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Cuando el movimiento sionista posterior a la II Guerra Mundial consiguió, en 1948, la fundación del Estado de Israel en los territorios palestinos, una parte del nacionalismo catalán, especialmente el más burgués, encontró en Israel un mito donde reflejarse.
No obstante, el uso del término “judíos” aplicado a los catalanes, fue utilizado como insulto por muchos que aborrecían de los nacionalistas. Pío Baroja, por ejemplo, en 1907 acusaba a los catalanes de ser «lo$ judíos de E$paña» (1). Figuras destacadas del catalanismo fueron acusadas de ser judíos, como Companys o Cambó. Aunque, por su parte, los nacionalistas catalanistas de principios del siglo XX usaban el mismo insulto para aplicarlo a los castellanos. Esta es una sutil constante en los toma y daca entre políticos nacionalistas y no nacionalistas. Josep Huguet, ex conseller de la Generalitat,  todavía llegaba a  afirmar, en tonos lastimeros: «en el pensamiento de sectores radicales del españolismo, los catalanes ocupamos el lugar de los judíos»(2).
Muchos catalanes, independientemente de su posicionamiento político, despertaron sus simpatías el Estado de Israel, cuya creación influyó tanto en franquistas como Josep Pla-maravillado al visitar Israel en 1950-, como al antifranquista Salvador Espriu, que presentaba a Israel «como la proyección mítica de Cataluña»(3).
sionismo5 Contra la tradición ultraizquierdista de posicionarse con los palestinos, encontramos algunos radicales nacionalistas identificados con el mito sionista. Es el caso de Toni Gisbert, viejo dirigente del Partit Socialista d’Alliberament Nacional (PSAN), responsable de de Acció Cultural del País Valencià y marido de Nuria Cadenas (independentista encarcelada durante años por terrorista). Este radical, identifica judaísmo y catalanismo en un escrito lleno de manipulaciones históricas, verdadero homenaje al nacionalismo racial: «Los puntos en común con las reflexiones del judaísmo son notables (…) una parte importante de nuestro pueblo reclama, como lo reclama una parte importante del judaísmo, un hogar nacional propio. (…) Un territorio donde no somos los únicos que estamos: igual que los ju­díos, hemos sido convertidos en minoría en algunas parcelas de nuestra propia tierra por siglos de ocupación. (…) Pero como ellos, hemos vivido ininterrumpidamente desde nuestro nacimiento como pueblo. (…) Tampoco renunciamos a las parcelas donde somos minoría: porque para noso­tros la tierra tiene valor por ella misma, nos identifica y cohesiona»(4).
Las relaciones entre el catalanismo y el sionismo, anteriormente, durante el franquismo, se fueron forjando gracias a, por ejemplo, la amistad del padre de Jordi Pujol con el magnate empresario judío David Ten­nenbaum, creador de la Banca Dorca de Olot, germen de lo que fue la futura Banca Catalana (5).
Las relaciones entre el nacionalismo de la alta burguesía (fuera el de CiU, fuera el del PSC) son el termómetro de las aspiraciones reales de Cataluña hacia la independencia.
Las presiones políticas de las élites catalanas nacionalistas consiguieron que en 2005 se incrementaran notablemente las relaciones entre Israel y Cataluña. Estas relaciones se  concretaron con la reunión de Maragall con Shimon Peres y la consolidación del Fomento de la cooperación tecnológica entre Cataluña e Israel a través de la Fundació Catalana per a la Recerca.
Las redes de influencia política, periodistica y cultural
Según el periódico La Vanguardia (6), los políticos recientes con una mayor sensibilidad hacia Israel, y en el que han puesto su confianza para un posible apoyo en caso de independencia, son: el ex–presidente Jordi Pujol (ahora caído en desgracia); en su momento también lo fue Josep Lluís Carod-Rovira, cuando era Presidente de Esquerra Republicana de Catalunya y vicepresidente de la Generalitat; Miquel Sellarès, periodista y antiguo responsable de seguridad en los gobiernos de CiU; Joan Oliver, antiguo director de TV3  y militante de CiU y Maria Josep Estanyol, doctora el filología semítica en la Universitat de Barcelona y militante de ERC.
Entre los periodistas más influyentes en el ámbito catalán, encontramos a Pilar Rahola, partidaria visceral de las políticas radicales de Ariel Sharon (a la cual el lobby publicitario judío de La Vanguardia exige mantenerla como columnista, al precio que sea); el periodista Pere Bonín; Joan B. Culla, historiador de la Universitat Autònoma de Barcelona y uno de los intelectuales independentistas más comprometidos; la escritora Marta Pessarrodona, o Lluís Bassat, de reconocido origen judío, y uno de los catalanes más influyentes.
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Vicenç Villatoro, la voz de los intereses israelíes en la Corpo de TV3.
Pero especial atención merece Vicenç Villatoro, que fuera diputado por Convergencia i Unió (CiU), escritor, periodista y antiguo director del diario nacionalista Avui y de la Corporació Catalana de Ràdio i Televisió, ente que engloba las emisoras de la Generalitat. Villatoro se ha forjado un impresionante curriculum a la sombra del poder y de los cargos que se le han concedido.
 Entre los medios más prosionistas de Cataluña hay que destacar en primer lugar el periódico Avui, así como La Vanguardia, como ya hemos dicho con Pilar Rahola como cabeza visible. Las radios y televisiones públicas (TV3, C33 y Catalunya Ràdio), cuando Vicenç Villatoro dejó de ser su director relajaron su posicionamiento a favor de Israel. Ello es debido a que una parte del nacionalismo catalán, resentida con la burguesía, pretende reflejarse en Palestina (un pueblo sin Estado, oprimido por Israel).
Aún así, en las tertulias televisivas de TV3 y el C33, siguen siendo invitados casi perpetuos Villatoro, Rahola, Joan B. Culla y otros. O Pilar Rahola, ha sido una de las invitadas fijas en la cadena televisiva controlada por el Grupo Godó (8TV). También la Fundació Catalunya Oberta, en cuyo patronato encontramos personajes independentistas aupados por la TV3 como Xavier Sala i Martin, se ha posicionado siempre con las tesis israelíes sobre las palestinas.
Asimismo existe una red de medios de comunicación empeñados en apoyar a toda costa al Estado de Israel. Este es el caso de Tribuna Catalana, (www.tribuna.cat), página dedicada a la política general, que tiene enlaces al Centre d’Estudis Estratègics de Catalunya (CEEC), dirigidos por Miquel Sellarès, y a la Revista Debat Nacionalista, cuyo primer número entrevista al historiador Joan B. Culla, a quien le dedica la foto de portada. El Centre d’Estudis Estratègics de Catalunya, manifiesta una clara línea contra el yihadismo y a favor de las tesis israelíes.
Cuando la OTAN invadió Afganistán, El CEEC lo definió como:  «una opción que puede parecer más “dura” pero que en realidad es simplemente más realista»(7).
En otro artículo, por ejemplo, se atacaba la política exterior de Zapatero por considerarla antiamericana, antiisraelí y proárabe. Bajo este posicionamiento, otro informe lamentaba que la decisión (finalmente revocada) de vender aviones y barcos a Venezuela por parte del gobierno Zapatero, hubiera puesto en peligro la amistad con los Estados Unidos(8). Algunos artículos en su página web, llevaban artículos significativos como: “¿España se posiciona contra el gobierno de Israel?” o justifican los ataques preventivos de israel(9).
Desde Tribuna Catalana se elaboran artículos antipalestinos, como los dedicados en su momento contra la victoria electoral de Hamás o cintra la ayuda europea a la Autoridad Palestina. Sorprenden también afirmaciones contra la posición propalestina de una parte de la izquierda israelí. El argumento esgrimido por Tribuna Catalana se resume en denunciar: «autoodio de la extrema izquierda israelí cercana a los grupos palestinos»(10). Otro medio, totalmente subvencionado por la Generalitat, pero con sede en Valencia, la revista El Temps, donde es otro de los medios claramente posicionados siempre con israel y contra los Palestinos. En ella, escribía Pilar Rahola un reportaje sobre la comunidad judía de los “Païssos Catalans”, justificando las matanzas israelíes en el Líbano a raíz de la detención de militares israelíes por Hamás(11).
De la opinión … a la represión.
Vicenç Villatoro, cuando fue responsable de la Radiotelevisión catalana, despidió al periodista Eugeni García, corresponsal en Jerusalén de Catalunya Ràdio. El Comité Profesional de la emisora, denunció en un comunicado que el despido se debía a «la presión reiterada de la comunidad judía en Catalunya, que cuestiona la imparcialidad informativa de la redacción de informativos y de su corresponsal en Jerusalén.»(12)
Otra polémica famosa en el mundillo del periodismo catalán, ocurrió cuando Vicenç Villatoro atacó al periodista Antoni Bassas, entonces en Catalunya Radio, en una carta al diario Avui, por no cortar a un oyente que llamó al programa de Bassas y dijo que «los judíos e Israel se encontraban en el eje del mal».  Otros ataques, por ejemplo desde Tribuna Catalana, han ido dirigidos contra el «infantilismo» de TV3 en el tratamiento de la guerra de Irak o las informaciones sobre EE.UU. e Israel, responsabilizando de ello al periodista Joan Roura(13).
Roura también fue atacado desde La Vanguardia por Joaquim Roglán, quien “denunció” al periodista de TV3 por no defender la “imparcialidad” en el conflicto árabe-israelí informando «de manera desmesurada» sobre la violencia del Estado de Israel(14).
La división en ERC por el posicionamiento palestino
ERC es uno partido que tradicionalmente fue favorable a las tesis israelíes, coincidiendo con la etapa de Pilar Rahola. Pero en la medida que ERC fue copada por la ultraizquierda nacionalista provinente del PSAN y Terra Lliure, las tesis pro-palestinas fueron ganando terreno.
Ello provocó conflictos internos que siempre han permanecido más o menos ocultados. Carod Rovira, en su época de presidente, mantuvo un fuerte enfrentamiento por este tema con Rosa Bonàs y Joan Puigcercós. Las JERC, las juventudes de ERC, siguiendo este posicionamiento de la ultraizquierda, se han manifestado reiteradamente a favor de la causa palestina. Sin embargo, ERC nunca se ha manifestado públicamente a favor de Palestina.
Una muestra de la influencia israelí en ERC la podemos comprobar en el nº 70 (abril-mayo de 2006) de Esquerra Nacional, revista oficial de ERC. En la primera página de este número se entrevista a Jaume Fernández, historiador y militante de ERC, donde explica el balance de unas jornadas sobre sionismo y catalanismo, jornadas en las que participaron Consellers de la Generalitat. Según Fernández, que por una “curiosa” coincidencia también es miembro del CEEC, en las jornadas se denunció al «pensamiento único» contra Israel, «anclado en una posición ideológica heredera de un marxismo trasnochado»(15).
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Poémica visita de Carod y Maragall a Israel.
Cuando Carod Rovira visitó Israel junto con Maragall en mayo del 2005 para realizar un homenaje a Yitzhak Rabin, asesinado por un judío ultraortodoxo, se levantaron ampollas en la izquierda solidaria con la causa palestina. Aunque la prensa oficial mantuvo el más pulcro silencio al respecto. El colectivo Palestina Resisteix, recordó entonces a Carod el pasado terrorista de Rabin, que al mando de unidades militares realizaba operaciones de limpieza étnica(16). Al parecer Carod era más que simpatizante del Partido Laborista Israelí, y en algunos de sus mítines electorales, por ejemplo en 2006, había invitado al embajador de Israel.
Rosa Bonàs, la representante de la disidencia anti-israelí
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La ultraizquierda siempre se posicionó con la causa palestina
Rosa Bonàs, que ha ocupado el cargo de diputada al Parlamento español por ERC es una de las excepciones dentro del panorama nacionalista catalán pro-judío. Su mérito radica además en el hecho de estar casada con un israelí, tener hijos de esa nacionalidad y haber pasado varios años viviendo en Israel, país del que tuvo que huir, como ella misma explica: «A medida que se iban multiplicando los asentamientos en Gaza y Cisjordania, el Ejército para la Defensa de Israel se con­virtió en un ejercito de ocupación con todo lo que ello implica. (…) en 1989, nuestro hijo tenía ya 10 años, fuimos conscientes de que aquel niño tenía ante sí dos opcio­nes: ser soldado de un ejército de ocupa­ción o pasar su juventud en la cárcel, como tantos amigos que se negaron a servir en los territorios ocupados»(17).
Rosa Bonàs estuvo en el ojo del huracán sionista cuando hizo una proposición al Congreso de los Diputados, junto a Puigcercòs, pidiendo la suspensión de todas las ayudas del Estado español hacia Israel, incluyendo todo tipo de cooperación cultural en protesta por la política genocida de Ariel Sharón y contra la ocupación de los territorios palestinos de Gaza y Cisjordania, justo en las fechas en las que Carod y Maragall realizaban el homenaje a Rabin.
Esto levantó las protestas airadas de la Embajada de Israel e insultos guturales de Pilar Rahola, acusándola casi de nazi. Carod-Rovira zanjó el tema pidiendo perdón en una carta en la que calificaba la iniciativa de Rosa Bonàs «como un error político grave que, además, no es coherente de ninguna manera con mis propias convicciones» (18).
Por si hubiera dudas
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Pujol realizó siempre declaraciones contundentemente sionistas.
El periódico El país, publicaba el 29 de octubre de 1988, el siguiente artículo: “”Todos saben que he sido un hombre interesado por la causa sionista y que he tomado partido a favor de los judíos desde 1950″, recordó Jordi Pujol en enero de 1986 comentando el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre España e Israel. Pero la devoción de Pujol por la causa de Israel sólo se explica arrancando de sus propias convicciones y de su concepción religiosa del nacionalismo. “Hemos de tener [los catalanes] la mística colectiva del pueblo israelí y aún más. Sólo los pueblos que creen en sí mismos y tienen una convicción profunda en la propia historia consiguen subsistir”, afirmó en mayo de 1987 ante los miembros de la organización ecologista más importante de Israel, durante una visita de cinco días a este país.
 El viaje se saldó con la firma de un documento de cooperación agraria -oficialmente una carta de intenciones- entre la Generalitat catalana y el gobierno israelí; el compromiso de la creación de una cátedra de catalán en la Universidad de Tel Aviv; la realización de un facsímil sobre la utilización del catalán en la comunidad judía; un acuerdo para intercambiar producciones televisivas entre TV-3 y la televisión israelí y la promesa de donar medio millón de lisas -un pez de agua dulce- para repoblar el lago Tiberíades. Un año después, en mayo de 1988, CiU impidió que se votase en el Parlament una condena contra la represión israelí en Gaza y CisJordania. El gobierno de Pujol concedió la cruz de S ant Jordi al ex embajador de Israel en España, Samuel Haddas”. 
SOMATEMPS
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Notas:
(1) Jordi Rovira. Lazos vivos entre Israel y Catalunya. La Vanguardia, 15/01/2006.
(2) Idem
(3) Idem
(5) Jordi Rovira. Lazos vivos entre Israel y Catalunya. La Vanguardia, 15/01/2006.
(6) Idem
(8)http://www.ceec-cat.org/noti.php?noticia=180
(6)http://www.ceec-cat.org/noti.php?noticia=175
(9) http://www.ceec-cat.org/noti3.php?cerca=israel¬icia=136 (10)http://www.tribuna.cat/Not%EDcies/Pol%EDtica/El_dilema_dels_europeus_da­vant_la_vict%F2ria_de_Hamas/
(10) http://www.tribuna.cat/Not%EDcies/Pol%EDtica/ERC_i_l%92estat_d%92Israel/ (11) Xevi Camprubí: L’altre banda del conflicte. El Temps, nº 1555, 1/8/2006. http://www.eltemps.net/art2.php?sec_id=mon
12) Jordi Rovira. Lazos vivos entre Israel y Catalunya. La Vanguardia, 15/01/2006.
(13)http://www.tribuna.cat/Not%EDcies/Pol%EDtica/De_qu%E8_pot_servir_la_pol%E8mica_Villatoro-Bassas?/