Siguiendo su habitual redundancia, la Real Academia Española define erotómano
(o erotómana), como aquella persona que parece erotomanía. Una segunda
consulta nos despeja por fín las dudas: "enajenación mental causada por
el amor y caracterizada por un delirio erótico". Y no tiene ningún
reparo en definirse así SusanaMoo, la autora del blog que lleva este
nombre, en el que hemos encontrado algunas curiosidades y suposiciones sobre la vida sexual de uno de los personajes más controvertidos de la historia.
Se han escrito ríos de tinta sobre la vida de Adolf Hitler,
líder, ideólogo y miembro del Partido Nacionalsocialista Alemán de los
Trabajadores que estableció un régimen fascista en Alemania entre 1933 y
1945 conocido como Tercer Reich y que fue derrocado tras la Segunda
Guerra Mundial, no sin antes suicidarse, como todos ustedes saben. Pero
existe muy poca información sobre la vida íntima de este personaje que
abogaba por la supremacía de la raza aria, alimentando la xenofobia y la
más despiadada violencia contra sus enemigos. Aún más desconcertante
resulta saber que las tres mujeres que intimaron sexualmente con él,
terminaron suicidándose. ¿Cuáles fueron las causas?
Pero todo cambiaría cuando conoció en 1925 a su sobrina Geli Raubal,
que por aquel entonces tenía 17 años. Se trataba de una chica alegre y
viva, que mostraba un gran respeto por su tío. Hitler, por su parte,
sentía por ella un amor morboso y obsesivo hasta el punto de que le
prohibía cualquier tipo de amistad o independencia. Sólo su círculo más
cercano conocía a ciencia cierta la naturaleza de esa relación, pero
pronto se extendieron rumores de que estaba teniendo un romance con su
joven sobrina, algo que Hitler desmentía enfurecido. Según leemos en la
bitácora erotómana, se llegó a afirmar que él incluso la obligaba a orinar sobre su cabeza.
Tal era la presión que sufrió Geli que el 17 de septiembre de 1931 se
suicidó disparándose en la cabeza. Aún resuenan rumores de que en aquel
momento se encontraba embarazada.
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