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viernes, 16 de marzo de 2018

VENEZUELA DE TERROR; Viviste una situación sobrenatural? cuéntanos tu historia...PA K MA$$$ ¡

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El puente del Ángel
(uno de esos cuentos de aparecidos y cosas raras...)

Nací en la Parroquia San Juan y viví siempre en un reducido mapa de pocas cuadras en el centro de Caracas. Acostumbrada a todo tipo de vivencias y personas, a enfrentar contingencias y salir bien librada de ellas, llegué a pensar que mi vida seguiría transcurriendo en aquella normalidad sobresaltada, a pesar de los cambios que trajo el tiempo. Los atracos y arrebatones se sucedían a diario, incluso protagonicé dos o tres de esos eventos, Gracias a Dios sin nada que lamentar...pero las señales de alarma comenzaron a aumentar de frecuencia, toda vez que era empleada una creciente dosis de violencia en cada evento relatado por mis vecinos.

Había dos calles por las que podía llegar a casa...una en condiciones lamentables, con muchas casas viejas, poco transitada. La otra llena de locales comerciales, salidas de colegios y bancos. El único detalle de transitar por ese lado, era un pequeño puente sobre una quebrada que hacía un extraño rincón...lugar favorito de los borrachitos clientes de la licorería, que bien terminaban allí por razones fisiológicas o bien porque a tiro de piedra, la panadería de los portus tenía café, gatorade y artículos para recuperar las fuerzas y un teléfono público en caso de emergencia.

Primero atracaron a mi papá, septuagenario, acorralado en ese rincón por un grupo de malandros a las cinco y media de la mañana, cuando buscaba un taxi para llegar al terminal de buses. Lo golpearon con palos y lo dejaron en muy malas condiciones, apenas pudo regresar a tocar la puerta y desmayarse mientras yo buscaba ayuda. Un mediodía un tipo enorme con arma blanca amenaza a mi hija mayor, que sale caminando por ese puente rumbo a la universidad con los audífonos colgándole de las orejas, signo evidente de que llevaba un celular y de que no me hacía el menor caso. Me llaman gritando los vecinos, navaja, patadas, puñetazos, lo peor...el malandro en el suelo boqueando mientras los conocidos tratan de contener a mi fiera, que sigue pateando al infeliz y al que se le acerque. Un ataque de nervios en sentido contrario, la tuve que calmar de mala manera, "esto puede tener graves consecuencias".

Por cualquiera de las dos calles entrar o salir es una aventura de impredecibles consecuencias...seguimos optando por el puente, mal que sea pasa mas gente y no puedo comprar un helicóptero en ese momento, pero comienzo a pensar que mejor me mudo lejos. Desplegamos operativos de seguridad para el clan familiar, establecemos horarios, buscamos apoyo, nos organizamos. Si tengo que ir al banco o hacer cualquier diligencia todos se quedan a buen seguro, "ustedes conmigo no se exponen en una cola" que de aquellas, las colas eran para sacarse una cédula o cobrar un cheque, si acaso para pagar la luz.

Una tarde necesito justamente ir al banco. Está nublado y garúa. Me pongo una chaqueta impermeable con capucha, me meto la cédula y la tarjeta del cajero en el jean, el celular en una media, mi gas pimienta en el bolsillo y el llavero como un anillo para que si hay coñazo, sea mejor. Bajo, hago el retiro, dejo la colilla para solicitar una chequera, subo, compro unas cartulinas y sigo caminando. Al llegar a la licorería me doy cuenta de dos cosas: la chaqueta es vistosa y dice Tommy Hilfiger en letras muy grandes...tengo un tipo detrás de mí y otros dos que vienen caminando a unos diez metros me miran y le hacen evidentes señas mientras me sonríen con malicia. "Con un malandro pudiera ser, con tres no puedo y no hay mas gente, ya no puedo correr, me van a joder", mientras calculo que son las tres y media, hora del burro y me culpo por imbécil. Rezo. Era mi época de andar con el tema de los Ángeles...y no se me ocurre nada mejor que susurrar..."si de verdad están, por favor, necesito ayuda".

Cuando uno está en una situación así, los minutos pasan en cámara lenta, uno está particularmente alerta de los detalles, se fija en todos los estímulos...miro, no pasa un carro, no hay un alma. Despejó y veo mi sombra en el pavimento roto, escucho los pasos detrás de mí aún no demasiado cerca, el tipo está confiado de los otros dos, él va a sujetarme. Veo mi sombra y veo una sombra más, alta, grande, muy grande. Me detengo y lo que está a mis espaldas me dice con voz de trueno "CAMINA" y yo salto aterrada pensando que no puedo caminar porque los tipos se me están viniendo encima. Levanto la vista y los veo completamente lívidos e inmóviles, mirando con ojos desorbitados hacia mí, se miran el uno al otro, vuelven a mirar y exclama uno de ellos "corre guebón!" Y por el rabillo del ojo alcanzo a darme cuenta que el tonto a la retaguardia corre lo que le dan las piernas, en diagonal a la otra acera. Voy a voltear y escucho "NO VOLTEES Y CAMINA"...me tiemblan las piernas y me dice aún mas fuerte "¡¡¡CAMINA!!!" y yo le doy, muchos pasos mientras tengo nauseas y ganas de hacer pipí, me arden los ojos, sigo viendo a la sombra que me urge, incluso mas grande en ese momento. Llegué a la puerta, abrí las dos rejas, cerré sin voltear, ya no pude contener las lágrimas, pero no miré hacia atrás, hasta que tenía la puerta de mi casa cerrada tras de mí.

No sé que ocurrió ese día. Años después aún me aturde un poco la experiencia. Si se, que el par de años que viví allí a continuación, ni una sola vez volvió a ocurrir ni una cosa en ese puente. Nada, cero. Puede ser a una calle o dos, en cualquier dirección, pero nunca más en ese puente. Mis amigos lateros incluso hicieron un cobertizo en ese rincón para los días de lluvia. A una calle los motorizados de Lina Ron hacían desmanes y dicen que a muchos sin hogar incluso los mataron. No sé si es cierto, aunque cada día habían menos. Los que quedaban, los que habíamos adoptado, dormían tranquilos en el Puente del Ángel.


Bueno, cosas sobrenaturales hay muchas...supongo que cuentan peos y eructos.

Cuando estaba muchachita, formaba parte de una patota adolescente y nos juntábamos en el estacionamiento de uno de los edificios de la cuadra, para de ahi salir en patineta o bicicleta. A veces nos quedábamos para un buen partido de quemado o a detonar triquitraquis y silbadores. Poca cosa, debo decir, porque las travesuras realmente grossas las hacíamos en un terreno baldío enorme ubicado a pocos metros, que después se convertiría en un complejo residencial...o sea, que molestar, lo que se dice molestar, no molestábamos a nadie.

Pero nunca faltaba algún adulto que se quejara por algo, que nos armara lío por algo o que se dedicara a sabotear, buscando solidaridades entre nuestros padres y otros vecinos, para que nos dedicáramos a tejer o a meditar, sin hacer absolutamente ni un ruido. Ningún día de la semana. A ninguna hora.

Había una vieja en particular, sumamente ofensiva y que generaba todo tipo de problemas en la comunidad de mi edificio. Esa señora nos tenía una guerrita montada y llegó un punto que decidimos que si se iba a molestar, debíamos darle una verdadera causa. Como la señora era de hábitos sumamente precisos, tenía hora de entrada y salida...nos poníamos de acuerdo para entrar calladitos, llamar al ascensor, entrar cuatro o cinco fétidos peorros, dejar los respectivos mensajes en cuestión mientras apretábamos el botón de parada y salir rápido, porque el ascensor quedaba en el piso, pero con la puerta cerrada. Aguardábamos la llamada y ahi se iba el aparato...1, 3, 5, 7, 9, 11, 13 pausa pausa pausa pausa...a correr se ha dicho y desaparecer del todo mientras el ascensor regresaba 11, 9, 7, 5, 3, 1, PB. Dicen los testigos que la señora salia al portal del edificio boqueando y con un bonito color verde en su piel. Juraba a todo gañote y amenazaba con su hermano comisario de la PTJ, pero no habia nada que hacer, alli no habia circuito cerrado de televisión ni un coño y tácitamente, contábamos con el beneplácito de mucha gente. 

La otra que hacíamos era tomarnos un maltín caliente, de una, hasta el final...par de brinquitos...y un sonorísimo coro de 16 eructos perfectamente sincronizados en sostenido, justo en el micrófono del intercomunicador...Buenas tardes...¿señora tal? Siiiii ¿quién es? 

:sick; :geek; :shifty; :googy; :happy; :hypnotized; :pig; :wave; :surprice;

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