y los países socialistas
que ya se interpretaban como verdaderas traiciones del revisionismo a la
lucha de los pueblos del mundo y ante todo, su colusión aunque difusa
todavía con los imperialistas en el saqueo del llamado Tercer Mundo. A
ese respecto es famoso su discurso ante el Seminario Económico y Social
Afroasiático, realizado en Argel (Argelia) el 24 de febrero de 1965,
cuyo texto íntegro lo publicamos en el presente dossier.
Como
se puede apreciar, la posición del Che es marxista, leninista y
anti-revisionista, en consecuencia se enfrentaba peligrosamente a las
posiciones oficiales de Cuba, de Fidel Castro y principalmente de la
Unión Soviética de Brejnev. En principio la posición del propio Fidel
Castro era sumamente crítica de la Unión Soviética. En estas
circunstancias, los ladinos dirigentes soviéticos invitaron a Fidel a
una extensísima gira por toda la Unión Soviética consiguiendo alinear
definitivamente a Cuba en su bando anti-chino.
En la versión de Castañeda, Juan Carretero habría confesado a Benigno que:
«En
ocasión de la vista de Kosiguin, fue convocado a la primera reunión con
los soviéticos. Su presencia en la reunión se explica por la ausencia
de Piñeiro; normalmente el invitado por el sector Liberación hubiera
sido, justamente, Barbaroja. Carretero evoca entonces el virtual
ultimátum entregado tácitamente por el soviético: o cesa la ayuda cubana
a las guerrillas en América Latina, o cesa la ayuda soviética a Cuba.» (1)
Es
ésta la razón del exilio del Che, primero al Congo y después a Bolivia.
No se puede, pues, olvidar que los verdaderos culpables de la
desaparición física del comandante Ernesto "Che" Guevara, son
precisamente los revisionistas soviéticos que prácticamente obligaron a
Fidel Castro a expulsarlo de Cuba.
2. LAS DISCREPANCIAS CON LA DIRIGENCIA CUBANA EN EL TERRENO ECONÓMICO.
En
lo referente al desarrollo económico, el Che propuso en su tiempo la
industrialización de Cuba frente a las posiciones pro-soviéticas de
Carlos Rafael Rodríguez que pregonaba, por orden de los revisionistas
soviéticos, que Cuba se circunscribiera a la producción de azúcar de
modo que se convirtiera en un país "socialista" monoproductor.
Paradójicamente hoy en Cuba se están levantando orgullosamente los
puntos de vista de Che, (nos referimos ante todo al libro de Tablada
sobre el pensamiento económico de Che) pero, lamentablemente, muy tarde
cuando no hay con quién discutir ni a quién echarle la culpa de los
errores pues todos los culpables o han desaparecido o se han pasado al
otro bando directamente.
Otro problema de orden económico, por
ejemplo, era el criterio del Che en torno a los estímulos ideológicos
antes que los estímulos materiales para aumentar la producción y
dirigir la construcción socialista. La cuestión de los estímulos
políticos constituyó el núcleo de la contradicción en el período de la
transición en el que debe predominar el aspecto de la convicción
ideológica antes que cualquier beneficio personal.
Leamos qué
dice Che al respecto y hasta qué punto chocaban sus concepciones con las
políticas financieras prohijadas desde la Unión Soviética a través de
los representantes de la línea oficial:
«Contradicciones más
sutiles, estímulo material versus conciencia. Aquí entramos de lleno en
el campo de las contradicciones más sutiles y que mejor deben ser
explicadas.... Estímulo material directo y conciencia son términos
contradictorios, en nuestro concepto... Este es uno de los puntos en que
nuestras discrepancias alcanzan dimensiones concretas. No se trata ya
de matices; para los partidarios de la autogestión financiera el
estímulo material directo, proyectado hacia el futuro y acompañando a la
sociedad en las diversas etapas de la construcción del comunismo no se
contrapone al "desarrollo" de la conciencia, para nosotros si. Es por
eso que luchamos contra su predominio, pues significaría el retraso del
desarrollo de la moral socialista...» (2).
Lo
que no dice con claridad el Che es con quiénes se tiene esas
contradicciones, únicamente nombra a los partidarios de la autogestión
financiera que no sería contrapuesta al desarrollo de la conciencia.
Como
consecuencia de lo anterior el Che Guevara, no solamente criticaba muy
claramente las traiciones del revisionismo a la lucha de los pueblos del
mundo y ante todo su colusión con los imperialistas en el saqueo del
llamado Tercer Mundo, sino que actuaba en consecuencia proporcionando la
ayuda que podía a esos movimientos. En cuanto al problema del saqueo
del Tercer Mundo, tenemos su famoso discurso ante el Seminario
Económico de Solidaridad Afroasiático, realizado en Argel el 24 de
febrero de 1965, cuyo texto lo transcribimos íntegramente en el capítulo
respectivo y donde textualmente, dice:
«De todo esto debe
extraerse una conclusión: el desarrollo de los países que empiezan ahora
el camino de la liberación debe costar a los países socialistas......
No debe hablarse más de desarrollar un comercio de beneficio mutuo
basado en los precios que la ley del valor y las relaciones
internacionales del INTERCAMBIO DESIGUAL, oponen a los países
atrasados..... Debemos convenir en que los países socialistas son, en
cierta manera cómplices de la explotación imperial..... Los países
socialistas tienen el deber moral de liquidar su COMPLICIDAD TACITA con
los países explotadores del Occidente........ Las armas no pueden ser
mercancías en nuestros mundos, deben entregarse sin costo alguno y en
las cantidades necesarias y posibles a los pueblos que las demanden,
para disparar contra el enemigo común.......» (3) (Las mayúsculas son nuestras)
Este
discurso que es histórico debe ser estudiado por todos para tener una
visión exacta de las posiciones francamente revolucionarias,
antiimperialistas y antirevisionistas del Che Guevara. No puede haber
otra interpretación de su pensamiento económico y político sino aquella
que concuerda plenamente con el marxismo-leninismo-maoísmo.
Sin
embargo el problema principal que separa al Che de la dirigencia cubana y
otros puntos de vista como lo de Bettelheim en el terreno económico de
aquella época es la cuestión de la persistencia o no de la ley del valor
en el período de la transición.
El Che sostiene que dicha
persistencia y su tolerancia consciente en este período dependió
grandemente en el caso soviético y la NEP leniniana, de la imposibilidad
real de abolir inmediatamente la vigencia de la ley del valor y por
ello mismo se muestra de acuerdo con Lenin en este aspecto. Sin embargo,
en el caso cubano ya se dan las condiciones para eliminar
inmediatamente el "calculo económico" y la vigencia de la ley del valor
lo que equivale a construir directamente el socialismo.
Pensamos
que centrar la polémica en este punto no debe llevarnos a una
contraposición definitoria y definitiva a favor ya sea del mercado o del
plan. De todos modos se trata de un largo proceso en el cual al plan
vaya sustituyendo progresivamente al mercado en una lucha permanente.
Depende de cual sea la tendencia para afirmar que marchamos hacia el
socialismo o regresamos al capitalismo. En este punto también la
posición de Che Guevara que insiste en la abolición de la vigencia de la
ley del valor en la revolución cubana, es acertada. La ley del valor,
el cálculo económico, el dinero como medio de pago, etc., deben ser
paulatinamente abolidos si se trata, precisamente de construir al
socialismo:
El Che tiene la siguiente cita al respecto:
«Negamos
la posibilidad del uso consciente de la ley del valor, basados en la no
existencia de un mercado libre que exprese automáticamente la
contradicción entre productores y consumidores; negamos la existencia de
la categoría mercancía en la relación entre empresas estatales, y
consideramos todos los establecimientos como parte de la única empresa
que es el Estado (aunque en la práctica , no sucede todavía así en
nuestro país) La Ley del valor y el plan son dos términos ligados por
una contradicción y su solución: podemos, pues, decir que la
planificación centralizada es el modo de ser de la sociedad socialista,
su categoría definitoria y el punto en que la conciencia del hombre
alcanza, por fin, a sintetizar y dirigir la economía hacia su meta, la
plena liberación del ser humano en el marco de la sociedad comunista….» (4)
Como
vemos el Che veía muy claro teóricamente y desde luego acertadamente,
empero la realidad tanto internacional como cubana distaba todavía muy
lejos de sus magníficos deseos.
3. EL PROBLEMA MILITAR.
A
continuación trataremos el problema militar revolucionario en el plano
teórico. Las posiciones guerrilleristas del Che Guevara si bien
coinciden en algunos aspectos, podemos sostener que las mimas se alejan
ostensiblemente de las concepciones marxistas, leninistas y sobre todo
maoístas. El personaje principal de la línea militar guevarista es el
"guerrillero individual" que carga sobre sus espaldas todo lo que hace
falta para el combate, está casi aislado y valiéndose exclusivamente de
sus propias fuerzas. En cambio en la concepción maoísta, el protagonista
principal e indispensable es el pueblo alzado en armas, con bases
sociales de apoyo firmes y contando con una retaguardia sólida.
Guevara,
no obstante hablarnos con claridad de la guerra del pueblo (guerra
popular en Mao y guerra del pueblo en Giap) inmediatamente se aleja de
esa concepción y nos enseña una serie de condiciones que debe reunir ese
guerrillero. El maoísmo convierte a las masas en combatientes
nocturnos, combatientes y campesinos al mismo tiempo, con bases de
sustentación para el descanso de los combatientes. Por ese mismo camino
podemos encontrar muchas discordancias en los textos militares del Che y
los de Mao. Partiendo de premisas justas, como los de la "guerra del
todo el pueblo", las bases de apoyo campesino y otros puntos esenciales,
el Che, apoyándose en el caso cubano, de suyo excepcional, pretende una
vía rápida, plagada de voluntarismo e individualismo que innegablemente
tiene contenido pequeño-burgués impaciente; pero también esta postura
tiene su explicación: no podía quedarse en Cuba, no podía pedir asilo en
parte alguna, no le quedó otra alternativa que organizar su "propia"
lucha armada, bien colaborado en el intento por Fidel Castro..
En
el plano teórico y político y militar, estamos en la obligación de
señalar sus errores, como de todo humano, para lograr que sus virtudes
que fueron muchas no se desvanezcan en la enorme distorsión
mercantilista en la que desembocado su recuerdo y su memoria por parte
de las clases dominantes que pretenderán, en un futuro no lejano
convertirlo en un afiche o una pancarta.
Por ejemplo, como decíamos, Che plantea que el guerrillero debe observar tres reglas de "oro": «Vigilancia
constante, Movilidad constante y Desconfianza constante. Sin el uso
adecuado de estos tres elementos de la táctica militar, la guerrilla
difícilmente sobrevivirá...» (5). Pero por otra
parte y en contradicción con aquello de la desconfianza constante,
explica que el guerrillero cuenta (o debe contar) entonces con todo el
apoyo de la población del lugar y agrega que esa es una cualidad sine
qua non. (6). En otro momento de su obra literario-militar y en el mismo sentido anterior, dice:
«Lo
primero es ganarse la confianza absoluta de los habitantes de la zona y
esta confianza se gana con la actitud positiva frente a sus problemas,
con la ayuda y orientación constante, con la defensa de sus intereses y
el castigo de quienes pretendan aprovecharse del momento caótico que
viva la misma, para ejercer influencias, desalojar campesinos,
apoderarse de sus cosechas, establecer intereses usurarios, etc....» (7)
Como
todos sabemos es precisamente en el individualismo donde hinca sus
dientes el impostor Regís Debray para desnaturalizar completamente la
estrategia guerrillera de Che. Es cierto y evidente que la guerrilla (no
el guerrillero individual) debe incorporar la vigilancia constante y
permanente ya que encara un enfrentamiento de vida o muerte, es cierto
también que la guerra de guerrillas y la guerra popular son movimiento
continuo, lo que no significa que debe también tener momentos de reposo
precisamente en las bases de apoyo, sin embargo, el tercer punto que se
refiere a la desconfianza constante debe ser tratada con mucho cuidado.
Habría que preguntar: ¿desconfianza de qué y de quién? Una cierta
desconfianza es imprescindible, pero esta no es absoluta y constante,
pues la guerrilla confía profunda y totalmente en el pueblo que es su
sustento y desconfía de los elementos dudosos, pequeño-burgueses y
reaccionarios que se mueven en el seno del pueblo.
El
Che Guevara fue un revolucionario marxista-leninista por propia
definición, un enemigo frontal del revisionismo y partidario de la
guerra del pueblo contra sus opresores lo cual lo aproxima al
pensamiento revolucionario de Mao Tse-tung.
Pero lo importante en
la obra militar de Che y que aparece en todas sus citas, es el punto de
partida que es el combatiente guerrillero considerado individualmente,
desarrollando toda una teoría en torno al luchador revolucionario como
sujeto individual, lo que realmente contradice el concepto mismo de la
guerra popular donde el protagonista es el pueblo y no el guerrillero.
El
solo hecho de sostener estos puntos de vista resumidos, es pues una
demostración de la ubicación correcta del Che Guevara a nivel
internacional y a nivel de las divergencias ideológicas de ese tiempo.
Es cierto que la solidaridad con Vietnam y con otros pueblos
combatientes, era dramáticamente formal e hipócrita por parte del
revisionismo internacional y el Che denunciaba esta política con toda la
fuerza que tenía su prestigio internacional. (8 )
Como
consecuencia de lo anterior el Che Guevara, no solamente criticaba muy
claramente las traiciones del revisionismo a la lucha de los pueblos del
mundo y ante todo su colusión con los imperialistas en el saqueo del
llamado Tercer Mundo, sino que actuaba en consecuencia proporcionando la
ayuda que podía a esos movimientos.
4. OPINIÓN DEL CHE RESPECTO A STALIN.
Un
problema singular es la opinión del Che respecto a Stalin. Si bien no
puede ser calificado como un stalinista militante, tiene un criterio
libre, no alienado ni influido agresivamente como casi todos los
"comunistas" oficiales y sus seguidores intelectuales modernos, en torno
a la figura y la acción de José Stalin. En una de sus estancias en la
URSS, puso un ramo de flores en la tumba de Stalin, ante el asombro y el
rechazo del embajador cubano Faure Chamón que se escandalizó por la
audacia del Che de rendir homenaje al líder bolchevique, anatemizado por
las autoridades soviéticas de la época. (9)
Pero
este episodio que puede reputarse como anecdótico, se completa con el
hecho de que Che cita frecuentemente a Stalin como autoridad en lo que
se refiere a la economía de transición. (10).
Finalmente y para que no quepa la menor duda y cierren la boca todos los
anti-stalinistas y admiradores interesados del Che, transcribimos
íntegramente (Ver capítulo IV) una última carta escrita por el Che a
Armando Hart Dávalos desde Tanzanía en la que califica a Stalin como "un gran marxista"
subrayado, por si acaso. De otro lado el Che califica a Trotski y
Jruschov como revisionistas, con toda claridad para que no quepa tampoco
duda alguna.
«Aquí sería necesario publicar las obras completas de Marx y Engels, Lenin, Stalin y otros grandes marxistas...» (la negrilla viene en el original del Che) (11).
Finalmente
en este capítulo hemos conocido este singular párrafo del Che, en el
cual se demuestra definitivamente y ya no cabe duda alguna sobre el
criterio ampliamente positivo del héroe latinoamericano sobre Stalin.
«En
los llamados errores de Stalin está la diferencia entre una actitud
revolucionaria y una actitud revisionista. Se debe ver a Stalin en el
contexto histórico en el que se desarrolló, no se debe ver como una
especie de bruto, sino que se le debe apreciar en ese contexto histórico
particular... Yo he llegado al comunismo por papá Stalin y nadie puede decirme que no lea su obra.
Lo he leído aún cuando era considerado muy malo leerlo, pero ese era
otro tiempo. Y como soy una persona no demasiado brillante y además
testaruda continuaré leyéndolo.» (Negrillas nuestras) (12)
Tenemos, finalmente otra importante opinión del Che respecto a Stalin durante su estancia en la Guatemala de Arbenz:
“He jurado ante una estampa del viejo y llorado camarada Stalin
no descansar hasta ver aniquilados estos pulpos capitalistas. En
Guatemala me perfeccionaré para ser un revolucionario
auténtico….”(Negrillas nuestras) (13)
Estas
consideraciones tienen que ver mucho con la lealtad que debemos
observar todos con el auténtico y verdadero pensamiento revolucionario
de Che y no con las versiones de sujetos trotskistas como un Néstor
Kohan de la Argentina que de todos modos intentan alterar la esencia
del pensamiento revolucionario de Che. (Ver Rebelión org.)
De
modo que estas constataciones en torno a su auténtico pensamiento no
pueden ser ocultadas y adulteradas por algunos «guevaristas» de clara
tendencia trotskista, revisionista y reaccionaria, que a fuerza de
tergiversaciones pretenden apoderarse de su herencia para fines que no
fueron los del Che, un marxista-leninista convencido y admirador
ferviente de Stalin y Mao Tse-tung.
5. SIMPATÍAS DEL CHE RESPECTO DE CHINA.
Paralelamente
el Che no ocultó nunca su simpatía por las posiciones chinas en la
gran divergencia y su admiración por la persona del presidente Mao
Tse-tung, «A Mancilla le dijo que era una persona sabia» (14).
Todos los testimonios señalan que Che y sus allegados, fueron
ferozmente perseguidos ideológicamente antes de la ruptura y antes de la
salida de Che al Congo y naturalmente mucho más después de la muerte de
Che en Bolivia en 1967. El Che no admitía ambivalencia alguna en lo
referente a la ayuda a los movimientos revolucionarios del mundo y
exigía a su país, Cuba y a todos los países socialistas, no solamente
cooperar con esos movimientos, sino seguir su misma suerte, sobre todo
refiriéndose a la guerra de agresión que sufría el pueblo vietnamita. En
el plano estrictamente político, ésta era la cuestión que creaba más
problemas a Fidel Castro en sus relaciones con los revisionistas
soviéticos que pretendían prohibir la lucha armada revolucionaria
anti-imperialista de los pueblos del mundo.
Todos los testimonios
consultados nos muestran a Che ponderando la cooperación china a Cuba y
es sumamente importante transcribir al respecto este comentario de Che:
«La
dirección china ocupa respecto a Cuba una posición que nos es difícil
criticar. Nos dispensa una ayuda considerable, que no podemos
despreciar. Pedimos, por ejemplo, armas a los checos; se negaron. Los chinos accedieron en cuestión de días y ni siquiera nos cobraron declarando que no se venden armas a los amigos......» (15).
Igualmente
todos los testimonios a los que hacemos referencia, indican que en Cuba
era "vox populi" que Che y sus amigos eran "pro-chinos" e inclusive
como sostenía la prédica revisionista eran "neo-trotskistas". Por otra
parte, es evidente que Che intentó varias veces contactar a un alto
nivel con Mao Tse-tung, sin embargo Mao parece que supuso que el Che
simplemente adhería a las posiciones oficiales de Cuba y, en
consecuencia no aceptó entrevistarse con él en la segunda visita de Che
a China. Posteriormente, estando ya en las zonas liberadas del Congo,
escribió una carta a Chou En-lai, pidiéndole ayuda. El primer ministro
chino respondió la carta y aceptó conceder ayuda, la misma que no se
concretó por falta de tiempo.
En cuanto al apoyo decidido del Ché
a la lucha armada revolucionaria de los pueblos del mundo, tenemos su
inclaudicable y sincero apoyo revolucionario al Vietnam combatiente (Ver
el texto íntegro en el capítulo III).
«Hay una penosa
realidad: Vietnam, esa nación que representa las aspiraciones, las
esperanzas de victoria de todo un mundo preterido, está trágicamente
solo. Ese pueblo debe soportar los embates de la técnica norteamericana,
casi a mansalva en el sur, con algunas posibilidades de defensa en el
norte, pero siempre solo.
La solidaridad del mundo progresista
para con el pueblo de Vietnam semeja a la amarga ironía que significaba
para los gladiadores del circo romano el estímulo de la plebe. No se
trata de desear éxitos al agredido, sino de correr su misma suerte;
acompañarlo a la muerte o la victoria.
Cuando analizamos la
soledad vietnamita nos asalta la angustia de este momento ilógico de la
humanidad. El imperialismo norteamericano es culpable de agresión; sus
crímenes son inmensos y repartidos por todo el orbe... » (16).
Y finalmente el epílogo del último documento del Che desde Cuba que ya hemos citado anteriormente:
«Toda
nuestra acción es un grito de guerra contra el imperialismo y un clamor
por la unidad de los pueblos contra el gran enemigo del género humano:
los Estados Unidos de Norteamérica. En cualquier lugar que nos sorprenda
la muerte, bienvenida sea, siempre que ése, nuestro grito de guerra,
haya llegado hasta un oído receptivo, y otra mano se tienda para empuñar
nuestras armas, y otros hombres se apresten a entonar los cantos
luctuosos con tableteo de ametralladoras y nuevos gritos de guerra y de
victoria...» (17)
6. ¡DE UNA VEZ POR TODAS! : ¿POR QUÉ FUE DESPEDIDO EL CHE DE CUBA?
Como se ha podido apreciar, la posición del Che es marxista, leninista y
anti-revisionista cien por cien, y por ello mismo se contraponía y
enfrentaba peligrosamente a las posiciones oficiales de Cuba y de Fidel
Castro. El presidente cubano se encontraba completamente chantajeado por
el revisionismo que le exigía, mucho más después de Argel, que
destituyera y exiliara a Che. Apenas retornó Che de su gira
afro-asiática y en el mismo aeropuerto de La Habana, se encontró con un
Fidel completamente enfurecido que le echó en cara sus posiciones y el
riesgo que hacía correr a la revolución cubana por la pérdida de la
"ayuda" soviética si se respaldaba las posturas políticas
internacionales de Che. Los testimonios de todos y cada uno de los
biógrafos de Che, muestran que, efectivamente, la causa fundamental de
su "exilio", fue su posición claramente marxista-leninista,
anti-revisionista y pro-maoísta. Cualquier otra explicación resulta
siendo totalmente falsa, ya que Che no había pensado jamás abandonar
Cuba, renunciar a su nacionalidad, a sus cargos para constituirse en un
apátrida.
«El 15 de marzo (1965) aterriza en La Habana; habían
transcurrido tres meses desde su salida. Lo reciben en el aeropuerto
Fidel, Raúl, el presidente Dorticós y Aleida, su esposa. Algo anda mal:
en lugar de una conferencia de prensa o un informe televisado de los
resultados de la gira, Guevara desaparece durante varios días,
encerrándose cuarenta horas con Fidel, Raúl y algunos más para discutir
los temas pendientes. Hasta la fecha no disponemos de ningún testimonio
directo de aquel tormentoso intercambio: ni Fidel ni Raúl han hablado
acerca de la reunión, ni siquiera a sus amigos más entrañables....» (18)
Castañeda,
citando a Franqui, sostiene que sí existen testimonios indirectos de
algunos fragmentos de la furiosa discusión que son relatados por Benigno
que transcribimos en el capítulo correspondiente.
Por su parte Ricardo Rojo, expresa sobre el particular:
«Llega
(el Che) el 14 de marzo a La Habana, donde la bienvenida es sencilla,
aunque lo recibe la plana mayor del gobierno. Fidel Castro, el
presidente Osvaldo Dorticós, los dirigentes políticos Carlos Rafael
Rodríguez y Emilio Aragonés, y varios ministros. Está también su esposa,
que espera el nacimiento de un niño y su amigo Roca, que apenas alcanza
a saludarlo, porque Guevara sale disparado en el auto de Castro....
….
Roca recién puede reunirse con él dos días después. Ha estado
conversando, le explica el Che, durante cerca de cuarenta horas con
Castro. Ha rendido un largo informe verbal. ¿Han reñido? Guevara no lo
dice. En cambio le pide a Roca que tome a su cargo notificar al padre de
Hermes Peña, un viejo campesino, la muerte de su hijo, en la lejana
Argentina. Roca acepta, pero enseguida se retracta: le falta valor,
confiesa. Guevara le contesta que lo hará el mismo...
… Roca debe
partir, y el Che le anuncia que escribirá una carta para su madre, en
Buenos Aires. En dos carillas, redacta unas líneas que son la
información más completa sobre la conferencia a puerta cerrada con
Castro, que les ha tomado tantas horas...
… Guevara anuncia a su
madre que se dispone a abandonar la conducción revolucionaria de Cuba,
que se propone trabajar durante treinta días en el corte de caña y que,
después irá a una fábrica por cinco años, para estudiar desde adentro el
funcionamiento de una de las tantas industrias que ha dirigido desde la
cima... También le indica que ella no deberá viajar a Cuba por ningún
motivo........» (19)
No cabe pues la menor
duda que, a consecuencia de sus opiniones explicitadas en la gira
afro-asiática, el Che hirió profundamente y de muerte al revisionismo y
éste, infamemente, tomó venganza, presionando brutalmente a Castro para
que expulse al Che de Cuba. ¡No cabe ya duda alguna al respecto!
Es
muy sugestivo aquello de que irá a la zafra por un mes y después
trabajará en una fábrica por cinco años. Esto significa que Che no tenía
ni la menor idea ni intención de organizar expediciones guerrilleras en
parte alguna del planeta y que su idea era quedarse en Cuba como
cualquier ciudadano de base. Sus guerrillas en el Congo y Bolivia, le
fueron por tanto impuestas por Fidel bajo presión del revisionismo
soviético que ordenó la expulsión inmediata del Che de la isla.
En
cuanto a la situación del Che a su retorno de la gira afro-asiática,
tenemos lo que escribe el autor Frederic Hetmann sobre el «Informe-R
Habana» redactado según el mismo autor por Aníbal Escalante, el
revisionista impenitente que fuera castigado por Fidel y consiguió
refugio en la Unión Soviética (como Monje), después rehabilitado por
órdenes de Moscú. Este documento en su integridad mutilada es transcrito
por nosotros en el capítulo quinto.
No cabe duda de la
autenticidad del documento comentado y de que probablemente es Aníbal
Escalante el viejo revisionista, castigado y perdonado alternativamente
por Fidel, el autor de ese informe. Por él sabemos, aún con más
seguridad, que el Che era un verdadero demonio para la corriente
pro-soviética cubana y que se haría todo lo posible para eliminar al Che
junto con sus ideas. Al cabo de tanto tiempo, cuando ha concluido el
siglo XX y ha desaparecido la Unión Soviética de los "expertos amigos
del Este", podemos comparar la visión marxista-leninista del Che y el
revisionismo agresivo y totalmente falso de Escalante y todos los
comunistas pro-soviéticos cubanos y latinoamericanos que combatieron
brutalmente contra el Che.
Entonces Fidel, presionado y
chantajeado por el revisionismo soviético, propuso al Che un "exilio" en
el lugar que él prefiera, sugiriéndole que viajara al Congo donde los
cubanos tenían un compromiso de ayuda con el movimiento lumumbista. Es
ésta, pues la razón del exilio del Che, primero al Congo donde trató,
por todos los medios de unificar la guerrilla pro-china de Pierre Mulele
y la pro-cubana de Soumialot y Kabila. (Ver nuestro capítulo del Congo
Democrático, para mayor información al respecto). La operación Congo fue
en realidad un fracaso por la enorme diferencia en la concepción de los
revolucionarios congoleños, por una parte y la estrategia cubana por la
otra.
Acá tenemos que aclarar algo muy importante. Estando el
Che en la campaña del Congo que no se llevaba muy bien y que mostraba
síntomas de una derrota inminente, le escribe una carta a Fidel
explicándole la cantidad de obstáculos que existían y las pocas
posibilidades de mejorar ostensiblemente la situación. La carta es leída
por Fidel y otros de la dirección entre ellos el famoso "Barbaroja"
Piñeiro, quién muy rápidamente, exclama: "Coño, este está pendejo"
(Pendejo=cobarde, en el hablar corriente cubano) (20)
Es
de todo punto de vista ridículo y muy sugestivo el bajo comentario de
Piñeiro que muy cómodamente sentado en La Habana tiene el desparpajo de
calificar al Che de cobarde, cuando éste es, precisamente el paradigma
de la valentía, del coraje, de la heroicidad en sus máximas expresiones.
Esto prueba de una manera muy clara la animadversión que la dirección
revisionista tenía respecto del Che.
Pero eso no es todo, más
importante es el hecho de que Fidel Castro hizo pública la carta del Che
de despedida cuando se abrió la posibilidad de una vuelta (no deseada)
del Che del Congo a Cuba. Fidel, según el análisis correcto de Humberto
Vásquez Viaña, mintió a Frei Beto cuando le dijo que publicó la carta
estando el Che ya en Bolivia, lo cual no es cierto (21). La carta salió a la luz en fecha 3 de octubre de 1965, lo que constituía realmente quemarle las naves definitivamente al Che. (22).
Che
salió del Congo y no tenía ninguna intención de volver a Cuba por el
hecho de haberse despedido definitivamente de su patria adoptiva y sobre
todo porque se dio cuenta perfecta de la maniobra de Fidel al hacer
pública su carta precisamente en esos momentos. Permaneció un tiempo
prolongado en Dar es Salaam, Tanzania y después en Praga,
Checoslovaquia, en calidad de clandestino y apátrida, sin saber en
realidad qué hacer y sumido en profunda depresión.
El dirigente comunista boliviano Marcos Domic sostiene que Che fue rescatado del Congo «con ayuda de los soviéticos ya que el movimiento armado no prosperó» (23),
lo cual es completa y absolutamente falso, pues los soviéticos de
Brejnev querían ver muerto al Che y por ello mismo tuvo que pasar
bastante tiempo clandestino en la embajada cubana de Praga,
Checoslovaquia para no ser descubierto por la KGB.
Ante está
situación, la exigencia de muchos movimientos revolucionarios que pedían
conocer el destino y paradero de Che, Fidel Castro inició la gestión
para el retorno clandestino de Che a la isla. Finalmente volvió
precisamente después de celebrada la famosa y conocida reunión
denominada la "Tricontinental" que de todos modos se dio bajo la égida y
la figura de Che ausente.
Mientras todos preguntaban por el Che,
éste reposaba en una casa de campo en Pinar del Río, precisamente en la
llamada "Casa del Americano", reponiéndose de las dolencias que había
adquirido en el Congo. Era un clandestino oficial en su propia patria
adoptiva, era un clandestino que paradójicamente ocultaba su popularidad
para no disminuir el "prestigio" de la Unión Soviética revisionista que
ya había pretendido confinar a Che al olvido, pero que no lo
conseguiría nunca. Los únicos olvidados son Jruschov, Brejnev, los
Escalante y toda la camada revisionista de la cual en el siglo XXI
nadie se acuerda o se acuerda para despreciarlos olímpicamente.
En
una palabra, el Che, un marxista-leninista en todo el sentido de la
palabra, un anti-revisionista militante, un revolucionario a carta
cabal, una personalidad relevante y prestigiosa del Tercer Mundo en su
lucha histórica contra el imperialismo, fue sacrificado ladina y
canallescamente por el revisionismo soviético con la complicidad de la
dirección cubana que no supo rechazar el chantaje y abandonó al Che en
las peores condiciones. Por ello mismo los marxistas-leninistas
auténticos, somos los únicos que tenemos autoridad moral para
reivindicar la figura y la herencia del Che y no así sus enemigos,
aquellos que lo persiguieron, que lo engañaron, que lo abandonaron en
manos del enemigo brutal y lo entregaron atado de pies y manos a la
furia imperialista.
Dadas las condiciones concretas y la
contradicción entre las concepciones del Che y de la dirigencia cubana
de Fidel Castro, el Che prácticamente fue obligado a salir de Cuba
precipitadamente y como era un hombre de mucha dignidad no podía
quedarse en Cuba ya que constituiría el pretexto de una eventual sanción
y venganza de los revisionistas soviéticos contra su patria adoptiva.
Estas circunstancias determinaron su dramática resolución de salir a
"cualquier" parte y muy rápidamente. Castro ya le había buscado el
exilio: el Congo Democrático que se debatía en una sangrienta guerra
civil entre los seguidores de Lumumba y los sirvientes del
colonial-imperialismo occidental.
Sin embargo, hay
mucho más. Actualmente se ha desarrollado una tendencia a presentar al
Che como una figura ajena al marxismo y al leninismo y muy próxima a la
Teología de la Liberación. Si realmente se pudiera encontrar en las
ideas o en las obras de Guevara algún atisbo en ese sentido, no
tuviéramos nada que argumentar o criticar. Empero se trata realmente de
una impostura como lo veremos más adelante.
Después
viene el episodio Bolivia que no lo seguiremos porque es ampliamente
conocido y no podemos agregar mucho a todo lo que se ha escrito al
respecto y que corresponde, en realidad, a la historia revolucionaria de
Bolivia.
En el plano teórico y político, estamos en la
obligación de señalar sus errores, como de todo humano, para lograr que
sus virtudes que fueron muchas no se desvanezcan en la enorme distorsión
mercantilista en la que desembocado su recuerdo y su memoria por parte
de las clases dominantes que pretenderán, en un futuro no lejano
convertirlo en un simple afiche o una pancarta.
Antes de
abandonar la cuestión de principio que constituye el Che, su vida, su
obra y sobre todo su ejemplo, debemos señalar la admirable nobleza del
Che Guevara que no quiso hacer pública nunca la razón de su semi-ruptura
con Fidel, incluso en Ñancahuazú en su famoso "Diario". El Che se llevó
a la tumba el «secreto», por una lealtad realmente asombrosa. Una sola
palabra del Che pudo haber tenido consecuencias importantes y creemos
positivas para el proceso revolucionario de esos tiempos. Por el
contrario, todavía estamos esperando que Fidel Castro tenga la franqueza
y la dignidad antes de desaparecer de hacer honor a la nobleza del Che,
poniendo a la luz la verdad de aquella ruptura para que quede en los
anales de la historia revolucionaria de América y el mundo.
Los
marxistas estamos obligados rescatar al Che de la pancarta y del afiche,
estamos obligados a rescatar su pensamiento y su figura que el
revisionismo trata de utilizar para sus fines inconfesables no obstante
haberlo combatido sañuda y cruelmente hasta lograr su liquidación. Tan
culpables de la muerte del Che son los revisionistas como el
imperialismo ejecutor de la sentencia de muerte. No solamente se trata
de un problema simbólico, se trata ante todo de la defensa del marxismo
leninismo sustentado por el Che, frente a sus verdugos revisionistas. Se
trata de colocarlo donde corresponde, en la tribuna de honor de los
grandes revolucionarios del Siglo XX.
6. LOS GIRARDI, LOS KOHAN Y OTROS IMPOSTORES CONTRA EL CHE
Es
increíble que a fines del siglo XX y principios del XXI, cuando la
lucha de clases internacional está llegando a niveles altísimos, algunos
pequeños círculos autotitulados de "izquierda", levanten en nuestro
país las banderas de un espontaneísmo primitivo lindante con el
anarquismo, en sustitución del movimiento revolucionario de los pueblos
del mundo.
Concretamente tenemos en mente una serie de
publicaciones de la Fundación "Che Guevara", que hacen referencia al
pensamiento del Che, en la pluma de Guilio Girardi, cuyo título es:
"Frente a la Globalización".
Pero vayamos por partes,
el primer punto que queremos dilucidar en esta confrontación teórica con
el "marxismo" ético-filosófico, es el del pensamiento del Che Guevara
como exponente del "hombre nuevo".
Girardi se muestra
como ferviente admirador del Che, de su pensamiento laico, de su
humanismo revolucionario y principal y fundamentalmente de su optimismo
histórico. Escuchemos, pues, en concreto, algunas de las ideas de
Girardi respecto al pensamiento del Che:
«Considerando
la confianza en la capacidad intelectual, moral y política del pueblo
oprimido, de construir y dirigir una sociedad alternativa como la
intuición fundamental del Che, estamos diciendo que, en nuestra
interpretación, el papel fundamental no le pertenece a la necesidad e
invencibilidad de la guerrilla. Primero, porque la opción guerrillera
del Che no es absoluta sino históricamente condicionada: es decir que
ella le pareció en aquel contexto internacional la estrategia necesaria y
eficaz para derrocar al imperialismo; en cambio su confianza en el
pueblo concientizado, movilizado y organizado es absoluta. En segundo
lugar, su confianza en la invencibilidad de la guerrilla no procede de
un poder mágico atribuido a la violencia revolucionaria, sino del hecho
de que ella cuenta con el respaldo del pueblo, del cual interpreta sus
aspiraciones.....» (24)
«Pero el problema principal a propósito del cual el pensamiento del Che necesita de una actualización
(sic) es el papel que, en la elaboración del proyecto de hombre nuevo,
se le atribuye al paradigma del guerrillero; y vinculada con esta
opción, la centralidad estratégica otorgada a la guerrilla a nivel
latinoamericano. La presencia de numerosos movimientos populares impone
el abandono (sic) de un paradigma único y la necesidad
de reconocer el surgimiento de modelos diversos de personas nuevas como:
la mujer, el indígena, el negro, el estudiante, el intelectual, el
escritor, el educador, el investigador científico, el profesional, el
ambientalista, el defensor de derechos humanos, el trabajador informal,
el desempleado, el homosexual, etc., distinguiendo en cada uno de estos
sectores el componente masculino y el femenino..... Cuestionar la
centralidad estratégica de la guerrilla significa además recorrer los múltiples caminos antiguos y nuevos, de la estrategia no violenta,
es decir de la movilización popular, que corresponden a los múltiples
sujetos identificados arriba. Ha llegado quizás el momento, para los
movimientos de inspiración marxista, de valorar el enorme aporte
estratégico de la tradición no violenta.....» (25) (Negrillas nuestras)
Como si fuera poco, vamos a finalizar con Girardi y esta última cita:
«Por
cierto, entre el marxismo dogmático y economicista y la tradición no
violenta la contradicción es insuperable. Pero el problema cambia
radicalmente, cuando la comparación, el diálogo y el intento de síntesis
se realizan con un marxismo humanista como el marxismo del Che. Aquí la
confianza en el pueblo, en su triunfo no se funda en el determinismo
económico, ni la superioridad militar, sino en la fuerza del derecho y
del amor, es decir del pueblo concientizado, movilizado y organizado. En
otras palabras, la eficacia de la violencia revolucionaria se funda en
las dimensiones no violentas y anti-violentas de su misma lucha. (26) (Negrillas nuestras)
En
primer lugar, estamos plenamente de acuerdo con Girardi cuando rechaza
un "socialismo" burocrático, economicista y determinista que predominó
en los países de Europa oriental e inclusive en la antigua Unión
Soviética, a partir de 1956.
En segundo lugar, acá
comienzan nuestras grandes diferencias y nuestras críticas al
pensamiento manipulador de Girardi, que atribuye el Che concepciones que
no tuvo nunca, como probamos ya en estas notas. Sostener que se puede
separar la concepción guerrillera del Che de su carácter popular es
realmente ridículo.
El Che junto a los grandes maestros
de la revolución, ha sustentado y sustenta, con una fuerza muy grande,
la necesidad del apoyo del pueblo "concientizado", "movilizado" y sobre
todo "organizado", para respaldar cualquier acción guerrillera
revolucionaria. Son, pues, inútiles los esfuerzos de Girardi de
encontrar una muralla china entre esos elementos de la lucha
revolucionaria. Las muestras claras de los grandes triunfos
revolucionarios del siglo XX, constituyen las pruebas más palpables de
la centralidad de la violencia revolucionaria apoyada, naturalmente, en
el pueblo organizado. Esto queda completamente claro y Girardi está en
la obligación de revisar sus conocimientos en torno a los conceptos de
la guerra del pueblo, de la guerra popular, de la guerra prolongada y
tantos conceptos y prácticas implementadas por los pueblos guiados por
la teoría revolucionaria del marxismo-leninismo-maoísmo.
En tercer lugar, algo muy importante, no puede, pues, el Sr. Girardi,
distorsionar al Che y tratar de presentarlo como el representante de una
supuesta "violencia no violenta", Es éste realmente un exceso
intolerable. Escuchemos qué dice el Che respecto a la lucha guerrillera:
"Guerra de Guerrillas: un método.
Ante todo hay que precisar que esta modalidad de lucha es un método;
un método para lograr un fin. Ese fin, indispensable, ineludible para
todo revolucionario, es la conquista del poder político. Por tanto, en
los análisis de las situaciones específicas de los distintos países de
América, debe emplearse el concepto de guerrilla reducido a la simple
categoría de método de lucha para lograr aquel fin...."(27)
Por el
camino de la polémica, suele criticarse a aquellos aduciendo que se
olvidan de la lucha de masas, casi como si fueran métodos contrapuestos.
Nosotros rechazamos el concepto que encierra esa posición; la guerra
de guerrillas es una guerra del pueblo, es una lucha de masas. Pretender
realizar este tipo de guerra sin el apoyo de la población, es el
preludio de un desastre inevitable...." (28)
Podríamos,
efectivamente, encontrar innumerables citas del Che, explicando el
carácter de la guerra de guerrillas, su pertinencia y su necesidad en
las condiciones de América Latina. En realidad el Che Guevara es uno de
los grandes exponentes de la teoría y la práctica militar-revolucionaria
de los pueblos del mundo, entonces resulta ofensivo para su memoria
pretender separar su inmenso humanismo de nuevo tipo, un humanismo
revolucionario de su convencimiento en cuanto a la necesidad histórica
de la violencia revolucionaria.
Finalmente, en cuarto
lugar y en otro párrafo, mucho más cerca de la verdad, Girardi sostiene
la necesidad de actualizar el pensamiento del Che en cuanto a la
centralidad del guerrillero como hombre nuevo, incorporando, según su
criterio sujetos "nuevos", como la mujer, etc., etc.
Otra vez
reiterativamente aparece la falsa denuncia de que la lucha armada
desconoce a sujetos nuevos y formas de lucha popular no violenta. Ningún
teórico marxista de la guerra puede ignorar la necesidad perentoria del
apoyo popular, eso ya lo explicamos, tampoco desconoció, ni puede
desconocer el aporte inmenso en la guerra, en la guerrilla de aquellos
sujetos supuestamente "nuevos".
No, Sr. Girardi, las mujeres no
son "nuevas", junto al hombre lucharon siempre en las guerras populares
(¿Se acuerda de la Comuna de París?), también lo hicieron los indígenas
(¿se acuerda de Guatemala?), los negros luchan no como "nuevos" sino
como muy antiguos enemigos del imperialismo desde la vieja e infame
"Economía de Trata": el Africa y los afro-norteamericanos saben de esas
luchas mucho más que el Sr. Girardi. Podríamos, otra vez, citar por
montones las pruebas de la lucha junto al proletariado y al campesinado,
de esos supuestos "nuevos" y antiguos aliados de las guerras populares
del mundo. ¡Girardi debe informarse mejor!
Girardi dice en un
tono condescendiente que el pensamiento del Che necesita una
"actualización" y quién va a "actualizar" el pensamiento del Che,
naturalmente Girardi.
En fin, no es posible conjuncionar el
pacifismo vulgar y burgués con la teoría revolucionaria a la cual
permaneció fiel el Che Guevara y, la "Teología de la Liberación", debe
recoger sus propios héroes y no tratar de confundir presentándonos un
Che Guevara cristiano o no-violento, porque esa es una intolerable
falsificación. No se puede, so pena de caer en la peor de las
adulteraciones, emparentar la concepción guerrillera del Che Guevara con
los puntos expresados en el párrafo anterior.
Concretamente, - el Che luchaba por la toma del poder político en Cuba y en Bolivia.
El
Che construyó junto a Fidel en Cuba, la vanguardia revolucionaria del
pueblo e intentó crear en Bolivia, la vanguardia de la guerra
revolucionaria para América Latina.
Para el Che, las armas son
muy necesarias, no solamente hasta el triunfo de la revolución, sino
también para defenderla. ¡Imagínese el lector si la "sociedad civil"
cubana hubiera desarmado al Ejército Rebelde antes de la invasión de la
Bahía de Cochinos!
En fin, los absurdos de Girardi, acá tocan ya los límites de la paciencia.
COMENTARIO SOBRE NÉSTOR KOHAN.
Ahora analizamos las tesis del argentino Néstor Kohan sobre el pensamiento "auténtico" del Che.
Kohan
es un argentino que desde las tristes trincheras trotskistas intenta, a
través de una cátedra en la Universidad formada por las "Madres de
Mayo" convertir al Che en un anti-stalinista y casi en un trotskista, lo
cual naturalmente es un despropósito como lo hemos comprobado en este
último capítulo de nuestro trabajo dedicado al Che.
Kohan
enfrenta sobre todo el problema de que el CHE era una especie diferente
de comunista y de marxista, es decir no ligado a los textos de manual
que salían de la Unión Soviética en la época stalinista, pero que Kohan,
atribuye de mala fe a Stalin precisamente por su clara tendencia
trotskista. (Los famosos "manuales" que efectivamente fueron inspirados
por Stalin para dar expresiones populares del marxismo y de los avances
del socialismo en la Unión Soviética, fueron distorsionados
completamente a partir de la muerte de Stalin, por los revisionistas de
Jruschov que prometían el comunismo y nos volvieron brutalmente al
capitalismo salvaje)
Dice Kohan refiriéndose al Che:
«Finalmente,
tratamos de realizar un difícil equilibrio entre ambos tipos de
actividades (teóricas y prácticas). Traer invitados e invitadas pero
también leer, discutir y profundizar colectivamente en clase. Y hoy
precisamente nos toca hacer el trabajo más agotador y más difícil:
ponerse a ver qué pensaba realmente el Che, y a estudiar detenidamente
lo que él escribió y pensó. Es menos "atractivo" que venir a escuchar a
una gran celebridad, pero nos parece que la Cátedra tiene que aportar en
ese sentido. Es un desafío para todos, pero nosotros apostamos a que al
final del año se hayan realmente discutido los textos del Che. Y que
esa discusión se haga con fundamentos, no apelando a frases hechas sino a
partir de la lectura. Nosotros pensamos que nuestra Universidad Popular
tiene que ser rigurosa. Que aspiremos a una educación "popular" no
implica populismo ni facilismo de ningún tipo. Y ser rigurosos implica
estudiar. El Che era un gran estudioso y una persona muy rigurosa.
Tratemos de seguir su ejemplo en la vida cotidiana» (29).
Entonces
la pretensión de Kohan es describir lo que el Che "pensaba realmente" y
no lo que el Che escribía textualmente. Una tarea harto ambiciosa y
además impostora.
Sigue Kohan y sus elucubraciones:
«Volvamos
a la carta a Armando Hart sobre la filosofía. (Esta carta la hemos
reproducido íntegramente es este mismo folleto) Entonces, decíamos, el
Che le da a Hart una serie de puntos, donde él resume una especie de
plan de estudios, que puede llegar a servir - sostiene el Che - para
desarrollar un plan de ediciones, o sea un plan editorial de los
cubanos. Porque el plan que existe actualmente - dice el Che en 1965 -
es insuficiente. Es muy "seguidista" de las publicaciones oficiales de
los comunistas franceses, que a su vez eran completamente seguidistas de
la Unión Soviética...
Entonces Guevara plantea ahí una serie de
autores a estudiar, a partir de una periodización histórica. Y aquí
encontramos otro de los núcleos teóricos fundamentales, absolutamente
contradictorio con la cultura filosófica y teórica oficial en la Unión
Soviética stalinizada de aquellos años. El Che ordena el estudio de los
filósofos y de los pensadores a partir de...la historia. Porque si algo
caracterizó a los manuales soviéticos de filosofía eso es precisamente
que obviaban toda referencia a la historia. Deshistorizaban
completamente el marxismo. Los académicos soviéticos que elaboraban los
tristemente célebres manuales de la Academia de Ciencias presentaban la
teoría marxista como un bloque macizo y sin fisuras, como si no se
hubiese constituido en la historia. Un ladrillo, pesado y cuadrado, sin
génesis y sin historia. Y cualquiera que se animara a dudar de ese
ladrillo –denominado en tiempos de Stalin "marxismo leninismo" para
desgracia del propio Lenin...- era caracterizado inmediatamente como
"antisoviético" o "revisionista". Muy bien, el Che, a diferencia de esa
cultura dogmática de las Academias de Ciencias de la URSS, plantea en
esta carta que hay que estudiar a partir de la historia. No puede ser
que el marxismo sirva para explicar la historia del capitalismo pero no
pueda explicar su propia historia, su propia génesis, su propio proceso
de constitución.
El Che entonces sugiere empezar por los
griegos. Y reivindica a una serie de autores, cuestiona a Kruschev como
dirigente político del Partido Comunista soviético (PCUS). Y aparece por
ahí, en su carta, la figura muy polémica de Stalin, que él dice que hay
que estudiarlo. ¿Por qué?, nos preguntamos nosotros. Si el Che no tenía
nada que ver con esa cultura política stalinizada, si el Che apelaba a
una visión creadora del socialismo, si el Che apostaba a la construcción
de una nueva subjetividad revolucionaria (mientras Stalin se limitaba a
decir que la URSS era superior al capitalismo..."porque produce más
acero"), ¿por qué insistir entonces con Stalin? (30)
Aquí
Kohan se desenmascara totalmente mostrando toda su mala fe. ¿Quién es
él para indicarle al Che que no insista con Stalin? El párrafo citado y
que está ampliado en la carta a Hart y lo reproducimos acá para
demostrar la felonía de Kohan:
«Sigamos su recomendación
metodológica. No estudiemos en abstracto, al margen del tiempo y del
espacio, en forma metafísica. Estudiemos históricamente. Vayamos pues a
la historia para encontrar la respuesta.
Muy bien, en aquella época (mediados de la década del '60): ¿quién reivindicaba a Stalin? Los comunistas chinos.
Éstos, polemizando con los soviéticos, que "aparentemente" habían
dejado de ser stalinistas - aparentemente... – e iniciaban la defensa de
una nueva perspectiva política que se conocía como "coexistencia
pacífica", defendían a Stalin». (31)
El Che efectiva y textualmente dice:
V).
[En el original aparece el N IV tachado y rectificado como V. La propia
carta luego lo explica]. Se está realizando ya, pero sin orden ninguno y
faltan obras fundamentales de Marx. Aquí sería necesario publicar las
obras completas de Marx y Engels, Lenin, Stalin [subrayado por el Che en
el original] y otros grandes marxistas. Nadie ha leído nada de Rosa
Luxemburgo, por ejemplo, quien tiene errores en su crítica de Marx (tomo
III) pero murió asesinada, y el instinto del imperialismo es superior
al nuestro en estos aspectos. Faltan también pensadores marxistas que
luego se salieron del carril, como Kautsky y Hilfering (no se escribe
así) [el Che hace referencia al marxista austríaco Rudolf Hilferding]
que hicieron aportes y muchos marxistas contemporáneos, no totalmente
escolásticos.
VII). Aquí vendrían los grandes revisionistas (si
quieren pueden poner a Jruschov), bien analizados, más profundamente que
ninguno, y debía estar tu amigo Trotsky, que existió y escribió, según
parece. (32)
Este es el párrafo que pone de
vuelta media al Sr. Kohan, pues, con toda claridad, el Che coloca a
Trotski junto a Jruschov como los grandes revisionistas, sobre todo al
"amigo" de Hart: Trotski. El Che supone o le consta que Hart tiene
simpatías trotskistas, pero el Che claramente ya ha declarado quiénes
son los clásicos del marxismo y quiénes son los grandes revisionistas,
empero como es un revolucionario amplio jamás plantea que no deba leerse
tal o cual libro, a tal o cual autor. Según él se debe leer todo,
incluso a los enemigos.
No se debe ni puede seguir con la
farándula de "dictar clases sobre el Che" y desfigurar su pensamiento
con el atrevimiento de pretender ser los verdaderos intérpretes del Che
cuando esa interpretación es más clara que el agua y corresponde a la
línea marxista-leninista en todos sus términos acercándose también a la
concepción general de Mao.
Pero, sigue insistiendo tercamente en su falseamiento del Che:
«El
Che se hace eco de.... a pesar de la inmensa distancia que separa su
propia concepción humanista del socialismo y el marxismo
stalinista.......
Un ladrillo pesado y cuadrado, sin génesis y
sin historia. Y cualquiera que se animara a dudar de ese ladrillo
=denominado en tiempos de Stalin "marxismo-leninismo" para desgracia del
propio Lenin, era caracterizado inmediatamente como "anti-soviético" o
"revisionista"….». (33)
Según Kohan los chinos reivindicaban a Stalin. Cierto.
Los chinos polemizaban con los soviéticos sobre Stalin y otros problemas. Cierto.
Los soviéticos "aparentemente" habían dejado de ser stalinistas. Falso.
Los soviéticos habían dejado de ser stalinistas en los hechos y en las palabras. Cierto
Los soviéticos iniciaban una nueva perspectiva política llamada "coexistencia pacífica". Cierto.
NOTAS BIBLIOGRAFICAS
1. Castañeda, Jorge. "La vida en rojo". Una biografía del Che Guevara. Pág. 470.
2. Guevara, Ernesto. CHE. Obras. Tomo I. Pág. 174.
3. Guevara, Ernesto. CHE. Argelia. Seminario Económico de Solidaridad Afroasiático. 24 de febrero de 1965.
4. Guevara, Ernesto. CHE. Obras. Tomo II. Pág. 329.
5. Guevara, Ernesto. CHE. Obras. Tomo I. Pág. 32.
6. Guevara, Ernesto. CHE. Obras. Tomo I. Pág. 97.
7. Guevara, Ernesto. CHE. Obras. Tomo II. Págs. 263-264.
8. Guevara, Ernesto. CHE. Mensaje a la Tricontinental.
9. Castañeda. Citada. Pág. 231.
10.
Tablada Pérez, Carlos. "El pensamiento económico de Ernesto Che
Guevara". Pág. 98. También. Guevara. Obras. Tomo II. Págs. 254 y 255,
donde cita textualmente la obra de Stalin: "Sobre los fundamentos del
leninismo".
11. Guevara, Ernesto. CHE. Carta de Dar Es Salam a Armando Hart.
12. Hart, Celia. Israel Shamir y Oscar Egido. Polémica. "Del modelo orweliano o paradigma totalitario". Internet.
13. Ariet García, María del Cármen. “El pensamiento político de Ernesto Che Guevara. Ocean Sur. 2007. Pág. 49.
14. Castañeda. Citada. Pág. 314.
15. Castañeda. Citada. Págs. 314-315.
16. Guevara, Ernesto. CHE. Obras. Tomo II. Mensaje a la Tricontinental. Págs. 586-587.
17. Guevara, Ernesto. Che. Obras Tomo II. Mensaje a la Tricontinental. Pág. 598.
18. Castañeda. Citada. Págs. 362-363.
19. Castañeda, Citada. Págs. 363-364.
20. Rojo, Ricardo. Mi amigo el CHE. Pág. 205-206.
21. Hetmann, Fredrick. Informe-R. Habana.
22. Castañeda. Citada. Pág. 381.
23. Vásquez Viaña, Humberto. "Una guerrilla para el Che". Pág. 211.
24. Vásquez Viaña, Humberto. Citada. Pág. 211.
25. Domic, Marcos. "La fascinación del poder". Editorial UMSA. 1997. Pág. 218 y "Marxismo Militante". Revista del PCB.
26. Girardi, Guilio. "Frente a la Globalización". Pág. 46
27. Girardi. Citada. Págs. 61 y 62.
28. Girardi. Citada. Pág. 62.
29. Guevara, Ernesto. CHE. Obras. Tomo I. Guerra de guerrillas, un método. Pág. 161.
30. Guevara, Ernesto. CHE. Obras. Tomo I. Guerra de guerrillas, un método. Pág. 162.
31. Castañeda. Citada. Pág. 231.
32. Kohan, Nestor. Cátedra Che Guevara de la Universidad Madres de la Plaza de Mayo. Internet.
33. Guevara, Ernesto. CHE. Párrafos de la Carta a Armando Hart de 4 de diciembre de 1965. Internet.
34. Kohan. Citada.
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