la nueva amenaza de Turquía a la Unión Europea
“Cuando 50.000 migrantes se agolparon en
el puesto fronterizo de Kapikule (frontera turco-búlgara) ustedes
pidieron ayuda. Y empezaron a preguntarse: ¿Qué haremos si Turquía abre
sus fronteras?”, dijo Erdogan.
“Escúchenme bien. Si van más lejos, esas
fronteras se abrirán, métanse eso en la cabeza”, añadió el presidente
en un discurso en Estambul.
Este aviso se produce a pocos meses de
las elecciones presidenciales en Francia y federales en Alemania, donde
la cuestión migratoria tendrá seguramente un papel central.
El pacto con Turquía sobre los migrantes
permitió reducir a tan solo unas decenas el número de personas que
llegan a diario a las islas griegas del Egeo, frente a las miles que lo
hacían durante el verano boreal de 2015.
“Consideramos el acuerdo entre Turquía y
la Unión Europea como un éxito común y la continuación de ese acuerdo
interesa a todos”, declaró Ulrike Demmer, la portavoz de Merkel. “Las
amenazas de ambos lados no llevan a ningún lado”, añadió.
Las relaciones se tensaron en las
últimas semanas entre Ankara y Bruselas, que acusa a las autoridades
turcas de reprimir a la oposición tras el intento del golpe de Estado en
julio.
‘No cumplieron con sus promesas’
A cambio del acuerdo migratorio, Ankara
pidió una exención de visados para sus ciudadanos que viajen al espacio
Schengen, la apertura de nuevos apartados en el proceso de adhesión a la
UE y una ayuda financiera para acoger a tres millones de refugiados,
incluidos 2,7 millones de sirios, que están en suelo turco.
Pero el acuerdo sobre los visados se
estancó, ya que la UE reprocha a Turquía no cumplir con los 72 criterios
necesarios. Y Ankara afirma que el pacto migratorio no seguirá si no se
avanza en esa cuestión.
El Gobierno turco acusa, además, a los
países europeos de no enviar la ayuda financiera prometida para la
acogida de refugiados, una afirmación desmentida por Bruselas.
“Nosotros somos quienes acogemos a más
de tres millones de refugiados en este país, y ustedes quienes no
cumplieron sus promesas”, dijo Erdogan este viernes.
En este contexto, el presidente turco
mencionó este mes la posibilidad de convocar un referéndum sobre la
continuación de las negociaciones de adhesión a la UE, si no se avanza
sobre la cuestión de los visados de aquí a finales de año.
El Parlamento Europeo pidió el jueves,
en una resolución no vinculante, un “congelamiento temporal” del proceso
de adhesión iniciado en 2005, debido a la “desproporcionada” represión
de las autoridades tras el fallido golpe de Estado del 15 de julio.
Tras esta intentona las autoridades
lanzaron una vasta represión, que llevó a más de 36.000 personas a la
cárcel, según cifras oficiales.
En un informe publicado la semana
pasada, la Comisión Europea criticó el “retroceso” de Turquía en los
criterios de adhesión, especialmente en lo relativo a la libertad de
prensa y el Estado de Derecho.
Aunque el proceso de adhesión sufrió
varios contratiempos, la mayoría de los integrantes de la UE defienden
la necesidad de guardar “las vías de comunicación abiertas” con Ankara.
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