16 Feb 2016,
Vía: http://www.elmundo.es/sociedad/2016/02/ ... b45d2.html
Las fuerzas policiales en Irán tienen un nuevo objetivo: las maniquíes. Recientemente, seis modelos han sido arrestadas supuestamente por atentar contra la estricta moral conservadora que impera en el país.
Todas ellas tienen, o tenían, perfiles muy activos en Internet, sobre todo en Instagram, la red social más popular en Irán y que, curiosamente, no está censurada.
Aunque los arrestos parecen arbitrarios, sin cargos claros contra las modelos, todo apunta a que las detenciones responden al endurecimiento de la represión con la que las fuerzas conservadoras intentan desde hace tiempo frenar el contagio occidental de la cultura islámica. Según informa el diario digital IranWire, censurado dentro de Irán, las modelos apresadas son Melikaa Zamani, Niloofar Behboudi, Donya Moghadam, Dana Nik, Shabnam Molavi y Elnaz Golrokh.
Esta última fue detenida junto a su marido, el también modelo Hamid Fadaei. Al parecer, ambos fueron puestos en libertad bajo fianza pocos días después del confinamiento, tras lo cual abandonaron Irán. Días antes del arresto, la modelo publicó un mensaje en la red en el que señalaba que "lamentablemente, por ahora no voy a estar activa en Irán, pero voy a continuar mi trabajo fuera del país. Gracias a todos por vuestro apoyo y energía positiva. Os quiero".
Fervor por las redes en la República IslámicaLa popularidad de las redes sociales en la República Islámica es enorme y a pesar de los intentos de las autoridades para controlarlas, la población las emplea en masa y su uso permite la difusión de la información en un tiempo récord.
"Si hay algo que puede hacer tambalear el régimen y el sistema de la República Islámica son las redes sociales", señala a EL MUNDO un profesor de Universidad próximo a los reformistas, que considera que actualmente en Irán no existe una masa social ni política que sostenga la legislación represiva que desde hace 37 años regula la vida de los iraníes. Por eso cree que en pocos años las generaciones jóvenes ultraconectadas promoverán el cambio del sistema, sin que se desate una revolución.
Consciente de esta amenaza, el régimen, a través de la policía cibernética, combate desde hace tiempo la "decadencia en Internet" con la persecución de los contenidos que considera inmorales. En este caso, las autoridades han ido mas lejos y dado que Instagram es una red legal en Irán, se ha optado por arrestar a las usuarias cuyas fotos dejan al descubierto demasiado (pelo, hombros, cuello).
Perfiles bloqueados
En el caso de las modelos Melikaa Zamani, Niloofar Behboudi y Donya Moghadam, sus perfiles de Instagram fueron bloqueados temporalmente y sólo quedaron activas las páginas de sus fans, en las que éstos confirmaron los arrestos. "Estoy seguro de que fueron detenidas y esta es la razón por Elnaz Golrokh y Hamid Fadaei [tras ser liberadas] han huido de Irán. Los usuarios con demasiados seguidores ponen nerviosos a las autoridades, por eso fueron detenidas", apunta un fan en la Red. Niloofar Behboudi es quizá la modelo con un pasado más polémico en las redes sociales, al haberse pronunciado abiertamente en contra de la censura en Internet. Behboudi había pedido abiertamente a sus fans utilizar métodos "anticensura" para poder acceder a las páginas prohibidas.
Un ejemplo de cómo el auge de las redes sociales en Irán preocupa a las autoridades es la recién bloqueada aplicación para identificar a la policía de la moral en las calles de Teherán. La policía de la moral son las unidad integradas por mujeres cuya labor consiste en identificar a las féminas cuya indumentaria no es acorde con la vestimenta islámica.
Se sitúan en las salidas de metro, plazas y cruces, junto a un furgón policial, en el cual trasladan a comisaría a las jóvenes en caso de arresto. Con el fin de soslayar estas unidades, un grupo de informáticos anónimo lanzó a principios de febrero una app -Gershad- que permitía a las usuarias informar sobre la localización de las agentes de la moral. De este modo, las mujeres podían evitar pasar frente a ellas y escapar a su fiscalización y posible arresto cuando la indumentaria no es la adecuada. En solo un año, al menos tres millones de iraníes han sido identificadas en las calles del país por no respetar los valores revolucionarios. En 24 horas la app fue censurada.
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