Estas son las palabras a Rafael Cadenas recién galardonado premio Lorca de poesía, cuando le preguntaron: Dónde está Venezuela?
La respuesta fue genial y triste a la vez:..
.. dónde queda Venezuela?, tengo que decir que queda en México, en Miami y otras zonas más internas de Estados Unidos.
Queda en Colombia, en Ecuador, en España.
En Panamá, en Chile,
hasta en los Emiratos Árabes.
Venezuela queda entre cualquier meridiano y paralelo del mundo a donde se tuvieron que ir a vivir los venezolanos de bien en busca de procurarse una mejor calidad de vida.
Persiguiendo un poco de tranquilidad y seguridad, aunque sea, un poquito de futuro para ellos y los suyos.
Venezuela hoy es un país desperdigado por el mundo.
Donde esté radicado el talento, la inteligencia y el trabajo de los venezolanos, ahí queda Venezuela.
Venezuela está en cada petrolera del mundo que ha visto aumentar su producción y mejorar su actividad
gracias al talento y trabajo de los venezolanos que contrataron.
Venezuela queda donde hay una televisora, un periódico, una radio cuyas programaciones y producciones se han visto mejoradas e incrementadas gracias al trabajo creativo de venezolanos que ayudan a crecer medios libres en otras tierras.
En países que no son el suyo.
Donde las editoriales sacan provecho de la imaginación y capacidad de creación de venezolanos ingeniosos y originales con historias formidables, muchas veces impregnadas de la nostalgia y la desazón del exilio.
Allí está Venezuela.
Venezuela estará en esos países a donde cada día lleguen venezolanos de bien para entregar en tierras lejanas y extrañas todo su esfuerzo y trabajo para hacer de este mundo un sitio mejor.
Quedará Venezuela donde vayan a vivir todos esos jóvenes que hoy están buscando la mejor manera de irse a una tierra que les ofrezca algo más que un certero tiro, una ominosa discriminación, un insulto en cadena.
Lo que queda aquí,
rodeado por Colombia, Brasil y Guyana,
frente a ese hermoso e imponente Mar Caribe.
Esto, este corral al Norte de la América del Sur.
Esta republiqueta de vivos, sicarios y malhechores.
Esto que ya no es un país sino una parodia de República Bananera.
Esto no es Venezuela.
Este pozo de plomo y sangre, este luto en gerundio, este llanto que no cesa, no es el país del que nos canta el Gloria al Bravo Pueblo.
Esto, este solar de mansas colas de hambruna no es la tierra que parió a héroes independentistas.
Esto no es más que la república bolivariana de venezuela. Así, con minúsculas. Disminuida y empobrecida.
Ensombrecida, envilecida y triste, como nos la legó un hombre megalómano que se creyó líder intergaláctico e inmortal.
Un resentido ser a quien ahora pretenden convertir en deidad.
La respuesta fue genial y triste a la vez:..
.. dónde queda Venezuela?, tengo que decir que queda en México, en Miami y otras zonas más internas de Estados Unidos.
Queda en Colombia, en Ecuador, en España.
En Panamá, en Chile,
hasta en los Emiratos Árabes.
Venezuela queda entre cualquier meridiano y paralelo del mundo a donde se tuvieron que ir a vivir los venezolanos de bien en busca de procurarse una mejor calidad de vida.
Persiguiendo un poco de tranquilidad y seguridad, aunque sea, un poquito de futuro para ellos y los suyos.
Venezuela hoy es un país desperdigado por el mundo.
Donde esté radicado el talento, la inteligencia y el trabajo de los venezolanos, ahí queda Venezuela.
Venezuela está en cada petrolera del mundo que ha visto aumentar su producción y mejorar su actividad
gracias al talento y trabajo de los venezolanos que contrataron.
Venezuela queda donde hay una televisora, un periódico, una radio cuyas programaciones y producciones se han visto mejoradas e incrementadas gracias al trabajo creativo de venezolanos que ayudan a crecer medios libres en otras tierras.
En países que no son el suyo.
Donde las editoriales sacan provecho de la imaginación y capacidad de creación de venezolanos ingeniosos y originales con historias formidables, muchas veces impregnadas de la nostalgia y la desazón del exilio.
Allí está Venezuela.
Venezuela estará en esos países a donde cada día lleguen venezolanos de bien para entregar en tierras lejanas y extrañas todo su esfuerzo y trabajo para hacer de este mundo un sitio mejor.
Quedará Venezuela donde vayan a vivir todos esos jóvenes que hoy están buscando la mejor manera de irse a una tierra que les ofrezca algo más que un certero tiro, una ominosa discriminación, un insulto en cadena.
Lo que queda aquí,
rodeado por Colombia, Brasil y Guyana,
frente a ese hermoso e imponente Mar Caribe.
Esto, este corral al Norte de la América del Sur.
Esta republiqueta de vivos, sicarios y malhechores.
Esto que ya no es un país sino una parodia de República Bananera.
Esto no es Venezuela.
Este pozo de plomo y sangre, este luto en gerundio, este llanto que no cesa, no es el país del que nos canta el Gloria al Bravo Pueblo.
Esto, este solar de mansas colas de hambruna no es la tierra que parió a héroes independentistas.
Esto no es más que la república bolivariana de venezuela. Así, con minúsculas. Disminuida y empobrecida.
Ensombrecida, envilecida y triste, como nos la legó un hombre megalómano que se creyó líder intergaláctico e inmortal.
Un resentido ser a quien ahora pretenden convertir en deidad.