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Vaciada de su contenido
"antisistema", hoy la izquierda sigue en guerra contra la "derecha", no ya para
destruir al Estado capitalista sino para gerenciarlo en su lugar. La "nueva
izquierda" revirtió el marco ideológico-doctrinario: Ya no pelea
estructuralmente contra la "derecha" para destruir al sistema capitalista, sino
para "transformarlo" (reformarlo sin tocar la substancia esencial del sistema de
la propiedad privada y de la dominación del hombre por el hombre).
En su tesis teórica liminar, la
"nueva izquierda" plantea "socializar" el capitalismo
sin guerra militar ni toma del poder, con la misma herramienta (el Estado) que
utiliza el capitalismo para hacer lo contrario: Concentrar riqueza y propiedad
privada en pocas manos y expulsar a las mayorías a la pobreza y a la exclusión
social.
Esta teoría presupone que el sistema
capitalista (cuya esencia histórica es la concentración de riqueza en pocas
manos) podría de pronto reconvertirse en "socialista" con los
multimillonarios renunciando pasivamente a sus fortunas y las corporaciones y
bancos trasnacionales repartiendo sus activos y estructuras empresariales entre
los que menos tienen.
Y esto implicaría también que EEUU
renunciaría a la hegemonía del dólar, clausuraría el templo financiero de Wall
Stret y convertiría a sus arsenales, sus bases militares y flotas nucleares en
santuarios pacifistas entregándoles el poder a los que quieren transformar
el capitalismo en socialismo sin disparar un solo tiro.
En términos doctrinarios y
estratégicos, la "nueva izquierda" (en su expresión gubernamental) ya no lucha
contra la "derecha" para sustituir al Estado capitalista, sino que lucha contra
la "derecha" para "socializar" el sistema capitalista desde adentro sin
tocar sus estructuras históricas de dominio y de poder.
En otras palabras, competir con la
"derecha" por el gerenciamiento político sin destruir el "ordenamiento
económico" (sistema económico-productivo controlado por el capital privado), el
"ordenamiento político" (Estado capitalista controlado por los grupos y las
corporaciones capitalistas) , y el "ordenamiento social" (valores basados en el
individualismo y la sociedad de consumo).
Por lo tanto,
la nueva izquierda y sus teóricos carecen de una visión totalizada y
actualizada de la estrategia de dominio (y del control de la "gobernabilidad")
que utiliza el Imperio capitalista para concretar sus objetivos de conquista de
mercados y de apoderamiento de recursos vitales a escala global.
En un momento
en que el sistema capitalista (exceptuando unos pocos países donde aplica la
ocupación militar) controla el mundo con el "sistema democrático" (el
control político), con la sociedad de consumo (la ideología y los valores
consumistas impuestos como máxima creencia social), y con los medios de
comunicación (los nuevos represores y controladores sociales sin uso de las
armas), la izquierda asimilada al sistema sigue identificando al "viejo
orden" (los militares y la "derecha militarista" de la Guerra Fría) como el
principal enemigo estratégico a derrotar.
En resumen,
la izquierda "antimilitarista" rechaza los movimientos "fascistas" como
el golpe militar-institucional de Honduras (expresión modificada y actualizada
de los golpes setentistas), pero acepta y apoya golpes
"democrático-institucionales", como el ejecutado en Ecuador contra Lucio
Gutiérrez que finalmente culminó en el gobierno "izquierdista" de Rafael
Correa.
En lo
substancial (y aunque se proponga "anticapitalista" en el discurso), la
izquierda asimilada identifica como enemigo al imperialismo
"político-militar" de la Guerra Fría, en un escenario en que el sistema
capitalista ha girado hacia el dominio "politico-democrático".
Las nuevas
estrategias de control con el "poder blando" ya no están dirigidas a la
supresión o al control físico de sus enemigos, sino que utiliza técnicas
psicológicas orientadas a controlar los cerebros mediante la
manipulación con el "pacifismo" y la "democracia" como factores integradores al
sistema.
En consecuencia, los descendientes de
la izquierda setentista "democratizada", ya no pelean contra la depredación del
sistema capitalista, no pelean contra las columnas vertebrales de la nueva
dominación (políticos, medios de comunicación y sociedad de consumo) sino que
pelean contra los que infringen o ponen en peligro el sistema de
gobernabilidad democrático.
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(*) Manuel Freytas es periodista, investigador, analista de estructuras del poder, especialista en inteligencia y comunicación estratégica. Es uno de los autores más difundidos y referenciados en la Web.Ver sus trabajos enGoogle y enIAR Noticias
La Falsa Guerra entre
el comuni$mo y el capitalismo
Un banquero explicó la falsa oposición comunismo-capitalismo
Por Henry Makow Ph.D.Publicado en la página de Internet henrymakow.com, bajo el título de “Banker Explained ‘Occupy America’ Scam” (Un banquero explicó la estafa de “Ocupa América”), el 19 de octubre 2011
Otto Kahn, (1869-1934) fue socio, junto con Jacob Schiff y Paul Warburg, en el banco de inversiones más influyente de Estados Unidos, el Kuhn Loeb. Fue el George Soros de su tiempo. Soros, que posee una fortuna de U$S 22 mil millones, ha expresado su apoyo al movimiento de “Ocupa o toma Wall Street ” (“Occupy Wall Street”), al que lo financia indirectamente. Este movimiento ha sido identificado como totalmente socialista y comunista, con el objetivo de terminar con la libre empresa. La mitad de los manifestantes votarían por Obama. El CEO del TD Bank (Toronto-Dominion Bank) lo aprueba.
Por lo tanto, vale la pena recordar qué es lo que los banqueros judíos Illuminati tienen en juego en esto. En su libro Ginebra versus la Paz (1937), de Auguste Félix Charles De Beaupoil, conde De Saint-Aulaire (18661954), quien se desempeñaba como embajador francés en Londres, recordó una conversación que mantuvo con Otto Kahn durante una cena, la que tuvo lugar poco después de la Primera Guerra Mundial. Esta impactante exposición está desapareciendo rápidamente por el agujero de la memoria (actualmente el libro es inhallable – N. del E.).
Al preguntarle por qué los banqueros respaldarían al bolchevismo, un sistema supuestamente contrario a la propiedad privada, Kahn aspiro profundamente su enorme cigarro y le explicó que los banqueros judíos Illuminati crean aparentes bandos contrarios para “cambiar el mundo” de acuerdo a sus especificaciones satánicas:
“Usted dice que el marxismo es la antítesis del capitalismo, el cual es igualmente sagrado para nosotros [banqueros judíos Illuminati]. Es precisamente por esta razón que están directamente opuestos uno al otro, de forma tal que ponen en nuestras manos los dos polos del planeta y nos permiten ser su eje. Estos dos contrarios, como el bolchevismo y nosotros mismos, encuentran su identidad en la Internacional” [Es
de suponer, que se refiere al Comintern (Internacional Comunista)].
“Estos contrarios… encuéntranse de nuevo en la identidad de sus objetivos y finalidades en la reconstrucción del mundo, desde arriba por el control de las riquezas, y desde abajo por la revolución. Nuestra misión consiste en promulgar la nueva ley y en la creación de un Dios, es decir, en la purificación de la idea de Dios y darse cuenta de ello cuando llegue la hora. Purificaremos la idea identificándola con la nación de Israel, que se ha convertido en su propio Mesías. El advenimiento de ello será facilitado por el triunfo final de Israel… ”
“Nuestro dinamismo esencial hace uso de las fuerzas de la destrucción y de las fuerzas de la creación, pero utiliza el primero para alimentar al segundo… Nuestra organización para la revolución se pone de manifiesto con el bolchevismo destructivo y para la construcción por la Sociedad (Liga) de las Naciones, que es también nuestro trabajo. El bolchevismo es el acelerador y la Liga es el freno en el mecanismo por el cual suministramos ambos, tanto la fuerza de la motivación como el poder de guía. ¿Cuál es el fin? Ya está determinado por nuestra misión. Está constituido por elementos diseminados a lo largo de todo el mundo, pero fundido en la llama de nuestra fe en nosotros mismos. Somos una Sociedad de Naciones, que contiene los elementos de todas las demás… Israel es el microcosmos y el germen de la ciudad del futuro”.
El elemento esencial aquí, es que los banqueros judíos cabalistas y sus secuaces toman el lugar de Dios. Ellos definen la realidad y la moralidad, poniéndolos todo patas para arriba. Ellos disfrutan de un monopolio mundial en lo político, económico y cultural, institucionalizado en un gobierno mundial.
Esto se logra mediante un proceso dialéctico de enfrentar entre sí aparentes contrarios y lograr una síntesis que se asemeja a este monopolio monolítico.
Las protestas de “Ocupar Wall Street”, están diseñadas para facilitar la “redistribución” de la riqueza. Sin embargo, esta riqueza no irá a los destinatarios, sino al Estado, el cual “debe” billones a los banqueros. El socialismo / comunismo siempre han sido tácticas para transferir riqueza a los miembros del club. Castro y Hugo Chávez tienen ambos una fortuna de mil millones de dólares. Mientras tanto, todos los demás trabajan a bajo costo para el “bien común”.
Esta es la razón por la que los medios de comunicación y muchos millonarios “socialistas” apoyan a este movimiento (“Ocupar Wall Street”). Su dinero no será tocado. Son traidores y colaboradores.
En la revelación de la “Sinfonía Roja” o “Interrogatorio Rakovsky”, el “insider” -Cristian Rakovsky demostró cómo el comunismo y el capitalismo fueron parte de este proceso dialéctico. En cada caso, el cartel de la banca judía Illuminati controla toda la riqueza y el poder:
“En Moscú hay Comunismo; en Nueva York, Capitalismo. Es todo lo mismo como la tesis y la antítesis. Analice ambos. En Moscú Comunismo subjetivo y Capitalismo objetivo: Capitalismo de Estado. En Nueva York: Capitalismo subjetivo y Comunismo objetivo. Una síntesis personal, real, verdadera: Finanzas Internacional, capitalismo-comunista; «ellos»”
Los EE.UU. tienen objetivamente comunismo porque los banqueros Illuminati controlan la mayor parte de las corporaciones empresarias.
Conclusión
Estamos en las etapas finales de una conspiración a largo plazo conducida por los banqueros judíos cabalistas y sus lacayos masónicos, para erigir un estado policial mundial, y para controlarnos a través del control mental o por la fuerza. Esto se ha logrado aplicando un “proceso dialéctico” artificial cuyo mejor ejemplo es la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría. “Ocupar Wall Street” no es sino el último ejemplo de esta marcha inexorable a la esclavitud.
Las protestas de masas serían auténticas si exigieran:
1. La nacionalización del Sistema de la Reserva Federal, la creación de moneda libre de deuda y exponer a la luz esa parte de la deuda nacional creada por simples anotaciones en cuentas bancarias.
2. Investigación independiente de los atentados del 9-11 y el enjuiciamiento de los responsables del ataque y encubrimiento.
3. Todas las campañas políticas nacionales serán financiados con fondos públicos. Por el precio de un crucero de batalla, podríamos tener una verdadera democracia.
4. Desarmar los monopolios de los medios de comunicación.
5. Detener las intervenciones de la OTAN (Rothschild).
Nota agregada por el autor
Otto Kahn, también es un ejemplo de cómo los banqueros crean la realidad mediante el control de lo que pasa por la cultura. Kahn financió muchas películas y virtualmente creó el Metropolitan Opera de Nueva York. Fue el responsable de la introducción de Stanislavski, Nijinski, los Jugadores de la Abadía, el Teatro de Arte de Moscú, y prácticamente todo otro personaje importante y evento en la época más vigorosa de la historia del teatro estadounidense. Subsidió, patrocinó, y tuvo una estrecha relación con Toscanini, Caruso, Chaliapin, Pavlova, Pirandello, Eugene O’Neill, Paul Robeson, Grace Moore, y cientos de otros artistas cuyos nombres son ahora parte de esa historia.
Es evidente para todos los que tengan ojos para ver, que su agenda satánica incluye la destrucción del matrimonio y la familia, la incorporación del satanismo, la homosexualidad, la pornografía, la promiscuidad, la pederastia y el incesto.
Un ejemplo gráfico actual:
Richard Grasso del NYSE [Bolsa de Valores de Nueva York] y la última forma del nuevo estilo de hacer negocios.
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