El relámpago desde Ologá, una población al Sur del Lago desde donde se ve cada noche el fenómeno.
En la localidad de
Ologá, sobre el lago de Maracaibo (estado Zulia, al occidente de
Venezuela), es casi imposible observar la noche en su oscuro esplendor.
Entre
abril y noviembre, relámpagos aparecen y desaparecen de manera
constante en el cielo, un fenómeno que se ha vuelto costumbre para los
residentes y un "milagro" para los ojos de los visitantes.Al año ocurren en promedio 297 tormentas eléctricas, de las cuales se desprende este espectáculo de luces naturales.
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"Hasta esta investigación, creíamos que ninguna zona le quitaría el trono a África Central como la número uno de los relámpagos. Pudo determinarse que era el lago de Maracaibo gracias al minucioso análisis realizado", señaló a BBC Mundo Richard Blakeslee, científico de la NASA a cargo del estudio que se publicó en el boletín de la Asociación Estadounidense de Meteorología (AMS).
Según Blakeslee, tuvieron que recolectarse 16 años de datos para llegar a estas conclusiones.
En todo el lago
El fenómeno fue bautizado como "Relámpago del Catatumbo" porque se creía que solo sucedía en el delta del río Catatumbo, mientras desembocaba en el lago de Maracaibo, el más grande de Sudamérica."Fue hacia el final de la misión que finalmente observamos la décima de grado de resolución que dio lugar a la nueva identificación de los puntos calientes de los relámpagos", señaló Blakeslee.
El guía turístico Alan Highton, en cambio, instaló hace décadas un campamento sobre el agua del lago en la localidad de Ologá donde recibe a los turistas que quieren vivir "la experiencia del relámpago".
"Creo que el estudio de la NASA confirma que hay que cambiarle el nombre al fenómeno porque no sólo pasa en el Catatumbo. Llevamos años viéndolo ocurrir por todo el lago", le dijo a BBC Mundo.
Cambio climático
Además de brindarle a Venezuela un récord, el estudio científico podría arrojar información importante sobre el cambio climático en el planeta, indicó Blakeslee.Es por ello, agrega, que comprender la relación de los rayos y relámpagos con el clima severo y la química atmosférica es clave en la creación de políticas públicas del medio ambiente.
Para Highton, sin embargo, el reconocimiento al lago de Maracaibo tiene valor para las comunidades que allí habitan y atraerán los ojos del mundo a un fenómeno único.
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