"La palabrota que
ensucia la lengua termina por ensuciar el espíritu. Quien habla como un
patán, terminará por pensar como un patán y por obrar como un patán. Hay
una estrecha e indisoluble relación entre la palabra, el pensamiento y
la acción. No se puede pensar limpiamente, ni ejecutar con honradez, lo
que se expresa en los peores términos soeces. Es la palabra lo que crea
el clima del pensamiento y las condiciones de la acción" Arturo Uslar Pietri
No tememos equivocarnos cuando afirmamos que la “Toma de Caracas” que tuvo lugar el pasado día jueves, fue un regio acontecimiento que marcará un hito en la historia política y social del país, pues el concurso multitudinario copó los siete puntos de la cita, acordados por la Mesa de la Unidad Democrática. Miles de venezolanos acudieron a la cita que no perseguía otro propósito que el de ratificar los derechos que exige un pueblo y que contempla la propia Constitución Nacional, que no es otro que el revocatorio de Nicolás Maduro, quien con el malsano propósito de sabotear y crear un estado de angustia y miedo, con tropas de la Guardia Nacional y los llamados colectivos, realizó una acción de calle con sus huestes, el mismo día.
No hay duda alguna, que sí hubo un golpe de estado, pero anímico para Maduro y todo el régimen chavista-comunista, pues no se imaginaron jamás que el pueblo venezolano respondiera masivamente a la convocatoria para la “Toma de Caracas”, en forma arrolladora, que según cálculos conservadores sobrepasó más de un millón de personas, lo cual sacó de sus casillas a los capitostes del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), con Maduro a la cabeza, quien pocas horas después imprecaría groseramente contra el presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, a quien últimamente ha enfilado su baterías en sus casi diarias cadenas transmitidas por televisión y radio.
además de una falta de respeto al agraviado y al pueblo venezolano, sino
también un mal ejemplo para los niños y jóvenes, que lejos están de
conocer que las palabras manchan o ensucian y que es un proceso
cognitivo de selección y utilización de palabrotas o malas palabras,
como un proceso de develar las creencias, conducta y posibles acciones.
El destacado escritor Arturo Uslar Pietri en cierta ocasión fue protagonista de una historia singular en nuestro país, pues durante una entrevista televisiva expresó la palabra “pendejo” para ironizar la situación de corrupción en ese momento. La entrevista que se realizó el 16 de mayo de 1989 estalló en la opinión pública venezolana cuando afirmó: “los ciudadanos honestos, los no corruptos son, en algunos casos, calificados como pendejos. ¡Los honestos somos pendejos!”.
El escándalo y posterior reflexión generaron la institucionalización de la palabra en la radio, televisión y medios impresos, y la presión de la sociedad por realizar acciones, gestó una marcha el día 15 de junio del mismo año denominada “La Marcha de los Pendejos” con la cual se entregaron documentos para exigir honestidad en la gestión gubernamental. Miles de personas marcharon por las avenidas de Caracas declarando a gritos, con pancartas y afiches que eran pendejos, repudiando con esta acción la corrupción y a los corruptos en la Venezuela de 1989.
Claro está que la palabra expresada en aquella ocasión por el insigne escritor Uslar Pietri nada tiene que ver con la de Maduro, La primera, si se quiere, es virtualmente aceptable, y no es propiamente grosera, en tanto que la segunda es insultante, vulgar y fuera de todo contexto social, pues nada más y nada menos se le está recordando al agraviado lo más excelso de su vida: la madre.
El insulto no es un acto que la gente acepta como bueno sino muy por el contrario, el insulto tiene un rechazo social porque justamente su misión es ofender profundamente a alguien y deja en evidencia la poca o ninguna formación de aquel que la profiere. El insulto, la generalidad de las veces lo desencadena el enojo que se tiene con alguien que nos hizo algo malo, un daño, por ejemplo, o también puede tener relación con algo que no salió como se esperaba y entonces de manera casi espontánea la persona necesita expresarlo profiriendo un insulto. En este caso, el insulto actúa como una especie de mecanismo liberador del enojo, que ayuda a descargarlo, según calificados psicólogos. Tener trastornos en el estado de ánimo de manera drástica y alteraciones sin una causa lógica –según profesionales de la medicina– requiere de un tratamiento psicológico adecuado, pues las personas que tienen un estado de ánimo cambiante, tienen dificultades en sus relaciones sociales.
No puede haber explicación alguna para que quien ejerce la primera Magistratura de la Nación se dirija a la nación en términos vulgares solo para pretender justificar una supuesta invasión extranjera, golpe de estado, conspiración de la oposición y demás pretextos que solo anidan en su mente enfermiza y la de sus acólitos, que aplauden toda cuanta estupidez y sin razón pronuncie en sus diarias peroratas.
Los valores morales son considerados referentes o pautas que orientan el comportamiento humano, Son guías que brindan determinada orientación a la conducta y el comportamiento de cada individuo y de cada grupo social, en el que debe privar el respeto, base fundamental para una sana y pacífica convivencia entre los miembros de una sociedad, con una clara noción de los derechos fundamentales de cada persona, entre los que destaca en primer lugar el derecho a la vida, además de otros tan importantes, como el derecho a disfrutar de su libertad, disponer de sus pertenencias o proteger su intimidad.
Sí hubo un golpe de estado, pero anímico, que dejó al régimen chavista inmerso en la duda de su futuro político al más corto plazo, lo cual para millones de venezolanos es una esperanzadora luz, que avizora un pronto a inmediato cambio en los destinos de la patria.Miembro fundador del Colegio Nacional de Periodistas (CNP-122)
careduagui@gmail.com
@_toquedediana
No hay comentarios:
Publicar un comentario