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jueves, 23 de noviembre de 2017

A los EEUU le está ocurriendo lo mismo que al Imperio Romano... PA K MA$$$ ¡

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Estuve viendo un video de 2013, grabado en el "Freedom Fest" - una especie de festival de la gente libertaria de los EEUU - que tuvo lugar en Las Vegas, estado de Nevada, en el cual John Stossel, un conocido presentador de TV norteamericano, y libertario, presenta a varios personajes, creando con ello un show de TV, a ser presentado más tarde en el canal Fox de negocios.

En el show, el tema principal es, como lo indica el título del post, la pregunta: ¿Le está ocurriendo a los EEUU lo mismo que al imperio Romano?

Y hay una similitud asombrosa: los emperadores romanos estuvieron devaluando su dinero, disminuyendo la cantidad de plata que contenían los denarios, llevándola de 95% a menos de 5% en un par de siglos. Obviamente, en la medida en que se iban devaluando los denarios, se iba deteriorando la vida de la gente, al ir subiendo los precios, y no subir parejamente los ingresos de la gente.

Las necesidades adicionales que le generaron a mucha gente pretendieron compensarlas, siendo el emperador quien les resolviera ese problema, por medio de dádivas de alimentos y espectáculos en el circo.

La disminución en el monto de plata del denario enriquecía al emperador, mientras empobrecía a la población, causando desasosiego. Y algo similar ocurre con el dólar de los EEUU. (Y ni que hablar del deterioro en el valor del bolívar, que ya no vale ni una millonésima de lo que valía en 1957, a causa de los excesos monetarios de nuestro BCV, y de nuestros banqueros )

En un gráfico publicado por la FED (el banco de la Reserva Federal de los EEUU), se ve que el valor que tenía el dólar en la fecha de creación de la Fed, en 1913, se fue deteriorando con el paso del tiempo, y es capaz de comprar tan sólo lo que compraban 4 centavos de dólar en esa época (o menos).

Y este hecho viene siendo, entonces, muy similar al que ocurrió al denario, en el Imperio Romano.

Al irse deteriorando el poder adquisitivo de la mayoría de la gente, y aumentando el del emperador, pero no ir a aquellos fines que eran los más convenientes, ya que habiendo dejado de obtener recursos de sus propias producciones, y del pillaje de los vecinos, al no poder pagarle bien a las tropas, éstas se fueron hacendo débiles, e incapaces de soportar los posteriores embates de los bárbaros, como llamaban a los godos que los conquistaron.

En la reunión se puede ver, como algunos de lo asistentes creen que al haberse ido deteriorando el poder adquisitivo del dólar, por el hecho de haber aumentado la Fed sus montos, en enormes cantidades, a los EEUU les está ocurriendo el mismo tipo de deterioro que sufrieron en Roma, y que el resultado tendrá que ser similar: que los EEUU terminen por perder el papel preponderante que han ocupado en la historia del mundo por cierto tiempo.

A Ustedes, amigos... ¿Cómo les suena esta hipótesis?

El URL es: https://www.youtube.com/watch?v=C4TJc8CQjpo

lunes, 13 de noviembre de 2017

! K bola$ e$t@$ HdeP no Re$petan el Voto Popular... No$otrQ$ queriamo$ votar x SAMAN...: CNE eliminó candidatura de PCV y PPT en Caracas






CNE





Más información CNE eliminó candidatura de PCV y PPT en Caracas

Las autoridades del MEP aseguraron, con la copia de la inscripción en mano, que Samán fue inscrito ante la Junta Electoral del Distrito Capital


“¡Fuerza de Caracas contra la imposición!”, gritaron ayer dirigentes y militantes del PCV, PPT y el MEP frente al Poder Electoral en Plaza Venezuela  porque se dejó sin efecto la candidatura de Eduardo Samán a la Alcaldía de Libertador.

Las autoridades del MEP aseguraron, con la copia de la inscripción en mano, que Samán fue inscrito ante la Junta Electoral del Distrito Capital y luego se les sumaron el PCV y PPT, al analizar que era la “mejor opción de Libertador”.

La sorpresa es que el sistema automatizado de postulación del Consejo Nacional Electoral (SAP) lo descartó porque no se efectuó su inscripción y por  tanto anularon su postulación, no aparecen las tarjetas del MEP, el PCV y PPT.

Samán, el secretario general del PCV, Oscar Figuera; la secretaria de Organización de PPT, Ilenia Medina, y el Frente Nacional del Adulto Mayor rechazaron lo que consideran maniobra que busca favorecer a la aspirante del PSUV, Erika Farías, que aún no logra la aceptación en el seno del oficialismo en Caracas.

“Lo leguleyo no puede desconocer la verdad. Mi candidatura es una realidad contundente. Hay movimientos sociales de Caracas que me apoyan. Eso se está midiendo en las encuestas. Tienen que dejarme participar. Si el gobierno nacional está llamando a la oposición a participar en el proceso electoral, por qué no quieren que yo participe, si soy de este gobierno y soy revolucionario”, manifestó el ex ministro de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, y ex superintendente de Indepabis.

El PCV ha defendido el derecho de postular candidatos propios, con perfil que considera revolucionario y cuestiona que el PSUV y Miraflores le dicten líneas, como hizo el presidente Nicolás Maduro el 6 de noviembre, cuando les reclamó a los aliados su resistencia a la candidatura de Farías.

De hecho, el buró político le aclaró a Maduro que solo siguen órdenes del Comité Central del PCV, máxima instancia partidista.

 “No nos dirigen gobernadores ni gobernadoras ni alcaldesas, ni nos dirige el presidente. Nos dirigen las instancias establecidas por nuestro partido; si con esas instancias no se discute, no hay acuerdo, así lo decida quien lo decida externamente, por mucho poder que tenga, por mucha fuerza que tenga, por mucha legitimidad que tenga”, dijo Figuera.

Y añadió: “Eso debe quedarles claro a todos los actores políticos. Al Partido Comunista no lo subordina nadie. El PCV está subordinado, de manera consciente, a los intereses de la clase obrera y del pueblo trabajador de la ciudad y del campo”.

domingo, 12 de noviembre de 2017

! VIVA VENEZUELA LIBRE CARAJOS DE L@$ FAL$ANTE$ ROBOLUCIONARIQ$$$ KOMUNI$TA$$$... PA K MA$$$ ¡ ¡

Imagen
 ! VIVA VENEZUELA LIBRE CARAJOS DE L@$ FAL$ANTE$ KOMUNI$TA$ ¡
 El joven venezolano Andrew De Freitas, radicado en Lima, Perú, pintó su residencia con la bandera nacional venezolana. Eso sí, con las 7 estrellas. La imagen se ha vuelto viral en las redes sociales. 

Pablo Aure: ¿Huir de Venezuela?

    12 Nov 2017

    Con la llegada a Venezuela de la plaga roja hemos visto como millones de ciudadanos se han marchado. Muchos califican esta inmensa diáspora indistintamente como exilio o emigración. Ambos conceptos no se originan por las mismas causas. El exilio es una acción obligada, y por motivos políticos en los que se ven los ciudadanos a huir del régimen para evitar ser encarcelados. Quien se exilia es porque de quedarse, peligra su libertad y hasta su vida. El emigrante abandona el país por causas primordialmente económicas. Sale en búsqueda de oportunidades. Entonces, el exilio es en contra de la voluntad y la emigración es voluntaria. Desde luego en ambas figuras hay una especie de estado de necesidad que obliga a la persona a abandonar su patria.

    A comienzos de la era chavista, muchos previeron lo que vendría, convirtiéndose en emigrantes al levar anclas para radicarse en otras latitudes.

    Luego de los sucesos de abril del 2002 comenzaron a proliferar los exiliados, porque comenzó una persecución feroz por parte del régimen a quien desde ese entonces no se le ha aguado el ojo para inventar infamias y fabricar expedientes contra todo aquel que sea visto como su enemigo. Aparecieron testigos estrellas para imputar a individualidades incomodas, la fiscalía del ministerio público sirvió como uno de los principales instrumentos de persecución para provocar el exilio de centenares de venezolanos. Simultáneamente a estas persecuciones, comenzó a deteriorarse el aparato productor del Estado. Desde luego, la plaga roja lo devastó hasta destruirlo. Por esa razón, hoy la mayoría de los emigrantes son jóvenes profesionales en búsqueda de oportunidades. Saben que en Venezuela sus estudios o su preparación de nada servirá, porque aquí está muy avanzada una política comunista que ha sido confeccionada para destruir la moral burguesa. Con el entendido, que todo ciudadano preparado y con conocimiento es un burgués a quien hay que destruir.

    Así las cosas, Venezuela pasó de ser un país productor y exportador -por excelencia- de petróleo o de hierro para convertirse en una nación de jóvenes talentosos distribuidos en el mundo entero.

    Nadie puede juzgar a quien se exilia o emigra. El uno y el otro, huye de la oscuridad. Ambos, aunque tienen distintos motivos para abandonar el país, intentan proteger sus derechos fundamentales. La libertad y el derecho a vivir dignamente. En Venezuela bajo este funesto régimen opresor y destructor, no le está garantizada la dignidad a los ciudadanos. Al contrario, la deliberada política gubernamental va dirigida a humillarlos hasta esclavizarlos.

    Los que nos quedamos

    Pocos no han pensado en irse, pero no todos pueden emigrar. Por diferentes razones se quedan. Por echar el resto o por temor a lo desconocido; pero tengan la seguridad de que millones de ciudadanos que permanecemos acá lo hemos meditado. Algunas veces imaginándonos el exilio y otras, intentar la emigración.

    Necesario también es dejar muy claro que, no es más patriota quien se queda que el que se va. La patria es un sentimiento que no tiene nada que ver con el sitio donde se está obligado a residir. Cualquier venezolano con sentimiento patriótico, les aseguro que en cualquier parte que esté no deja de pensar en su país y estaría dispuesto a regresar, si su vida o la de sus familiares no estuvieran en peligro. En efecto, esto también tenemos que señalarlo: en Venezuela todos corremos peligro. El hampa nos acecha y las enfermedades se han convertido en una calamidad pública por la ausencia de medicamentos o el alto costo de la vida que imposibilita el recibir un tratamiento adecuado por lo inalcanzable que resulta comprar una medicina. Esto para no referirme a la desastrosa situación de los centros hospitalarios públicos.

    ¿Bravos o molestos?

    No pocas veces he reflexionado sobre lo que ocurre en Venezuela. La gente se está comiendo un cable. Pasa trabajo desde que se levanta hasta que se acuesta, no sabe lo que va a comer y muchas veces ni siquiera sabe si comerá. Los salarios son de hambre, los aumentos los consume la inflación. Los servicios públicos no funcionan. Es común estar sin luz, sin agua y gas doméstico varios días. Pocos se dan el “lujo” de tener carros particulares. Para mantener un vehículo es necesario percibir buenos ingresos. Solo bastaría averiguar el precio de los cauchos o hacerle cualquier reparación, desde recargar el gas del aire acondicionado hasta lo más simple como cambiarle el aceite. Cualquier tontería no te baja del millón. Los invito examinar los carros que circulan, muchos con los vidrios abiertos porque no les funciona el aire, otros con los cauchos lisos, si los escuchan cuando están en un semáforo podrán apreciar extraños ruidos en el motor.

    Por otra parte, si se decide utilizar el transporte público, no crean que es la solución, porque tampoco es suficiente para cubrir la alta demanda; tan es así, que han proliferado los camiones de estacas como medio de transporte.

    Este panorama nos ha hecho retroceder casi a un siglo. Volvimos a aquella Venezuela rural acechada por plagas y enfermedades del siglo pasado, sumadas las perversiones y corruptelas de estos regímenes comunistas aderezados por el aliño del terrorismo, los carteles de la droga y, como si esto fuera poco, por la presencia de células fundamentalistas. Vaya mezcla ponzoñosa la que se ha instalado en el país.

    En Venezuela, solo una cúpula vive bien y la inmensa mayoría está sometida a la desidia y al abandono. La gran pregunta ¿por qué no pasa nada? La respuesta es sencilla: el pueblo está molesto pero no bravo. Solo hay brotes de bravuras en ciertos sectores y no son permanentes. El régimen lo ha sabido hacer. Ha aplicado la técnica de la rana en la olla de agua, que poco a poco le ha subido la temperatura y “aclimató” a millones de venezolanos, ahora estamos sintiendo un poquito de calor pero resulta muy difícil saltar de la olla. Triste realidad, pero eso es lo que ha pasado.

    Obstinadamente optimista

    Este pavoroso panorama no quiere decir que ya estemos condenados a morir bajo el dominio de estos bárbaros rojos. Soy obstinadamente optimista. Esto implica que para poder encontrar la solución lo primero que tenemos que hacer es estar muy claros del berenjenal en el que estamos metidos. Cuando todos lo sepamos, y también entendamos que hay que asumir riesgos para lograr la libertad. Habrá persecución. Más de la que ha habido. Tenemos tres opciones: exiliarnos y/o emigrar, esperar morir que el calor nos termine de “sancochar” o, luchar para apagar la llama que calienta a la rana.

    Repito, por un lado está la opción de huir, la cual no es para nada condenable, pero por otro lado, está la opción de hacer historia al rescatar a nuestro hermoso país y reconstruirlo, ser luz entre tanta oscuridad.

    A lo Benito Juárez les digo que hay que seguir la lucha con lo que podamos y hasta que podamos.

    Con dedicación, perseverancia y arrojo, lograremos abrir las puertas de la libertad y veremos regresar a todos los que se exiliaron y/o emigraron y, junto a ellos, reconstruiremos nuestra bella Venezuela. ¡Ganaremos!
    @pabloaure
     Los que se quedan
      Donna Croccante » 06 Nov 2017, 21:09
    Existe en Venezuela el emigrante que no se va, por las razones o excusas que sean, pero tiene la mente exiliada. Trata de desconectarse del entorno. Afectado psicológicamente por la brutalidad de la tiranía, a veces cae en el artificio de la negación, como en la película: La vida es bella.

    Piensa que en lo que pueda se va, pero tristemente sabe que ya no puede, porque los 300 mil dólares que podía obtener hace 3 años con la venta del patrimonio, ahora son 10 mil verdes que no alcanzan ni para los pasajes de la familia, quizá ni para los sobornos de los pasaportes. Piensa, sin mucha fe, que la cosa no está tan mala, a pesar de haber perdido casi totalmente el nivel de vida, de vivir en el país más inseguro del mundo, con la inflación más alta, y los sueldos más bajos del mundo.

    Es asaltado en sus finanzas domésticas por el gobierno hampón y por los monopolistas enchufados, cómplices del gobierno hampón. Infla su burbuja para segregarse de la boñiga revolucionaria. Honesto hasta los huesos, fiel cultor desde la infancia de los paradigmas de rectitud religiosos, de Supermán y de El Zorro, se ha topado con el pasmoso fiasco de los narco carteles de las fuerzas armadas, los tribunales supremos regidos por ex convictos y el CNE prestidigitador. El juego de policías y ladrones se enmarañó. Ya no se sabe quién es quién.

    Está en medio del bombardeo de quienes desde la comodidad de una conexión virtual, le exigen que salga a la calle a protestar, aunque un francotirador le pegue un tiro, y de los que le demandan que salga a votar para elegir a los próximos presos políticos del régimen.

    Ese venezolano exiliado en su propio país, cohabita con compatriotas que pase lo que pase no se irán, bien sea porque seguirán en la lucha contra la opresión, o por resignación, o por indiferencia. Muchos dicen: “Este es mi país, aquí nací y aquí me quedo. Que sea lo que Dios mande”.

    Para algunos, son el pueblo que tiene el gobierno que se merece. Para otros, son héroes. Los que sufren en carne propia la dictadura inclemente, a los que les dicen cobardes, ignorantes, los que pasan hambre y son cada vez más pobres por los planes de la patria, los que mantienen la añoranza de la Venezuela que ya no es, los que aún esperan con ingenuidad por el iluminado que los conduzca a la liberación, los pendejos que tienen 20 años esperando que se cumplan las predicciones de los videntes, los que a pesar de las decepciones por las conductas erráticas de sus líderes y la agresión persistente del estado terrorista, siguen defendiendo lo que son y lo que tienen, creyendo en la constitucionalidad, los que salen a cada marcha, a cada protesta a arriesgar el pellejo, los que de verdad pueden ir presos por una opinión en las redes sociales, el pueblo al que dicen: “mira imbécil, apóyame”, ó: “quien los manda pues”, el pueblo que estará en Venezuela cuando llegue la hora de la verdad, el que irá a la batalla que haya que librar por la nueva independencia, ese que reconstruirá el país y que volverá a hacer florecer los jardines para los que regresen.

    Los elegidos para continuar la lucha cara a cara. Los héroes que se quedan.


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