Por ello, queremos dejar claro desde el principio, que lo que mostraremos en este artículo entra íntegramente dentro del campo de la especulación. Repetimos: ESPECULACIÓN.
Lo único que vamos a hacer a continuación, es, como ya hemos hecho otras veces, imaginar o concebir posibles escenarios futuros HIPOTÉTICOS, razonar sobre la posibilidad de dichos escenarios hipotéticos y dirimir a quién o quiénes podrían favorecer estos posibles escenarios y por qué.
Por lo tanto, pedimos a nuestros lectores que dejen de lado sus prejuicios ideológicos y lean el artículo de la forma más fría y distanciada posible.
A estas alturas, las personas más abiertas a las teorías de la conspiración (y por lo tanto a la historia real y no a la manipulada por el poder), son conscientes de que muchos de los atentados terroristas que hemos visto en los últimos años, especialmente en el mundo occidental, ocultan en realidad operaciones de falsa bandera que sirven a determinadas agendas ocultas.
Tras cada atentado de corte islamista, la reacción (aparentemente lógica y justificable) de las autoridades, es incrementar el grado de control y vigilancia sobre la población y dar un paso más hacia la instauración de un auténtico estado policial. Además, cada atentado sirve de justificación idónea para los países afectados y sus aliados, intervengan militarmente en zonas como Oriente Medio o África.
Así pues, es previsible que no tardaremos demasiado tiempo en ver un nuevo atentado adjudicado a Estado Islámico, sea en EEUU o en Europa.
La localización de este posible e hipotético atentado, en caso de ser de falsa bandera, no sería aleatoria, sino que obedecería a un conjunto de intereses y buscaría alcanzar diversos objetivos simultáneos (aquello que popularmente llamamos “matar varios pájaros de un tiro”).
Bien, pues si este fuera el caso, si se produjera un atentado de falsa bandera en Occidente con el que incrementar el control sobre la población y justificar nuevas intervenciones militares y si dicho acontecimiento buscara obtener un conjunto de beneficios para diversos actores implicados, entonces debermos advertir que existen indicios suficientes como para pensar que puede producirse en España y más concretamente, en la ciudad de Barcelona.
¿En qué nos basamos para sentar esta sospecha?
LA IDEA ESTÁ SIENDO INOCULADA EN EL IMAGINARIO PÚBLICO
LA BASE DE LA MANIPULACIÓN
Desde hace semanas, la idea de que pueda producirse un atentado en España, y especialmente en Barcelona, va sumando indicios de forma continuada; la función de esta colección de indicios es sentar las bases para establecer una determinada narrativa oficial en caso de que finalmente se produzca dicho atentado terrorista.
Para empezar, Estado Islámico ha estado amenazando explícitamente a España, con su idea de “reconquistar Al-Andalus”.
A ello debemos sumar, que Estado Islámico ha empezado a publicar videos en español, manifestando así su intención de empezar a actuar en territorio hispano, tanto en España como futuramente en América Latina.
Pero si hay una ciudad específica que parezca llevar pintada la diana de los terroristas, esa es Barcelona y eso se debe a que, en estos momentos, Barcelona es una ciudad turística de primer orden europeo, que atrae anualmente a cientos de miles de turistas de todo el mundo.
Por lo tanto, un atentado en Barcelona, tendría una repercusión especial en la mente colectiva occidental.
“Barcelona se ha convertido en los últimos años en una ciudad conocida en todo el planeta. Tanto por su atracción como destino turístico como por el impacto mediático del Barça, la capital catalana es un icono mundial. Y a ojos de los yihadistas, eso la convierte en un objetivo prioritario, pues estos persiguen atentar en emplazamientos que generan un gran impacto a nivel internacional”
LA BASE REAL
Sumemos a ello que la región de Cataluña, de la que Barcelona es capital, alberga el que es considerado como uno de los núcleos más importantes de yihadistas y centros de radicalización islamistas de toda Europa, en gran parte debido a la gran cantidad de inmigración de origen musulmán.
De hecho, en los últimos meses, las noticias sobre este hecho, han sido continuas en múltiples medios de comunicación.
Así pues, la población ya ha asimilado como algo plausible, la posibilidad de que se produzca un atentado en la ciudad condal.
-Primero, porque Estado Islámico apunta a España.
-Segundo, porque Cataluña y especialmente Barcelona y alrededores, son centros de gran actividad islamista.
Por lo tanto, las bases argumentales son sólidas a la hora de “justificar” un posible ataque terrorista y llevan meses siendo instauradas en el imaginario popular (aunque todo ello parta de una realidad plausible).
LOS INQUIETANTES DETALLES PREVIOS
Pero a esta base, debemos añadir una sucesión de “pequeñas noticias” que se han ido produciendo en las últimas semanas, que suministradas periódicamente a la población, parecen ir preparándola a nivel semi-inconsciente para lo que podría ser un atentado terrorista en cualquier momento.
Aquí ofrecemos unas pocas, a modo de ejemplo…
-VIDEO DE ESTADO ISLÁMICO PRESENTA SAGRADA FAMILIA COMO OBJETIVO YIHADISTA
La Vanguardia (10/08/2016)
“El Estado Islámico apunta a la Sagrada Família
La basílica barcelonesa aparece en un vídeo del EI en Libia junto a otros monumentos europeos
El Estado Islámico ha señalado como uno de sus objetivos terroristas la Sagrada Família de Barcelona. Una de las productoras en Libia del grupo terrorista ha difundido una imagen en la que aparecen mezclados algunos símbolos del mundo occidental susceptibles de sufrir ataques de la organización yihadista”.
-EXTRAÑO MALENTENDIDO EN EL PUERTO DE BARCELONA
La Vanguardia (13/09/2016)
“La alarma ante la posibilidad que Barcelona estuviera viviendo los prolegómenos de un ataque yihadista duró prácticamente dos horas hasta que el asunto, calificado por el mando de la lucha antiterrorista del Estado como de “un caso de irresponsabilidad y comportamiento totalmente fuera de lugar”, logró aclararse tras la intervención armada de la Guardia Civil y de los Mossos d’Esquadra.
Ocurrió el 6 de julio pasado cuando un chico pakistaní de 12 años de edad acompañado de cuatro adultos blandió un arma haciendo el signo de la victoria frente a los cruceros amarrados en el muelle adosado del puerto de Barcelona mientras los acompañantes fotografiaban la escena complacidos. También apuntó a los helicópteros de turismo que despegan del muelle haciendo el ademán de disparar. Los adultos igualmente grabaron la escena. Luego resultó que el arma era simulada idéntica a una real pero hasta que se comprobó ese extremo en un sector del puerto barcelonés se vivieron muchos minutos de alta tensión”.
-DETIENEN A YIHADISTA EN MANRESA (cerca de Barcelona)
El Periódico (14-9-2016):
“Detenido en Manresa un peligroso activista yihadista
El arrestado, de nacionalidad marroquí, desarrollaba en internet una “intensa actividad” de propaganda del Estado Islámico”
Como vemos, son pequeñas noticias que saltan a los medios y que a pesar de que ya nos parecen rutinarias y casi irrelevantes, van actuando como una gota malaya, penetrando en la mente de los espectadores y sembrándola para que acepte la posibilidad de un ataque terrorista, de manera que, en caso de producirse, lo primero que piense la población sea “ya se veía venir”.
Este tipo de técnica de “sembrado de la mente” se viene aplicando desde hace meses en referencia a otros posibles atentados.
Por ejemplo, otra idea que se está inoculando en la mente de la población occidental y que está evolucionando siguiendo parámetros similares, es la de un posible ataque terrorista con componentes nucleares, como podría ser una “bomba sucia”. (No estamos relacionando una cosa con otra, que quede claro)
Desde hace muchos meses, la idea ha ido apareciendo en los medios, incluso en el terreno de la ficción (series, películas), acompañada de un degoteo constante de pequeñas noticias que nos hablan de “robos de material radiactivo” en diversos lugares del mundo.
Así pues, la mente de la población también está siendo sembrada para que acepte la posibilidad de un ataque terrorista nuclear.
De la misma forma, se está sembrando la mente de la población con un posible ataque yihadista en España y más específicamente, en Cataluña.
Pero como este es un artículo básicamente conspirativo y especulativo y estamos planteando la hipótesis de que se produzca un “ataque de falsa bandera” en Barcelona, es decir, que tras la fachada islamista se oculten en realidad otros intereses, llega la hora de que nos preguntemos: ¿a quién podría interesar un ataque de este tipo y por qué?
¿QUIÉNES SERÍAN LOS BENEFICIARIOS DE UN ATAQUE ISLAMISTA EN BARCELONA?
Ciertamente, la respuesta a esta pregunta es escalofriante: habría muchos posibles beneficiarios para un ataque de esta índole.
A estas alturas, todos los lectores españoles y posiblemente la mayoría de los latinoamericanos, sabrán de la existencia de un movimiento secesionista en Cataluña, que está empujando fuertemente para separarse de España, y alcanzar lo que califican pomposamente como “Independencia de Cataluña” (una falacia bastante risible, porque la independencia en el mundo actual ya no existe).
Bien, en este artículo no pretendemos meternos en ese lodazal de luchas nacionalistas fanatizadas que implicaría discutir sobre la independencia de Cataluña.
Es un asunto realmente emponzoñado, en el que entran en juego sentimientos identitarios de todo tipo y en el que la capacidad para razonar de forma fría, queda rápidamente nublada por todo tipo de prejuicios y elementos procedentes del lavado de cerebro educacional al que todas las personas son sometidas desde pequeñas.
El tema de la independencia de Cataluña, además resulta ser un campo fértil para que políticos mafiosos y corruptos consigan sacar un beneficio, aunque se trate de un beneficio cortoplacista y miope y por lo tanto, no vamos a entrar en ello.
Pero más allá de las inclinaciones que puedan tener los lectores sobre la unidad de España o sobre las “derivas separatistas”, lo que sí podemos concluir, de forma fría y distanciada, es que el movimiento secesionista catalán parece ir en serio y está a punto de entrar en una peligrosa fase decisiva, que teóricamente (aunque no se lo creen ni ellos), culminaría con una posible independencia en tan solo 18 meses (aproximadamente a finales de 2017 o principios de 2018).
Por lo tanto, es un problema creciente y acuciante que realmente pone en jaque los intereses de un conjunto de actores diversos.
Y estos actores deben realizar algún movimiento de carácter urgente que consiga descarrilar el desbocado tren secesionista catalán, antes de que se produzca un choque de graves consecuencias que perjudique muchos y variados intereses.
Y es precisamente aquí, donde entra en juego la posibilidad de un ataque orquestado de falsa bandera en Barcelona.
POSIBLES BENEFICIARIOS DE UN ATAQUE ISLAMISTA EN BARCELONA
EL GOBIERNO ESPAÑOL
Evidentemente, el primer gran beneficiario de un ataque de Estado Islámico en Barcelona, sería el propio Estado Español, pues significaría, muy posiblemente, un golpe definitivo al proceso soberanista catalán.
Para empezar, porque un ataque terrorista de corte islamista en Barcelona, permitiría al gobierno español demostrarle a toda la población catalana que “Cataluña es demasiado débil y pequeña para hacer frente por sí sola, sin el apoyo del estado español, a los enormes riesgos que conlleva el mundo actual”.
Y en caso de que se produjera el atentado, de nada les serviría a los nacionalistas catalanes denunciar que “el gobierno español no les ha sabido proteger”, aduciendo una posible “dejadez” o “incompetencia” por parte del ejecutivo central, puesto que países dotados de servicios secretos mucho más efectivos que España, como por ejemplo Francia, también son víctimas de ataques terroristas.
De hecho, un atentado islamista en Barcelona permitiría al gobierno español vender precisamente el argumento contrario a través de sus poderosos altavoces mediáticos: que es el gobierno catalán el que actuó con incompetencia y no supo proteger a su población, al disponer en gran parte de las competencias de seguridad traspasadas a su policía autonómica, los Mossos d’Esquadra.
Esos mismos altavoces mediáticos serían usados para vender la idea de que la policía autonómica catalana no colabora adecuadamente con los servicios de seguridad españoles, aduciendo que oculta información debido a la “deriva separatista” que vive Cataluña y sus intentos de desconexión de España.
De hecho, esta idea ya ha sido presentada en los medios de comunicación (en el ejemplo siguiente ponemos uno próximo a la órbita socialista), lista para ser usada como arma argumental en un futuro…
-El Periódico (16-11-2015):
“La ausencia total de colaboración policial entre los Mossos d’Esquadra, que es la policía desplegada sobre el terreno, y el Cuerpo Nacional de Policía (CNP) y la Guardia Civil se traduce en una enorme deficiencias de seguridad. La relación entre cuerpos policiales –influenciada por la situación política—es pésima y, en el caso de Mossos y CNP, es más bien de guerra abierta”
Asimismo, un atentado islamista perpetrado en Cataluña por presuntos islamistas autóctonos, permitiría también al gobierno español criticar los mecanismos de integración social de la Generalitat de Cataluña (el gobierno autonómico catalán) y sobretodo su modelo educativo, pues podría centrarse el foco sobre él, acusándolo de “no dedicar recursos a evitar la radicalización de los alumnos de origen musulmán”.
Por lo tanto, todo ello, contribuiría a venderle a la población catalana (y a toda la española) la necesidad de recentralizar el poder en el Ejecutivo Central, bajo el pretexto de “ser más efectivos ante las amenazas exteriores”; además, le permitiría al gobierno español iniciar una campaña efectiva de recorte drástico de todas las competencias derivadas a las autonomías, especialmente en lo que se refiere a temas relacionados con la seguridad y la educación.
A esta estrategia se sumarían gustosamente todos los poderes del Estado (empezando por la monarquía) y los principales partidos políticos (PP, PSOE y Ciudadanos).
Pero no terminan aquí las grandes ventajas para el gobierno español.
Un atentado terrorista islámico en suelo catalán, permitiría al gobierno central desplegar fuerzas de seguridad en Cataluña (Policía, Guardia Civil, e incluso el Ejército), aduciendo que la policía autonómica es incapaz de afrontar por si sola la amenaza terrorista. Algo que posiblemente muchos elementos del gobierno querrían hacer y no se atreven a hacer, por los efectos contraproducentes que tendría.
En tal caso, difícilmente, los nacionalistas catalanes podrían criticar tal despliegue, que sería vendido como “una protección necesaria ante la amenaza terrorista, tras el brutal golpe sufrido”.
A toda esta maniobra, se le podría sumar una campaña mediática a nivel nacional, de apoyo y solidaridad hacia la comunidad catalana, que sirviera para estrechar lazos a nivel emocional y nacional y demostrar “el cariño que España tiene hacia Cataluña”; además, tras una campaña de esta índole, los separatistas catalanes que se atrevieran a seguir defendiendo la independencia catalana de forma radical y explícita, podrían ser presentados como “unos desagradecidos insensibles que defienden intereses fanatizados y espúreos”.
Como vemos, el movimiento secesionista catalán quedaría gravemente dañado y como mínimo se vería retrasado unos cuantos años, aunque lo más posible es que quedara muerto y enterrado.
RAJOY Y EL PP
Como vemos, el gobierno español sacaría muchos beneficios de un ataque islamista en Barcelona. Pero quien más beneficios sacaría, sería el actual partido en el gobierno, el Partido Popular y su presidente Mariano Rajoy.
Desde hace meses, España se ve sometida a una creciente inestabilidad política, debida a la incapacidad para llegar a acuerdos entre los diferentes partidos políticos a la hora de conformar gobierno, hasta el punto de que el país está al borde de convocar unas terceras elecciones.
Sin embargo, un ataque terrorista a gran escala, pondría entre la espada y la pared a las fuerzas políticas que se opusieran a facilitar un gobierno rápido del Partido Popular, el partido más votado en cada uno de los comicios. De repente, todos los casos de corrupción que rodean al PP quedarían minimizados ante la “amenaza terrorista” y “se haría necesaria la configuración urgente de un gobierno estable para hacerle frente”.
Todo ello contribuiría a que el Partido Socialista, (PSOE) aceptara que Rajoy formara gobierno, posiblemente incorporando al propio PSOE (y evidentemente a Ciudadanos, el pseudo-partido creado para apuntalar el bipartidismo), quizás formando un gobierno de concentración.
De esta manera, el PP y Rajoy conseguirían conservar el poder y el PSOE tendría la excusa que necesita para justificar esa rendición ante el PP que tan ansiosamente promulgan sus más viejos componentes (los conocidos como Barones).
En definitiva, todo el establishment político español, al pleno servicio de las élites económicas del país, saldría beneficiado de todo ello.
ALGUNAS ÉLITES EMPRESARIALES CATALANAS
Aparte del gobierno español y del establishment político, también cabe destacar que el descarrilamiento del proceso independentista catalán favorecería los intereses de las élites empresariales y financieras catalanas, que ya han mostrado en público su rechazo a la independencia catalana, debido a la inestabilidad que para ellas implicaría la creación de un nuevo estado y la más que posible pérdida de parte del mercado español que ello conllevaría.
Sin duda, estas élites catalanas participarían gustosamente de cualquier plan que permitiera descarrilar el proceso independentista.
Así pues, como vemos, a nivel español, hay muchos actores que obtendrían beneficios claros y directos de un atentado islamista en Barcelona, que sirviera para cortar con el proceso independentista catalán.
Al respecto, queremos destacar unas polémicas declaraciones del Ministro Español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, que afirmó literalmente que: “De una crisis se sale, un ataque terrorista se supera, pero la disolución de España es irreversible”.
Estas declaraciones podrían ser consideradas casi como un desliz freudiano si realmente el gobierno español estuviera valorando la posibilidad de una falsa bandera como la que planteamos de forma hipotética en este artículo…
Pero llegados aquí, la pregunta clave que debemos hacernos es: ¿podría España por sí sola organizar (o permitir por omisión) un atentado de falsa bandera de esta índole?
La respuesta es que probablemente NO.
Así pues, harían falta aliados poderosos que facilitaran esta maniobra y que compartieran intereses con el gobierno español.
Y lo cierto, es que esos aliados existen y son muy poderosos…
FRANCIA
Sin lugar a dudas, uno de los principales interesados en un atentado islamista en Barcelona, sería la República Francesa.
Motivos Políticos
Básicamente, a Francia le interesaría descarrilar el proceso independentista catalán por una razón: el proceso independentista está cruzando la frontera y ha empezado a tener cierta repercusión (aún débil, pero creciente), en los antiguos territorios catalanes que ahora forman parte de Francia, los conocidos como “Cataluña del Norte” y cuya capital más destacada es la ciudad de Perpiñán.
Aunque el movimiento catalanista en Francia es aún muy débil, si una cosa ha destacado en los últimos años, es que no ha parado de crecer y eso, para un estado tan centralista como el francés, resulta ser una pésima noticia.
Si sin ser independiente, Cataluña ya ha conseguido este creciente nivel de influencia en la región, sería de esperar que dicha influencia aumentara exponencialmente en el caso de que Cataluña dispusiera de un estado propio.
A ello sumémosle el posible efecto contagio que tendría una posible independencia de Cataluña sobre otras regiones francesas con pulsiones secesionistas, como por ejemplo serían el movimiento independentista Corso o el aún incipiente (y casi anecdótico) movimiento independentista Bretón y el aún más anecdótico movimiento Alsaciano.
Por esa razón, a Francia le interesa “acabar con el monstruo” antes de que se haga demasiado grande.
Por lo tanto, podemos concluir que Francia colaboraría estrecha y gustosamente con el estado español en cualquier maniobra que cortara por lo sano el proceso secesionista catalán. Y no olvidemos que Francia dispone de unos servicios secretos y de seguridad de primer orden mundial, que podrían resultar cruciales para desarrollar dichas operaciones.
Añadamos a todo ello, la necesidad de justificar y reforzar la actual política de seguridad del gobierno francés, que ha sentado las bases para un auténtico estado policial y que con un atentado terrorista como este, en un país vecino, vería plenamente justificada su política al respecto.
Y todo ello, precisamente cuando crece la contestación contra el gobierno en las calles.
Motivos Económicos
A este interés de carácter político por parte de Francia, podríamos añadir también un interés de carácter económico.
La creciente influencia de Barcelona en el sur de Europa, reforzada al convertirse en un foco de atracción turística, y la posibilidad de que, en caso de Independencia, se convierta en un potente hub logístico de entrada de productos procedentes de Asia a Europa, podrían repercutir en un debilitamiento económico del sur de Francia, que de repente vería crecer a sus pies un posible foco de competencia comercial.
Por lo tanto, cualquier maniobra que contribuya a debilitar ese foco de competencia comercial, siempre estará en la agenda de Francia.
Añadámosle a esto que el turismo en Francia se ha visto gravemente afectado por los últimos atentados terroristas en su territorio y que parte de ese turismo, ha derivado en España y en Barcelona.
Un ataque en Barcelona, contribuiría a debilitar esa tendencia y re-absorber, quizás, parte de ese turismo perdido ( a otros países vecinos, como Italia, también les podría interesar perjudicar al turismo español, o al menos al catalán, para absorber parte de su mercado).
Si alguien cree que la inestabilidad en un país turístico no beneficia a su competencia directa, solo tiene que pensar en lo que ha sucedido cuando el terrorismo o la inestabilidad política se han cebado en países como Túnez, Egipto, Francia o Turquía: los beneficiados directos han sido aquellos países “más estables” que configuran su competencia, como ha sido el caso de España, que ha absorbido buena parte de ese turismo.
Bien, hasta aquí hemos visto las ventajas que podría tener para algunos actores concretos, un atentado islamista en Barcelona.
Pero quizás Francia y España no podrían realizar una operación de este tipo sin tener la aquiescencia tácita de “poderes superiores” que compartieran intereses con ellos.
Y la pregunta es: ¿hay poderes superiores a los estados español y francés que pudieran sacar beneficio de una maniobra como esta?
La respuesta es que SÍ.
LA UNIÓN EUROPEA
Uno de los grandes interesados en este posible atentado islamista, sería la Unión Europea como organismo.
Y eso se debe principalmente a 2 razones:
1-La Unión Europea necesita un nuevo impulso para imponer restricciones y controles de todo tipo sobre sus poblaciones, enmedio de la crisis migratoria y los crecientes conflictos internos que ésta provoca, a los que deben añadirse crecientes problemas económicos que podrían manifestarse con toda su crudeza de un momento a otro.
2-A la UE le interesa descarrilar el proceso independentista catalán, urgentemente.
Poca gente podrá discutir que la Unión Europea se encuentra en un momento crítico, de extrema debilidad; de hecho, podríamos caracterizarla como un gigante que se tambalea y que solo necesita de un soplido para acabar de caer.
La propia Angela Merkel lo ha explicitado en la reciente cumbre de la Ue en Bratislava: “La UE se encuentra en una situación crítica”
Los efectos del Brexit y la crisis migratoria, montados sobre los efectos de la pasada crisis económica, han puesto a la UE al borde del precipicio.
Y es precisamente por esta razón, que la desestabilización que podría provocar un movimiento secesionista como el catalán, afectando a un estado miembro de la importancia de España, podría representar la puntilla para el proyecto europeo.
Recordemos que el proceso secesionista catalán está a punto de entrar en su fase de ebullición política.
Pero quizás lo peor sería el efecto contagio que podría tener sobre otras regiones con pulsos independentistas del continente, como la ya mencionada Córcega en Francia, Cerdeña, Sicília y Padania en Italia, Flandes en Bélgica, el País Basco en la misma España, además del conocido caso de Escocia (en un país como el Reino Unido, que aún no se ha separado de la UE).
Por lo tanto, cualquier cosa que paralice cualquiera de estos focos de desestabilización, recibirá la aprobación de la cúpula europea. Y el proceso soberanista catalán es quizás uno de los focos más activos en estos momentos.
Además, un nuevo atentado terrorista reforzaría la actual política de control interno de carácter policial que estamos viendo desarrollarse en países de la UE como Francia, Alemania o Bélgica y servirían de excusa para impulsar algunos de los proyectos que actualmente se pretenden impulsar en el seno de la UE, como la creación de una fuerza militar unificada europea.
EEUU-OTAN
Otro de los actores que indirectamente podría estar interesado en un atentado terrorista de esta índole, serían los EEUU y la OTAN en general.
EEUU es el principal impulsor mundial de “la guerra contra el terror” en todo el mundo, que le sirve de pretexto para fortalecer su política intervencionista. En este caso, se puede decir que beneficiaría tanto a Clinton como a Trump, que tras el último atentado en Manhattan, ya está llamando a “actuar y volverse más duros”.
Además, un atentado terrorista en territorio español, crearía el pretexto idóneo para que EEUU reforzara aún más su presencia militar en España y el sur de Europa, justificándola bajo la excusa de garantizar la seguridad de un aliado, ahora “bajo la lupa del islamismo radical”.
Sin duda, el siempre servil gobierno español cedería gustosamente a cualquier solicitud norteamericana, y aún más si en este intercambio de favores, se incluyera un apoyo explícito, fuerte e inequívoco de EEUU a España frente al movimiento soberanista catalán. Hasta ahora, ese apoyo no tenido un carácter más protocolario que contundente.
Incluso un atentado en España le permitiría a EEUU disponer de un pretexto de peso para reforzar también su presencia en el norte de África, aduciendo la “lucha contra el terrorismo”.
RUSIA
Incluso Rusia podría ver un atentado de este tipo “con buenos ojos”, o como mínimo con la aquiescencia suficiente como para “hacer la vista gorda” y no destapar nada.
Al fin y al cabo, Rusia ha emprendido una política inequívocamente intervencionista en Oriente Medio, destinada a sustituir a EEUU como gendarme de la región, siempre bajo el pretexto de luchar contra el terrorismo islamista de Daesh. Un atentado de Estado Islámico, se produzca donde se produzca, no representa más que un beneficio para Putin, que ve reforzada y justificada su intervención en la guerra de Siria a ojos de las poblaciones occidentales, mientras presenta a EEUU como el causante directo del terrorismo y lo acusa de apoyarlo indirectamente en la guerra de Siria.
Pero es que además, a Rusia le interesa cualquier movimiento que detenga procesos separatistas, puesto que la propia Rusia podría verse aquejada del “mismo mal” si la OTAN consiguiera infiltrarse en algunas de sus repúblicas y convencer a sus poblaciones para que iniciaran procesos separatistas que debilitaran a la Federación Rusa.
A Rusia solo le interesa defender los procesos separatistas pro-rusos que afecten a los países circundantes y que tengan por objetivo incorporarse a la Federación Rusa, como son los casos de las repúblicas de Donetsk y Lugansk (que tarde o temprano se unirán a Rusia) o especialmente de Crimea. Porque en el fondo, no son movimientos separatistas, sino “unionistas” con Rusia.
Sin embargo, cualquier otro tipo de movimiento secesionista es probablemente visto con muchos peores ojos desde Rusia…
LAS ÉLITES GLOBALISTAS
Y por último, y a pesar de lo que mucha gente pueda creer, las propias élites globalistas que con tanto ahínco están impulsando la creación de un Nuevo Orden Mundial, no están en absoluto interesadas en que avance un proceso independentista como el catalán y por lo tanto, también verían con buenos ojos que se produjera un atentado islamista en una ciudad como Barcelona, que diera al traste con dicho proceso.
Al menos eso es lo que podemos deducir si lo pensamos un poco y ahora expondremos por qué lo creemos así.
Ciertamente, en la mayoría de los círculos conspirativos se vende precisamente el argumento contrario, según el cual estas élites globalistas estarían interesadas en fragmentar España, un argumento vendido principalmente por personajes (bastante extraños y opacos), como Daniel Estulin.
La teoría según la cual las fuerzas globalistas quieren fragmentar España, basa sus argumentos en una estrategia globalista consistente en debilitar el poder de los estados nación, pues es el paso indispensable para implantar organismos supranacionales que finalmente deriven en la creación de un gobierno único mundial, bajo el control directo de estas élites.
Y es cierto, estamos de acuerdo: las élites globalistas trabajan activamente para debilitar y finalmente destruir a los antiguos estados-nación, con el objetivo de implantar un gobierno mundial.
Pero para hacerlo, las élites están utilizando dos estrategias diferentes y prácticamente opuestas para debilitar a los Estados-nación: una consiste efectivamente en fragmentarlos y otra consiste en integrarlos en una unidad más grande que disuelva el poder de dichos estados.
Las élites globalistas básicamente han usado la estrategia de la fragmentación en aquellos estados que no pueden controlar directamente; los ejemplos más claros que hemos visto estos últimos años han sido Irak, Libia, Siria y Yugoslavia. En todos estos casos, se ha promovido la fragmentación interna con el objetivo de obtener micro-estados mucho más débiles y fáciles de controlar por las fuerzas elitistas.
Pero ese no es el caso de España.
España, queda circunscrita, precisamente, en la estrategia opuesta.
Las élites globalistas no necesitan debilitar el poder como Estado-nación de España, porque de hecho, España ya está debilitada del todo: es un estado servil y completamente controlado por las autoridades de la Unión Europea, el proyecto globalista por excelencia.
El gobierno Español, de hecho, cumple estrictamente con todas las órdenes que las élites globalistas le dictan, a pies juntillas y con un nivel de sumisión “ejemplar”.
Por lo tanto, y por pura lógica, a las élites globalistas no les interesa fragmentar España, sino todo lo contrario: mantenerla unida bajo un gobierno que ya tiene plenamente controlado.
Y lo mismo se puede aplicar al resto de países pertenecientes a la Unión Europea.
Es fácil de entender: imagine que usted tiene un rebaño de 47 ovejas perfectamente controlado, con su pastor y su perro. ¿Qué es más fácil? ¿Seguir controlando ese rebaño con 47 ovejas ya obedientes, o dividirlo y tener que controlar 2 rebaños por separado, uno con 40 ovejas y otro con 7? (1)
De hecho, vale la pena leer este artículo de la periodista Cristina Martin Jimenez, experta en los asuntos relativos al Club Bilderberg…
Bilderberg usará el “polvorín” catalán para imponer una España federal
La periodista Cristina Martín Jiménez analizó lo que le espera a Cataluña si la región avanza con su proceso de independencia y los planes del poderoso Club Bilderberg para crear una España federal en la que “el poder privado reemplace a los gobiernos”.
Cristina Martín Jiménez
“La Unión Europea no tolerará una Cataluña independizada”. Las palabras del exsecretario general de la OTAN y miembro de Bilderberg, Javier Solana, fueron reveladas por la periodista Cristina Martín Jiménez experta en el manejo del elitista club.
Según detalló en un artículo publicado por ‘The Objective’, los miembros de la organización están “en contra de la secesión” y esa postura la manifestaron a través del tiempo. Ya en 1991, el entonces presidente de la Generalitat de Catalunya, Jordi Pujol, los exaltó con su discurso nacionalista, visión política “maldita” para Bilderberg.
“Es difícil reeducar a la gente que ha sido educada en el nacionalismo. Es muy difícil convencerlos para ceder su soberanía a favor de una institución supranacional”, reiteró, una y otra vez, el relaciones públicas de la entidad, el príncipe Bernardo de Holanda.
Bilderberg considera, afirmó Martín, que “los nacionalismos son peligrosos”. ¿Peligrosos para qué? Para la propuesta de Solana: “Europa puede y debe ser una especie de laboratorio de lo que pudiera ser una especie de gobierno mundial”.
Por eso, cuando el por entonces presidente de la Generalitat catalana, Artur Mas, recibió en julio de 2015 una importante comitiva de Bilderberg, marcó, para la periodista, su futuro. “El Club Bilderberg y la Comisión Trilateral han derrumbado a presidentes mucho más convincentes a golpe de sonrisas maquiavélicas”, expresó y, más contundente, agregó: “Ha conseguido enfadar a los demonios”.
(Cabe destacar que este artículo fue publicado en septiembre de 2015 y que tan solo 2 meses después de la reunión de Artur Mas con la gente de bilderberg, Mas se había visto obligado a renunciar como presidente de la Generalitat, empujado por los “anticapitalistas de la CUP”…curioso, ¿no?)
Según la periodista, Solana recibió “el encargo de decirle a Mas que la Unión Europea no tolerará entre sus filas la insurgencia de una Cataluña independizada” y “le ha advertido que será expulsada de la OTAN ipso facto”.
Sin embargo, Bilderberg -que agrupa a los magnates más importantes del mundo- es especialista en la manipulación. Y, según el artículo, eso es lo que “está haciendo en secreto”, mientras avanza hacia su objetivo final: “Construir una España a la medida de la elite global y no de los españoles, ya sean catalanes, leoneses o vascos”.
Esa intención recuerda el planteamiento de David Rockefeller (fundador de Bilderberg y de la Comisión Trilateral), quien, a mediados de la década de 1990, aseguró: “Algo debe reemplazar a los gobiernos y el poder privado me parece la entidad más adecuada para hacerlo”.
Según este análisis, “la estrategia de Bilderberg es utilizar el polvorín catalán para forzar la creación de una España federal”, a lo que sigue una “actualización de la Constitución” que “se pacta y negocia debajo de las alfombras” y es definida por “los dueños del dinero, de las industrias, de las leyes, de los parlamentos”.
Como vemos, en todo caso, las élites usarían el proceso soberanista catalán para instaurar una reforma federal en España, dentro de la UE. (1)
Y para ello, necesitarían dos movimientos simultáneos y aparentemente contrarios entre sí: detener el poder centralizador del gobierno Español y por el otro, castrar el movimiento independentista catalán.
Por esa razón, un atentado islamista en Barcelona sería el punto de partida idóneo para alcanzar ambos objetivos a la vez.
Primero, detendría el proceso soberanista, o como mínimo, lo retrasaría durante años, como hemos indicado antes, convirtiéndolo en imposible. Los líderes políticos independentistas necesitarían de un pretexto para paralizar el proceso secesionista ante las masas independentistas e iniciar otra vía, y el atentado sería un motivo lo suficientemente poderoso como para hacerlo. (2)
Pero como también hemos indicado, el gobierno central español aprovecharía la ocasión para re-centralizar el poder, lo que causaría fuertes tensiones políticas entre esos mismos independentistas y los unionistas, que “deberían ser solucionadas de alguna manera”; y la solución, sería una federalización de España en la que “todos ganarían y perderian a la vez”:
-Los independentistas catalanes conseguirían concesiones de poder parciales, aunque no alcanzarían la independencia.
-Mientras que el gobierno español debería des-centralizar parte de su poder, a cambio de no ver desmembrada España de forma definitiva.
Y esta solución, sería impuesta por las mismas altas instancias que ya dominan a su antojo el país, siguiendo la dinámica típica del Problema-Reacción-Solución. El Problema, ya existe (los independentistas), la Reacción se produciría con el atentado en Barcelona y la Solución sería el resultado final impuesto desde el exterior.
Como vemos, la opción de un atentado de falsa bandera de carácter islamista en Barcelona no es tan descabellada como podría parecer a primera vista: hay muchos actores y muy poderosos, que obtendrían claros beneficios de ello.
Ciertamente, este atentado de falsa bandera también se podría realizar en otros lugares de España, aunque como vemos, donde beneficiaría a un mayor número de intereses, sería en Barcelona.
Esperamos que los lectores sean capaces de comprender el sentido de este artículo.
No estamos diciendo que ese atentado vaya a producirse, ni de forma inmediata, ni en un futuro lejano. Simplemente, hemos expuesto una hipótesis: “la posibilidad de un falso atentado islamista en Barcelona” y hemos analizado quiénes podrían ser lo principales beneficiarios y por qué; y todo ello lo hemos hecho, a tenor de los crecientes indicios que parecen apuntar en dicha dirección.
Ojalá este humilde artículo pueda contribuir a que precisamente esta hipótesis nunca se convierta en una realidad…
(1)
Así pues, el hecho de que las fuerzas globalistas tengan controlados a los máximos cabecillas del movimiento independentista catalán (que los tienen), empezando por toda la cúpula del partido neoliberal catalán, la antigua Convergencia y siguiendo por personajes próximos a los círculos jesuitas del Vaticano, como Oriol Junqueras, ello no significa que finalmente vayan a favorecer sus “pequeños” intereses.
Simplemente, en este proceso controlan ambos bandos, como hacen habitualmente, y finalmente favorecerán al que más les convenga.
Y lo mismo podemos decir de Israel, un país que indirectamente tiene a agentes implicados en el proceso soberanista catalán; quizás el más notorio y destacado por su perfil mediático, sea ese personaje tan oscuro llamado Pilar Rahola, una agente pro-sionista al servicio de Israel y EEUU, que recientemente se implicó activamente en el ascenso de Mauricio Macri en Argentina, al servicio de EEUU.
Todos ellos están controlados por las élites globalistas “por si acaso”, pero eso no significa que les interese, ni mucho menos, que alcancen sus objetivos.
(2)
Tengamos en cuenta que cientos de miles de catalanes, se declaran netamente independentistas y no parecen estar dispuestos a aceptar algo que no sea la independencia. Por lo tanto, para que los políticos independentistas puedan justificar la paralización del proceso secesionista, necesitan “algo” que justifique el frenazo, algún tipo de evento o hecho lo suficientemente fuerte e impactante, como para que las “masas secesionistas movilizadas”, no se sientan estafadas y no se rebelen.
Este es precisamente uno de los “grandes peligros” que conlleva este desbocado proceso soberanista: que las masas se sientan engañadas y se rebelen, no solamente contra los gobernantes catalanes, sino también contra los españoles, pues ello podría conducir a la creación de movimientos de base anti-políticos y anti-autoridad, en una región que ya tuvo sus “peligrosos flirteos” con el anarquismo durante la guerra civil española, a través de la CNT y la FAI.
Interesantísimo analisis
Si todos los que se exponen en el artículo están tan interesados en el descarrilamiento del proceso independentista catalán, sólo habría que hacer una cosa: