Desde hace aproximadamente 2 años, las estadísticas del Banco
Central de Venezuela muestran que el aceite falta en 8 de cada 10
comercios. ¿Qué tan mala es esta ausencia?
Advertencia
Hay dos tipos de personas que deben abstenerse de leer
esta nota: los que creen que la rebolucion y la felicidad consiste en
poder escoger entre muchísimas marcas cuál será la encargada de acabar
con su mísera vida y aquellos que están convencidos (y asqueados) de que
estudiar el origen de las cosas es una especie de invitación a pasear
en guayuco por el bulevar de Sabana Grande todas las tardes. Ahora sí:
La medicina convertida en muerte
Los aceites se utilizan desde tiempos ancestrales, sin
embargo anteriormente su preparación era artesanal y perseguía otros
fines. Por ejemplo, el escritor y medico natural venezolano Gerónimo
Pompa cuenta en su libro Medicamentos indígenas publicado por
primera vez en el año 1868, cómo nuestros pueblos originarios extraían a
presión los aceites de coco, aguacate y oliva para contrarrestar la
acción venenosa de picadas de alacranes, avispas y otros animales
ponzoñosos.
Precisamente el coco, el aguacate, y la oliva, así como la
manteca de cerdo, contienen grasas tradicionales positivas, pero los
aceites vegetales industriales que utilizamos desde el año 1900, cuando
las trasnacionales inventaron la manera de jodernos la vida (de forma
"barata" además), son veneno. Lo peor es que actualmente el consumo
promedio de aceite por persona supera los 35 litros al año.
Cavando la tumba
Para preparar el aceite industrial las trasnacionales van
apoderándose de las distintas semillas o partes de la planta (canola,
soya, maíz, girasol, cártamo, etc.), muchas de ellas transgénicas y
tratadas con pesticidas, para calentarlas a altísimas temperaturas y
luego echarles un disolvente de petróleo para extraerles los aceites.
Posteriormente, le aplican más calor, un ácido que elimina los residuos
del disolvente anterior, y otros químicos para mejorar el color y
ocultar el horrible olor de esta transformación que finalmente va a
parar a nuestro organismo.
La margarina es un químico que fue concebido para engordar animales, sin embargo, terminó matándolos a casi todos
Además, estos aceites industriales contienen algo que
llaman BHA y BHT (Butilhidroxianisol y Butilhidroxitolueno), es decir,
unos antioxidantes artificiales que se ha demostrado que sirven para
postergar la fecha de vencimiento de los productos pero a la par generan
cáncer, problemas del sistema inmunológico, infertilidad, daños en el
hígado, en el riñón, etc.
Las flores
Por si fuera poco, al calentar o recalentar el aceite
industrial para cocinar nuestros alimentos sus características se tornan
aún más perjudiciales, pues se convierte en una nueva forma de grasa,
llamada grasa saturada, capaz de bloquear las arterias e incrementar así
los riesgos de enfermedades cardíacas.
Precisamente, un alimento frito conlleva una digestión
mucho más pesada y complicada con unos aportes calóricos superiores:
entre el 5 y el 40% del peso total de ese alimento frito será aceite.
Por último, al arrojar este aceite usado a la basura de
forma inadecuada —es decir, por el fregadero— usted puede dañar todas
las tuberías de su cocina y contaminar mil litros de agua por cada litro
de aceite.
La ñapa
Pero algunas trasnacionales han llevado el proceso un paso
más allá, hidrogenando este aceite industrial hasta convertirlo en
sólido para así obtener la margarina. Ojo, la margarina es una cosa y la
mantequilla otra. La margarina es un químico que fue concebido para
engordar animales, sin embargo, terminó matándolos a casi todos. Por eso
la margarina fue olvidada hasta que después de la Segunda Guerra
Mundial llegaron los empresarios a agregarle "color" y "sabor" para
venderla como un sustituto barato de la mantequilla.
En Venezuela, por ejemplo, se vende más margarina que
mantequilla. Incluso utilizamos el mismo nombre (mantequilla) paras las
dos cosas a menos que digamos "Mavesa", que fue la primera marca que
existió en el país y a través del marketing se apoderó del imaginario
colectivo, como la "Harina Pan".
La margarina es veneno puro, de hecho, le falta tan solo
una molécula para ser plástico, por eso usted la deja destapada en
cualquier rincón de la casa y ni las hormigas ni las moscas se le
acercarán nunca. Aún tenemos tanto que aprender de los animales...
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