En las grandes ciudades, los habitantes salieron el domingo por la mañana tras una noche tranquila para hacer sus compras aprovechando la calma excepcional.
Los estudiantes, que normalmente caminaban pegados a los muros en los barrios rebeldes de Alepo (norte) para evitar los bombardeos, podían hoy andar tranquilamente en medio de la calle.El general ruso Serguei Kuralenko, responsable del centro de coordinación ruso en Siria, acusó a los insurgentes de haber violado nueve veces la tregua, aunque afirmó que "en general el acuerdo del alto el fuego en Siria se está aplicando".
Por su parte, Riad Hijab, el coordinador general del Alto Comité de las Negociaciones (ACN), un organismo que reagrupa a los principales movimientos rebeldes sirios, envió una carta al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, a quien informa de 24 violaciones del alto el fuego y de 29 muertos.
Hijab acusó a "rusos, régimen, Irán y a otros fuerzas extranjeras de haber cometido actos de hostilidad a pesar de la tregua", y añadió que Rusia habría llevado a cabo 26 bombardeos el domingo.
Pero "en términos generales, es bastante mejor que antes y la gente se siente mejor", dijo el portavoz del ACN, Salem Al Meslet, desde Riad.
Arabia Saudí, que apoya a la oposición siria, acusó a su vez el domingo a "la aviación rusa y la aviación del régimen sirio" de haber violado el alto el fuego.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), el domingo por la mañana varios aviones bombardearon seis localidades de la provincias de Alepo (norte) y una en la de Hama (centro), provocando un muerto.
El director de la oenegé, Rami Abdel Rahman, explicó que sólo uno de los pueblos bombardeados, Kafar Hamra, está bajo control de los yihadistas del Frente al Nosra, la rama siria de Al Qaida. Los otros están en manos de los rebeldes pero los yihadistas se encuentran en las regiones vecinas.
El acuerdo de tregua sólo incluye los combates entre los rebeldes sirios y las fuerzas del régimen, apoyadas por la aviación rusa, y excluye explícitamente a los grupos yihadistas Estado Islámico (EI) y Frente Al Nosra, que controlan más del 50% del territorio sirio.
En la localidad de Janaser, en la provincia de Alepo, las fuerzas del régimen luchaban el domingo contra los yihadistas del EI, indicó el OSDH, que informó de la muerte de 26 combatientes progubernamentales y de 14 yihadistas.
El director de la agencia de prensa prorrebelde Sahba afirmó que estos bombardeos fueron perpetrados por aparatos rusos. "Se trata de una violación flagrante (...) En Darat Azza, los aviones atacaron una panadería ¿creen que los combatientes de Al Nosra van a buscar el pan por la mañana?", dijo Maamun Al Jatib a la AFP.
Por su parte, un alto responsable estadounidense estimó que había que dar "una oportunidad" al alto el fuego. "Los reveses son inevitables. Incluso en las mejores circunstancias, no esperamos que la violencia cese inmediatamente", declaró a la AFP en un correo electrónico.
El régimen sirio también se ha mostrado prudente. "Hay que esperar dos o tres días para asegurarse que se mantiene el cese de las hostilidades y el compromiso de las partes implicadas", según el diario Al Watan, cercano al poder.
En el sector de Alepo en manos de los rebeldes, a Abu Omar, propietario de una panadería, le parecía "extraño" no escuchar armas. "Estoy feliz pero triste por las regiones que no forman parte de la tregua y cuyos habitantes están sufriendo", añadió.
Un periodista de la AFP en las inmediaciones de Damasco constató que la calma era total y que incluso había mucha animación en las calles.
Esperando poder aprovechar esta tregua, el coordinador humanitario de la ONU en Siria, Yacub el Hillo, anunció que prevé "la entrega de ayuda a partir del lunes y los días siguientes a la ciudad rebelde de Muadamiyat al Sham", en los suburbios de Damasco, sitiada por las fuerzas del régimen sirio.
La ONU prevé brindar "ayuda a unas 154.000 personas de las ciudades sitiadas en los próximos cinco días", añadiendo que espera la autorización de las partes en conflicto "para ayudar a unos 1,7 millones de personas que se encuentran en zonas de difícil acceso" en el país.
En el Vaticano, el papa recibió "con esperanza" la entrada en vigor del alto el fuego que quiere poner fin a una guerra que ha causado 270.000 muertos desde 2011 y ha obligado a la mitad de la población a huir de sus casas.
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