Israel es claramente un compañero de viaje de Cataluña. La frase la ha pronunciado este fin de semana el president de la Generalitat, Artur Mas, que estos días se encuentra de visita oficial en el país de Oriente Medio para, según apunta la versión oficial, mejorar los vínculos con los socios internacionales en materia económica y en investigación.
Israel no es ningún referente: la ocupación, la colonización y el apartheid no son nuestro modelo para Cataluña, comunicado de la Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina
El Govern ha firmado convenios de colaboración con las principales entidades de investigación israelitas, como el Weizmann Institute of Science, que Mas ha calificado como el “Harvard de Israel”, con el que se llevarán a cabo intercambios de investigadores. El acuerdo abre la puerta a los científicos israelíes a utilizar infraestructuras catalanas, como el acelerador de partículas sincrotrón ALBA, así como también permitirá el acceso de centros catalanes a investigaciones israelíes.
Este domingo, el alcalde convergente de Barcelona, Xavier Trias, firmó un convenio de colaboración con el centro de emprendedores israelí StarTau, perteneciente a la universidad de Tel Aviv. “Con este acuerdo, el ayuntamiento, a través de Barcelona Activa, y StarTau se comprometen a elaborar marcos que conecten a emprendedores, empresas y organizaciones en Israel y en Barcelona”, informó el consistorio en un comunicado.
La alianza entre el gobierno de CiU e Israel se concretó también el año pasado con la firma de un convenio entre la agencia dedicada a la internacionalización de las empresas catalanas, ACCIÓ, y su homóloga israelita Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo de Israel, MATIMOP. Tras reunirse con el entonces secretario general de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), Oriol Pujol, actualmente apartado de sus funciones por su implicación en el caso de las ITV, el presidente israelí, Shimon Peres, confirmó la predisposición de su país a “colaborar con Cataluña en el ámbito político, económico e institucional”.
Paralelismos en el aspecto nacional
Los nacionalistas catalanes buscan en Israel uno de sus principales aliados. Y no sólo en materia económica. Mientras que buena parte de la sociedad catalana mira con simpatía la causa del pueblo palestino, y sectores entre el soberanismo trazan paralelismos entre su causa y la de la independencia de Cataluña, Mas ha asegurado durante su visita: “Es muy emocionante para una nación que ha existido durante muchos siglos construir un Estado, a pesar de las muchas dificultades y obstáculos que esto comporta y que Israel conoce muy bien”.
“En muchos aspectos, sobre todo culturales, Cataluña se erige como una especie de anomalía en España”, sostuvo Mas. “De alguna manera ésta es también la causa de nuestra aproximación a Israel”, añadió, en unas declaraciones recogidas por la agencia Efe.
La cúpula convergente mantiene, ya desde la época de Jordi Pujol, un apoyo al Estado judío desprovisto de toda crítica sobre la ocupación ilegal de territorios palestinos. “Israel es un ejemplo para el mundo, es un país pequeño, que lo está pasando muy mal, que debe dedicar enormes esfuerzos a la supervivencia de su identidad y su cultura y que al mismo tiempo es pionero y punta de lanza de la industria tecnológica mundial”, afirmó el president en junio del año pasado durante su visita a Massachussets, la tercera pata del triángulo de alianzas que pretende impulsar en materia de investigación y desarrollo de nuevas tecnologías.
Sin apoyo de EEUU
Para los dirigentes nacionalistas catalanes, Israel es un modelo, no sólo a seguir, sino también muy atractivo como propuesta de futuro para la sociedad catalana porque comparte ciertas características con Cataluña. Para empezar, su pequeño tamaño y su población (Cataluña tiene siete millones de habitantes e Israel algo más de ocho).
Israel es el tercer país del mundo con más empresas en el Índice Nasdaq, sólo por detrás de EEUU y China, y eso que carece casi totalmente de recursos naturales y está inmerso en uno de los conflictos más longevos del planeta. Una media de 500 empresas se crean cada año en ese país, la mayoría basadas en la innovación tecnológica, un aspecto que Cataluña quisiera emular fomentando su papel de polo de desarrollo en el sur de Europa.
Sin embargo, los dirigentes de CiU parecen obviar un aspecto determinante que marca un hiato fundamental entre Israel y Cataluña: el apoyo de Estados Unidos. El primero es el principal aliado de Washington en Oriente Próximo y recibe ingentes cantidades de ayuda económica por parte de EEUU, mientras que, en el caso de Cataluña, la Administración Obama ha hecho hasta ahora oídos sordos a las aspiraciones independentistas, cuando no ha dado a entender que no las ve con buenos ojos.
Acuerdos entre Estados
A nivel estatal, el gobierno del PP ha firmado varios acuerdos de colaboración con Israel en materia de gestión de emergencias, lucha contra el terrorismo y la delincuencia, de transporte y “cooperación económica”, entre otros sectores.
También lo están haciendo Comunidades Autónomas lideradas por conservadores. Uno de los alumnos aventajados en esta tendencia es el actual presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago, quien ha expresado en varias ocasiones su voluntad de “profundizar” en la “colaboración” con Israel para construir una “nueva Extremadura”.
Monago puso de ejemplo a Tel Aviv como “segunda ciudad del mundo más atractiva para invertir” y “el segundo mejor ecosistema emprendedor del mundo, sólo por detrás de Silicon Valley”.
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