Sierra Maestra, invierno de 1958. Tras una jornada agotadora, el periodista español Enrique Meneses duerme en una hamaca. Acompaña desde hace semanas a la guerrilla cubana que pretende derrocar al dictador Fulgencio Batista. De repente, le despiertan unos gritos en mitad de la noche. "¡En cuanto llegue lo fusilo! ¡Me importa un carajo que sea mi hermano! ¡Lo fusilo!". La voz enfurecida pertenece a Fidel Castro, entonces un joven revolucionario y el principal líder de los insurgentes, y el objetivo de su ira es su hermano menor, Raúl. "Celia Sánchez (una guerrillera muy cercana a Fidel) intentó calmarlo diciéndole que no era posible que un hermano fusilase a otro por mucha culpa que tuviese", prosigue el relato de Meneses, que aparece recogido en su último libro, Fidel Castro, patria y muerte.
El reportero, fallecido en 2013 a los 83 años, pidió que esta biografía personal de Fidel se publicase después de la muerte del líder cubano, que se produjo el sábado 26 de noviembre a los 90 años. El libro, que cuenta con un prólogo de Jon Lee Anderson, se pone a la venta este lunes publicado por Ediciones del Viento, que editó también las memorias de Meneses, Hasta aquí hemos llegado.
¿Qué había ocurrido para sacar de sus casillas a Fidel Castro? Meneses, que pasó cuatro meses en dos etapas diferentes con los insurgentes, narra que Raúl Castro y Ernesto Che Guevara se intercambiaban una incesante correspondencia sobre teoría marxista desde las columnas guerrilleras en las que combatía cada uno de ellos. Pero una de las cartas fue interceptada por el Ejército y utilizada por el régimen de Batista para expandir que pretendían imponer un régimen comunista en la isla. Tras una tremenda bronca, Fidel convenció a su hermano Raúl, actual presidente cubano, de 85 años, para que interrumpiese los intercambios epistolares y luego gritó: "¡Odio tanto el imperialismo yanki como el soviético! ¡No estoy rompiéndome los cuernos luchando contra una dictadura para caer en otra!".
En el corazón de la biografía se encuentra precisamente el abismo que separó al Fidel Castro de Sierra Maestra, con el que Meneses pasó muchas horas hablando, del político que se hizo con el poder en Cuba después de derrocar al régimen de Batista. "Su egocentrismo, su sentido mesiánico, su afán de publicidad lo convierten en un monologuista que rehúsa toda clase de diálogo, todo tipo de crítica, por constructiva que sea", escribe el veterano reportero.
El periodista español fue además un excelente fotógrafo que retrató alguno de los momentos icónicos del siglo XX. Fidel Castro, patria y muerte —que es una versión actualizada de un libro que Meneses publicó en 1966 y actualmente agotado— recoge las imágenes que tomó en Sierra Maestra, que también pueden verse en una exposición, organizada por La Fábrica, que ha recorrido diferentes ciudades españolas y que actualmente se encuentra en Zaragoza.
Meneses conoció a Castro en diciembre de 1957 y subió a la sierra en enero de 1958. Consiguió que las fotos llegasen a Miami a través de un correo de su confianza —una joven de 17 años que las escondió entre su ropa— y Paris Match publicó el reportaje, para que nadie le robase la exclusiva, cuando el autor todavía se encontraba en la isla, una imprudencia que estuvo a punto de costarle la vida y que le hizo pasar por las cárceles de Batista.
El reportero español no había sido el primero en entrevistar a Castro, pero sí en hacer un reportaje a fondo sobre la guerrilla. La exclusiva sobre Castro la dio un histórico periodista de The New York Times, Herbert L. Matthews, compañero de Martha Gellhorn, Robert Capa y Ernst Hemingway en la Guerra Civil española, que fue el primero en hablar con el dirigente cubano, en febrero de 1957. La entrevista tuvo tanta repercusión que Matthews acabó por ser definido como "el hombre que inventó a Fidel Castro".
Meneses llegó más tarde a la isla pero consiguió, pese a ser un freelance que andaba corto de dinero, arrebatar la primicia a los principales medios estadounidenses. Jon Lee Anderson le define así en el prólogo del libro: "Fue un periodista de raza, sempiterno joven de espíritu y, para alguien de su generación, un H D........ ( PI PI PI PI ....)
Génesis 4Dios Habla Hoy (DHH)
Kaín y Abel
4 El hombre se unió con su esposa Eva. Ella quedó embarazada y dio a luz a su hijo Caín, y dijo: «Ya tengo un hijo varón. El Señor me lo ha dado.» 2 Después dio a luz a Abel, hermano de Caín. Abel se dedicó a criar ovejas, y Caín se dedicó a cultivar la tierra.
3 Pasó el tiempo, y un día Caín llevó al Señor una ofrenda del producto de su cosecha. 4 También Abel llevó al Señor las primeras y mejores crías de sus ovejas. El Señor miró con agrado a Abel y a su ofrenda, 5 pero no miró así a Caín ni a su ofrenda, por lo que Caín se enojó muchísimo y puso muy mala cara. 6 Entonces el Señor le dijo: «¿Por qué te enojas y pones tan mala cara? 7 Si hicieras lo bueno, podrías levantar la cara; pero como no lo haces, el pecado está esperando el momento de dominarte. Sin embargo, tú puedes dominarlo a él.»
8 Un día, Caín invitó a su hermano Abel a dar un paseo, y cuando los dos estaban ya en el campo, Caín atacó a su hermano Abel y lo mató. 9 Entonces el Señor le preguntó a Caín:
—¿Dónde está tu hermano Abel?
Y Caín contestó:
—No lo sé. ¿Acaso es mi obligación cuidar de él?
10 El Señor le dijo:
—¿Por qué has hecho esto? La sangre de tu hermano, que has derramado en la tierra, me pide a gritos que yo haga justicia.11 Por eso, quedarás maldito y expulsado de la tierra que se ha bebido la sangre de tu hermano, a quien tú mataste. 12 Aunque trabajes la tierra, no volverá a darte sus frutos. Andarás vagando por el mundo, sin poder descansar jamás.
13 Entonces Caín respondió al Señor:
—Yo no puedo soportar un castigo tan grande. 14 Hoy me has echado fuera de esta tierra, y tendré que vagar por el mundo lejos de tu presencia, sin poder descansar jamás. Y así, cualquiera que me encuentre me matará.
15 Pero el Señor le contestó:
—Pues si alguien te mata, será castigado siete veces.
Entonces el Señor le puso una señal a Caín, para que el que lo encontrara no lo matara. 16 Caín se fue del lugar donde había estado hablando con el Señor, y se quedó a vivir en la región de Nod, que está al oriente de Edén.
Los descendientes de Caín
17 Caín se unió con su mujer, y ella quedó embarazada y dio a luz a Henoc. Luego Caín fundó una ciudad, a la que le puso por nombre Henoc, como a su hijo. 18 Henoc fue el padre de Irad, Irad fue el padre de Mehujael, Mehujael fue el padre de Metusael, y Metusael fue el padre de Lámec. 19 Lámec tuvo dos esposas: una de ellas se llamaba Adá, y la otra se llamaba Silá.20 Adá dio a luz a Jabal, de quien descienden los que viven en tiendas de campaña y crían ganado. 21 Jabal tuvo un hermano llamado Jubal, de quien descienden todos los que tocan el arpa y la flauta. 22 Por su parte, Silá dio a luz a Tubal-caín, que fue herrero y hacía objetos de bronce y de hierro. Tubal-caín tuvo una hermana que se llamaba Naamá.
23 Un día, Lámec les dijo a sus esposas Adá y Silá:
«Escuchen bien lo que les digo:
he matado a un hombre por herirme,
a un muchacho por golpearme.
24 Si a Caín lo vengarán siete veces,
a mí tendrán que vengarme
setenta y siete veces.»
he matado a un hombre por herirme,
a un muchacho por golpearme.
24 Si a Caín lo vengarán siete veces,
a mí tendrán que vengarme
setenta y siete veces.»
El tercer hijo de Adán y Eva
25 Adán volvió a unirse con su esposa, y ella tuvo un hijo al que llamó Set, pues dijo: «Dios me ha dado otro hijo en lugar de Abel, al que Caín mató.»
26 También Set tuvo un hijo, al que llamó Enós. Desde entonces se comenzó a invocar el nombre del Señor.
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